'Hay que analizar los sueldos de los directivos'
El economista defiende que los países ricos ayuden a los pobres a autoalimentarse, y la educación como antídoto para el populismo
El economista Jeffrey David Sachs (Detroit, 1954) tiene una agenda apretada. Es consejero especial del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la lucha contra el hambre y la pobreza, y profesor de la School of International and Public Affairs en la Columbia University, donde dirige el Instituto de la Tierra, dedicado al desarrollo sostenible. Acaba de quedar finalista del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, y hace un par de semanas pasó por Madrid para participar en ExpoManagement.
Usted coordinó el diseño de los Objetivos del Milenio. Uno es acabar con el hambre. ¿Qué ha pasado para que haya esta crisis alimentaria?
Los precios de la comida han subido en parte debido al petróleo, en parte por el aumento de la demanda de las economías emergentes y a la oferta limitada. La crisis también está, aparentemente, relacionada con el clima, que ha perjudicado a las cosechas, y con la producción de biocombustibles, especialmente en EE UU. Hay cosas que se pueden hacer a corto plazo, pero va a durar bastante tiempo.
'En Europa, los países ricos han ayudado a los pobres durante muchos años, pero, cuando se trata del mundo, se dice que lo resolverá el mercado'
¿Quitar las restricciones a los cultivos en los países occidentales?
Todo debe analizarse. Se están subiendo los precios de los alimentos artificialmente. Parte de la solución puede ser recortar el programa de biocombustibles, e intentar acabar con las barreras que ponen los exportadores de grano, para mantener sus precios bajos y subir los de otros países. Pero aumentar la producción en los países pobres es muy posible y muy importante, ayudando a los granjeros en África. Estos países no pueden depender de importaciones. Las ayudas alimentarias cumplen un papel a corto plazo, pero no van a resolver el problema.
¿Cómo se están cumpliendo los compromisos del Milenio?
Muchos países han prometido aportar la inversión necesaria, pero no lo han hecho aún. Hemos dicho a los países pobres que planeen aumentar sus inversiones, pero el dinero no está ahí. España está subiendo sus ayudas, como el Reino Unido e Irlanda, pero Alemania, Italia y Francia no. El Gobierno español ha anunciado 500 millones de euros en ayudas, pero aún no están definidas. El Banco Mundial ha creado un mecanismo para financiar a los pequeños granjeros, y si España pone dinero para eso estará muy bien. Espero que no vaya sólo a ayuda alimentaria.
En el clásico dilema entre dar peces y enseñar a pescar, es partidario de dar dinero para la caña.
Exacto. En agricultura, salud, escuelas, debemos ayudar a los países pobres para que tengan infraestructura En Europa los países ricos han ayudado a los pobres durante muchos años. Pero cuando se trata de los más pobres del mundo, se dan muchas excusas, se dice que lo resolverá el mercado.
¿Qué efectos tendrá la crisis financiera?
Creo que nadie sabe cómo manejar los riesgos ahora mismo en el sistema internacional. Durante la crisis, cada día salía un nuevo instrumento financiero que ni siquiera los expertos conocían. El desarrollo de nuevos productos va muy por delante del marco regulatorio. La desregulación del sector en EE UU claramente ha sido sobrepasada. Greenspan fue un gran promotor de eso. Ha habido mucha avaricia, comportamientos ilegales y fraude en los mercados hipotecarios, se han dado créditos a gente que no era solvente, y se han encontrado vías para cobrar comisiones y refinanciar las hipotecas en entidades que no cumplían los requisitos. Todo esto requiere mucha reflexión. El coste de esto es una desaceleración de la economía de EE UU, y puede que se traslade a otras también. No creo que sea una catástrofe global.
¿Es un problema del sistema o de haber prestado dinero a gente con pocos recursos? Los microcréditos de Muhammad Yunus muestran que los pobres también pueden pedir dinero a los bancos, y devolverlo.
A veces tampoco los clientes de Yunus han devuelto su dinero. Este desastre puede afectar a todo tipo de sistemas bancarios. No es cuestión del dinero que tienes, sino de lo que haces respecto a tu capacidad y a las expectativas que te crean. La gente tomó mucho dinero prestado debido a las expectativas que tenían. Los bancos prestaron dinero a quien no debían, y ahora tenemos que arreglar el desaguisado.
¿Cómo se han comportado los banqueros y empresarios?
Una de las cosas que han ocurrido es que los salarios de los directivos de los bancos en EE UU aún eran de miles de millones de dólares, incluso en medio de la crisis. Hay que analizar estos sueldos, que no siempre están vinculados a la actuación de sus empresas. No deberían ser sólo los ciudadanos de a pie los que sufran, debe haber responsabilidad del sistema.
¿Qué más pueden hacer las empresas?
Business is mainly in the business of business. Los negocios están básicamente en el negocio del negocio. Siguen las normas del juego, y si están mal hechas, los resultados serán mediocres. En medio ambiente, por ejemplo, necesitamos una regulación que tase la emisión de gases de efecto invernadero. Pero hace falta responsabilidad corporativa. Creo que las prácticas destructivas al final se vuelven contra las empresas. Operar al límite de la ley sin una responsabilidad extra es una estrategia corta de miras, pierdes reputación, clientes, moral y apoyo social.
¿Piensa que las predicciones climáticas son suficientemente claras como para tomar decisiones que pueden afectar a la gente?
Es complicado, porque la ciencia del clima tiene mucha incertidumbre, y los costes y beneficios de las medidas son muy inciertas. Creo que la economía no lo ha estudiado lo suficiente y que las políticas europeas no son muy efectivas aún. No está resuelto el choque entre los países pobres que necesitan desarrollarse, y los ricos que quieren proteger el medio ambiente. Falta una política global de tecnologías de bajo coste que usen energías con pocas emisiones.
Cuando asesoraba a Rusia o a Polonia defendía la privatización de empresas estatales y ahora defiende más regulación.
Es una cuestión de equilibrio, porque si empiezas con un sistema soviético la única manera de empezar es desregular. Soy una persona que va por en medio del camino. Me opuse a la privatización del petróleo y el gas del modo en que se hizo, porque pensaba que había corrupción. Cuando Putin llegó al poder arrestó a muchos corruptos, y eso le dio mucho apoyo público. æpermil;l lo ha utilizado para consolidar excesivamente su poder. El péndulo ruso va y viene sin encontrar el equilibrio. Ha habido mejora económica, pero políticamente Rusia está perdiendo ese frágil apertura que se estaba produciendo hace 10 años. Programas de TV cerrados, la oposición arrestada. Es una larga tradición en Rusia, pero no creo que haya tenido mucho éxito.
¿Qué opina de las políticas económicas de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos?
McCain es una continuación de Bush y Obama es un cambio, para mejor, pienso. Tras los recortes de impuestos y la guerra de Irak, la economía y la política exterior están en mala forma, y el apoyo público a Bush también. Creo que los estadounidenses están por el cambio.
Impuestos al consumo y libertad de mercado
No todo es dinero, en opinión de Jeffrey Sachs. 'Europa ha alcanzado un gran nivel de cohesión social y no me gustaría que eso se abandonara en la busca de un mayor PIB.'El modelo socialdemócrata nórdico, con fuertes impuestos pero con libertad de mercado, es su preferido. 'Los impuestos no deben cargarse sobre las empresas sino sobre el consumo. La gente lo acepta, tiene menos dinero en el bolsillo pero hay más para educación, y se evita una clase pobre como la de EE UU', destaca.La educación, es la clave del éxito de Brasil, 'que era una sociedad muy desigual y se ha vuelto muy estable en 20 años, sin el populismo de otros países de la zona'.Preguntado por si ha pensado en pasarse a la empresa, Sachs lo tiene claro: 'Me gusta lo que hago, intermediar entre todos. No se me ocurre nada mejor'.