Un veterano para el que no se acaban las batallas
Carl Icahn es imposible de jubilar. Más que en retirarse, este inversor de 72 años piensa en su próxima batalla en el consejo de dirección de una empresa. æpermil;l se define como un accionista activista y ahora tiene en su punto de mira a Yahoo. Como en otras ocasiones, este multimillonario usa su dinero para arrinconar a una compañía, cuya cotización cree que está castigada, y obligarla a hacer algo que la aprecie y sacar así buenas plusvalías.
Icahn quiere que Yahoo acepte la opa que le lanzó Microsoft y que tras meses de discusión ha sido retirada por la negativa de su consejo a aceptarla. Steve Ballmer, presidente de Microsoft, ha desistido, pero eso ha sido para Icahn una puerta de entrada. El financiero compró acciones de Yahoo y ahora quiere relevar a los 10 miembros del consejo a los que acusa de 'irresponsabilidad' por rechazar la oferta de Ballmer.
Desde Yahoo le han espetado que desconoce de lo qué está hablando y han rechazado sus candidatos. Pero Icahn ya tiene aliados y puede complicar mucho la vida a los responsables del portal de internet. Entre otros, el gestor de hedge funds, John Paulson, (con el 3,6% de las acciones). La irrupción de Icahn es mala noticia para Yahoo porque en los últimos años se ha salido con la suya en este tipo de batallas en casi el 70% de las veces.
El órdago que lanzó en Time Warner no salió, pero no perdió dinero con su apuesta
A Icahn se le toma en serio. Este hombre que creció en la época de la posdepresión en el barrio neoyorquino de Queens, lleva mucho tiempo utilizando su dinero para dar volantazos en las empresas.
Antes de llegar al mundo empresarial utilizó sus dotes para hacer dinero con el que pagar sus estudios de filosofía y medicina (que dejó). Entonces su caja se nutría de su buena mano con el póquer.
Para Icahn, en 1961 empezó la que ya es una larga carrera en Wall Street enfocada en inversiones de alto riesgo. Una década después empezó a tomar posiciones en empresas como la extinta TWA, Nabisco, Texaco, Viacom, Phillips Petroleum, Revlon, Western Union, Marvel, Imclone, Time Warner y Motorola. (æpermil;sta es una lista corta).
En Time Warner, las cosas no salieron como quería pero, aún así, ganó dinero. En Motorola, su presión ha tenido como resultado el relevo del presidente y la división de la compañía. Al resto de los inversores les suele ir bien su irrupción porque tiene el efecto de elevar el precio de sus activos. No por ello, ni porque arremeta contra las elevadas pagas de los directivos, acepta el apelativo de Robin Hood, como recientemente dijo en la televisión pública americana. Para él es su responsabilidad actuar. Si le va bien a otros, bien por todos.
Su batalla por Yahoo acaba de empezar y Microsoft no ha dicho que volverá, pero no por ello hay que dejar de seguir los pasos de un hombre que cuando empezó a perder al ajedrez con su hijo, contrató a un experto para que le ayudase a mejorar su juego.