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Cambio estructural

Rato reclama a Solbes 'flexibilidad' para atajar la desaceleración

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato, afirmó ayer que el Gobierno español debe emprender un cambio estructural en su política económica que le permita ser 'más flexible' y transparente para poder hacer frente de una mejor manera a la crisis global que viene de fuera.

'España debe embarcarse en hacer su economía más flexible y transparente, especialmente al no poder manejar la política monetaria', señaló en Londres en un desayuno organizado por la eléctrica española Unión Fenosa. En alusión al vicepresidente Pedro Solbes, Rato afirmó que la flexibilidad por la que aboga no se refiere sólo a la política laboral, sino que debe afectar también a otras políticas, como la financiera.

El ex director del FMI aseguró que la flexibilidad es 'fundamental' para hacer frente a los cambios externos, en este caso la crisis hipotecaria y crediticia, la pérdida de confianza y el alza de los precios de las materias primas, especialmente de los hidrocarburos.

Rato, que en la actualidad asesora al Santander y a Criteria y trabaja también para el banco de negocios estadounidense Lazard, resaltó que la flexibilidad siempre ha ayudado a España y que en este momento vuelve a ser necesaria.

No obstante, precisó que en su época de ministro era más sencillo adoptar las medidas adecuadas, ya que las altas tasas de paro y de déficit público hacían evidentes las prioridades. 'Ahora las políticas concretas no están tan claras', aseguró. A su juicio, España cuenta en la actualidad con unas peculiaridades con respecto al resto de miembros de la UE, como son un gran crecimiento económico durante la última década y un gran déficit por cuenta corriente. Por ello abogó por llevar a cabo reformas estructurales, ya que España, como el resto de miembros de la zona euro, no puede manejar la política monetaria, como hacen EE UU y Reino Unido.

Consenso para frenar el alza del crudo

Rato abogó por 'un consenso global' para frenar el incremento del precio del petróleo (se encuentra por encima de los 120 dólares por barril), debido al riesgo que supone para el crecimiento de la economía mundial derivado del alza de la inflación.'Necesitamos movernos hacia un mayor consenso global. Un solo país no puede parar la crisis', afirmó. Precisamente ayer, El Instituto de Economía de Kiel revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para la Unión Europea, cuyo PIB sólo crecerá un 2,3% en 2008 y un 2% en 2009, frente al 3% del pasado ejercicio.

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