España acusa más que la zona euro el alza del precio de la energía y los alimentos
España ha sido una de las economías de la zona euro que ha experimentado un mayor traslado de las subidas de las materias primas a los precios finales de consumo. Un estudio publicado ayer por Caixa Catalunya, con datos de Eurostat, señala que la inflación armonizada aumentó en dos puntos en el segundo semestre de 2007, mientras que la de la Unión Monetaria lo hizo en 1,3 puntos. Además, la aceleración del IPC armonizado español supuso un 18,8% del avance de la inflación en el conjunto de la zona, cuando su ponderación en el IPCA total se limita al 12%.
El informe señala que parte de la mayor subida de precios en España se debe al peso que tienen en el consumo de los hogares las categorías de energía y alimentos elaborados, los epígrafes más inflacionarios de los últimos meses. Así, el capítulo Combustibles y lubricantes pesa un 5,5% en la cesta española, por un 2,5% en la de la zona euro. Algo parecido sucede con Leche, queso y huevos, que se pondera con un 3% en España y con un 2,2% en la UEM. Según Caixa Catalunya, esa estructura de consumo explica tres décimas del repunte de precios hasta diciembre. Con la misma cesta de la compra que la zona euro, la inflación armonizada española hubiera acabado 2007 en el 4%. En marzo, último dato disponible, el IPCA creció en España un 4,6%, por un 3,5% en la zona euro.