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Columna
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La paranoia contra Gazprom

Gazprom trabaja bajo la desgracia de que cada movimiento suyo es interpretado como una evidencia de que Rusia está realizando una nueva jugada para intensificar su poder energético absoluto sobre Europa occidental. Putin tiene la culpa: hizo del monopolio del gas el arma y el símbolo de la nueva fuerza de Rusia, convirtiéndolo localmente en un poder energético y mediático al comprar activos de periódicos y televisiones para asegurarse que los medios de comunicación permanecían bajo su control.

Pero Gazprom también es una empresa, y como tal cotiza. Y a veces sólo es una compañía de gas más. Las noticias de que podría adquirir yacimientos de gas en Libia en un intercambio de activos con ENI, su viejo socio italiano, han aumentado el miedo sobre la seguridad energética de Europa. Pero la jugada puede simplemente subrayar una verdad básica sobre Gazprom. Pese a su deseo de expandirse en la distribución -recuerden el lío montado ante la posibilidad de que pudiera estar interesada en Centrica, el grupo británico, hace dos años-, la verdad es que tiene sus propios problemas. Uno de los principales: la producción.

Esto puede parecer una paradoja cuando el gas ruso supone un cuarto del suministro europeo. Pero la verdad es que Rusia no ha abierto una nueva exploración de yacimientos en 10 años. Cierto, sus yacimientos son gigantescos, pero los recursos futuros -como los del yacimiento internacional Shtokman, en el Ártico- están a muchos años de producir. Mientras tanto, preocupa que Gazprom no haya invertido lo suficiente en exploración y producción. En realidad, la producción del gas ruso ha bajado este año, y las inquietudes sobre el bajo compromiso inversor de Gazprom explican por qué sus acciones han caído un 15% este año.

Así que el empuje de la compañía en el norte de África tiene sentido industrial. æpermil;sta es una de las últimas regiones del mundo ricas en gas que permanecen abiertas a los inversores extranjeros. El tipo de intercambio de activos que está considerando con ENI permitirá además al grupo italiano ampliar su presencia en Rusia, por lo que Gazprom no está entrando gratis en Libia. Una vez más, la paranoia no será el camino más inteligente para los europeos a la hora de reaccionar a las jugadas del oso ruso.

Por Pierre Briançon

La banca de los 'lander'

Alemania ha desperdiciado sus oportunidades de rescatar a los landesbanks(bancos públicos pertenecientes a los lander). Sin embargo, los peligros generados por sus fuertes apuestas en créditos de riesgo tienen como parte positiva la oportunidad que se abre a una reforma radical del sector. La reorganización ha aparecido en todas las cartas desde que perdieran sus garantías públicas en 2005, lo que les privó del acceso a fondos baratos. Pero las ayudas a WestLB, el banco de Westfalia-Renania, y el bávaro BayernLB han supuesto una marcha atrás sobre los tímidos progresos.La gestión durante el último año de SachsenLB, el primer banco de un landerque se enfrento a grandes pérdidas por la crisis crediticia, parecía indicar que Alemania estaba lista para la reforma. El banco sajón fue castigado por sus errores a ponerse en manos de su colega mayor, el banco del landerde Baden-Württemberg.Este debería haber sido un buen modelo para el rescate de WestLB y BayernLB; en cambio, sus propietarios públicos los están tratando con mucha más ligereza. Ellos están poniendo una línea de 10.000 millones de euros para asegurar que los bancos no se hundan por sus inversiones en áreas como estructurados o hipotecas subprime. El dinero será usado para soportar los 23.000 millones de activos con riesgo de WestLB y los 24.000 millones de BayernLB.No sólo a estos bancos se les ha permitido estar vivos para luchar otro día más, sino que también se les está dejando realizar adquisiciones. Ambos están compitiendo en la puja por IKB, el banco alemán. Ayuda tan generosa puede servir a los intereses de los propietarios públicos de los bancos, pues apuntalar WestLB y BayernLB les dará mayor fuerza en cualquier consolidación futura.Pero su continuado control en los bancos hace la consolidación menos probable. La razón principal de que pocos landesbanksse hayan fusionado hasta ahora es que sus propietarios públicos han detestado ir de segundones en un acuerdo. Alemania está poniendo en riesgo una oportunidad de oro para conseguir poner los bancos de los landeren orden.Por Mike Verdin

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