Faltan 10.000 expertos en tecnología
El sector de las tecnologías de la información ha dado la voz de alarma. España sufre una falta grave de profesionales altamente cualificados que la patronal Aetic cifra en unos 10.000. Las empresas están sufriendo una rotación de empleados del 30% de media anual y la inflación de costes de mano de obra ha provocado, dicen, una caída en los márgenes brutos de negocio de entre cinco y ocho puntos.
El consejero delegado de Capgemini España, Eric Morgan, resumía el problema con una frase más que elocuente en una reciente aparición pública en Zaragoza: ¢Las consultoras tecnológicas no competimos hoy por los clientes; lo hacemos por los profesionales¢. Y es que las cifras no cuadran. Mientras el número de ingenieros de telecomunicaciones e informáticos que sale de las universidades españolas cae de forma preocupante, Indra asegura que necesita contratar a 3.500 personas en dos años, Everis que aumentará su plantilla en 1.200 especialistas este año, Tecnocom que efectuará 750 nuevas contrataciones en 2008, S21sec más de 80 y Capgemini más de 1.000. Y son sólo algunos ejemplos.
¢El problema es muy serio y estructural¢, señala José Manuel de Riva, presidente de Grupo Gesfor y presidente del subgrupo de consultoría tecnológica de Aetic, que reconoce una ¢pérdida de glamour¢ entre los jóvenes para estudiar estas carreras, y una falta de atracción por participar en proyectos de consultoría tecnológica donde las jornadas sin horas son muy habituales. ¢Este sacrificio empieza a no ser atractivo para mucha gente¢, añade De Riva, que advierte, además, de una cierta competencia de otros sectores de actividad como la banca o los seguros ¢que por su propia necesidad están buscando profesionales en el mismo vivero¢.
Aetic ha dado la voz de alarma al Gobierno y a los sindicatos, con los que ha mantenido reuniones en busca de una solución. Asegura que los problemas derivados de este déficit (que podría elevarse a 25.000 profesionales si se suman otros perfiles técnicos de cualificación media o baja) resultan un obstáculo para desarrollar nuevos proyectos innovadores que mejoren la competitividad de las empresas españolas. Xavier Mitxelena, director gerente de la compañía de seguridad S21sec, participada por Telvent, confirma que ¢en España no hay suficientes especialistas en tecnologías de seguridad como para crecer lo que internamente queremos¢. De Riva añade que esta situación ha provocado una dificultad para cumplir los proyectos en fechas y en resultados, porque es complicado asegurar la calidad y efectividad de los equipos, debido a que se ha disparado la rotación de los profesionales. ¢Las empresas estamos asumiendo más compromisos de los que de una forma realista podemos asumir, y los clientes se están quejando amargamente porque vamos recomponiendo el equipo a lo largo de los proyectos¢.
La rotación actual se ha disparado hasta una media del 30% anual (incluso hasta el 50% en gente que lleva menos de un año trabajando). ¢Con esas cifras es imposible estabilizar los equipos de trabajo y se ha provocado una inflación de salarios. En los dos últimos años, el salario medio ha crecido un 25%¢, punta Javier Martínez, director de Formación de Garben. El problema para el sector es que no está trasladando esa inflación a los clientes ¢porque es un mercado muy regido por precio, maduro y con enorme competencia¢, dice De Riva, para quien el resultado ha sido una caída de márgenes de entre 5 y 8 puntos. Los datos de Industria son reveladores. De 2005 a 2006, el número de profesionales del sector creció un 7,2% y el gasto de personal un 12,4%; mientras la facturación por empleado subió sólo un 0,7%.
Esta situación ha llevado a las empresas a crecer fuera de los grandes núcleos urbanos como Madrid y Barcelona y a crear centros de desarrollo fuera de España, como el abierto en Ucrania por el Grupo Delaware. Y es que como dice Luis Garma, su director general: ¢Perder profesionales supone una pérdida de conocimiento clave y sustituirlos tiene unos costes muy elevados en formación¢.
Piden una apertura a la inmigración cualificada
La solución es clara para las empresas tecnológicas: traer gente de fuera de España. ¢Hemos pedido al Gobierno que facilite la inmigración cualificada desde distintos países¢, explica José Manuel de Riva. La patronal, que ha mantenido reuniones con el ministro en funciones de Industria, Joan Clos, y con representantes de Exteriores, Trabajo y CC OO, reconoce que el Gobierno ha dado pasos para agilizarlo.¢El pasado año sacaron un decreto ley que facilita esta inmigración pero ligada a proyectos de muchos cientos de millones de euros, lo que lo hace casi inoperante para nuestra industria¢, continúa. Aun así, empresas como Capgemini, Everis, Accenture, Grupo Gesfor y S21sec han empezado a traer mano de obra de Latinoamérica; alguna como HP también tiene algún profesional indio en España. ¢El problema es que no podemos hacerlo al ritmo que nos gustaría, porque la falta de personal en algunos consulados ralentiza el proceso hasta seis meses, cosa que no se entiende cuando en muchos casos son empleados de multinacionales españolas allí¢, dice De Riva. El representante de Aetic asegura que esta apertura a profesionales extranjeros creará un caldo de cultivo que ¢derivará en la creación de más empleo local de calidad y aumentará la competitividad española¢.Aetic confía en que esta propuesta se agilice, especialmente ahora que la Unión Europea ha propuesto la Blue Card, una especie de visado de inmigrantes altamente cualificados, que también permitirá el movimiento de profesionales entre los países de la UE. Y es que el problema es común a toda Europa. En un reciente informe, la UE alerta sobre un déficit actual de 800.000 trabajadores en toda Europa.
Oteadores en universidades y bonificación a quien trae talento
Es tan difícil crear equipos estables de trabajo que las compañías del sector han ideado fórmulas para encontrar y retener profesionales. Por ejemplo, la empresa catalana de ingeniería y consultoría de software Raona y Capgemini gratifican con 4.000 euros y con entre 500 y 1.000 euros, respectivamente, a los empleados que traigan algún amigo, conocido, familiar con determinado perfil que acabe incorporándose a la plantilla. También como explican desde la consultora tecnológica Siconet, muchas empresas tienen oteadores en las universidades y en los centros de formación homologados para localizar profesionales.Precisamente, la empresa de formación Garben asegura que en las puertas de sus centros ¢las empresas se ponen a repartir tarjetas. Es normal porque la necesidad obliga¢, dice Javier Martínez. El sector también es consciente de que no sólo el precio retiene a sus profesionales y han empezado a extender medidas para conciliar la vida laboral y familiar como tickets guardería, flexibilidad horaria, teletrabajo...
Temor a la entrada de empresas piratas que tiran los precios
Otra consecuencia del déficit de profesionales es la aparición de empresas piratas. Miguel Ángel Fernández, consejero delegado de la compañía española de consultoría Exis TI, asegura que ¢esta situación está abriendo la puerta a empresas fantasmas, que afectan al sector de igual manera que los vendedores ambulantes al comercio¢. Según este experto, se trata de empresas que tiran los precios de los proyectos, amparándose en su capacidad para pagar más a los profesionales porque no tienen ninguna estructura empresarial detrás¢.Fernández apunta que la aparición de este tipo de empresas crea, por un lado, insatisfacción y desconfianza del tejido empresarial español ante las tecnologías de la información y sus empresas por un trabajo muchas veces falto de calidad y soporte. Por otro lado, añade, ataca a la capacidad de desarrollo de empresas españolas con un proyecto empresarial serio que crean empleo y riqueza y que han apostado por el desarrollo de la I+D 100% española.
Las cifras
- 25.000 es la suma a la que asciende el déficit de profesionales en España si se suman los perfiles técnicos de cualificación media o baja.- 5% de inmigrantes cualificados tiene como destino Europa, frente al55% que lo tiene en EE UU.- 0,7% creció la facturación por empleado en 2006 frente al 12,4% que subió el gasto de personal.