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CincoSentidos

Rendidos ante la fiebre del champán

Con cuatro millones y medio de botellas en 2007, España es ya el octavo país que más lo aprecia

¿Se puede medir la bonanza económica de un país por los productos de lujo que consume? Es una pregunta que deben contestar los especialistas, aunque, desde luego, hay cifras que resultan significativas. Por ejemplo, que en sólo cuatro años se hayan duplicado las ventas de champagne en España. De hecho, ya somos el octavo consumidor del mundo, y estamos por delante de países como Holanda, Australia, Austria o China. Y más datos: el año pasado nos bebimos 4,5 millones de botellas del espumoso galo, un 27,53% más que en 2006 (estadísticas facilitadas por el Centro de Información del Champagne en España, CIC).

La Unión Europea sigue siendo el mercado más importante del champán, que absorbe el 61% de las exportaciones, con el Reino Unido a la cabeza, pero en Europa somos el país que más crecemos. ¿A qué se debe? Según Nuria Gené, directora del CIC, 'en España las cosas van muy bien para el consumidor de champán, un cliente que frecuenta los restaurantes, que demanda vinos de calidad, con interés por los productos de lujo'.

Desde luego es una bebida con clase, con glamour, sinónimo de estatus económico y social, de una forma de vivir hedonista cada vez más asentada en determinados estratos de la población. Un consumidor de edad media, urbanita, de clase media-alta y alta, que viaja y está al día de modas y tendencias. Y es que se lleva tomar champagne. Cócteles, presentaciones de todo tipo comienzan ahora con una copa de Moët & Chandon, de Veuve Clicquot, cuando antes lo habitual era hacerlo con un vino español o un cava.

Cada vez hay más hoteles y bares chic que los ofrecen por copas -una forma de no gravar demasiado la factura-, y desde luego aparecen en las cartas de cada vez mayor número de restaurantes, no sólo los de alto nivel. Un factor importante que también explica el éxito de esta bebida es la cultura de espumosos que existe en España. Sin embargo, el consumo de cava ha descendido ligeramente el año pasado -un 3,13%-, una circunstancia que los productores de cava achacan en parte al efecto del boicot de 2005, al abandono de la producción de cavas de gama baja, y al menor número de botellas vendidas por parte de productores radicados fuera de Cataluña.

Quim Vila, propietario de Vilaviniteca, distribuidor de vinos y champáns de alta gama, como el Salon, opina que 'el cava debe reinventarse; hace falta producir cavas de nivel alto, con más glamour e imagen, que se puedan codear con el champán.

Los italianos lo están haciendo muy bien, y aquí deberían tomar nota, hacerlo mejor y creérselo'. Con todo, piensa que 'cava y champagne son las bebidas del futuro, son frescas, tienen poco alcohol y encajan perfectamente con la moderna cocina actual'.

Cataluña, Madrid, País Vasco y Valencia, con plazas importantes como Marbella y Palma de Mallorca, son las zonas en las que más champagne se bebe. Y aunque en Francia existen 12.000 marcas diferentes, a la Península llegan unas 50, todas las importantes y algunas de pequeños productores. A pesar de ello el 65% de las ventas las copa el grupo Louis Vuitton Moët Hennesy, el gigante del lujo que comercializa los prestigiosos Krug, Dom Pérignon, Moët & Chandon, Veuve Clicquot y Ruinart.

Para todos los gustos, bolsillos y ocasiones

No todos los champán tienen la misma calidad ni son aptos para todos los momentos de consumo. Los hay más frescos, perfectos para el aperitivo y otros con más cuerpo para acompañar comidas o cenas. La crème de la crème son los millesimés, los de añada (algunos prohibitivos como el Cristal Louis Roederer, o el Krug), pero los más vendidos son los brut reservas. Ruinart, Delamotte, Deutz, Drappier, Piper, Taittinger, Moët & Chandon, Pol Roger, pueden estar entre los 30 y 40 euros. Bollinger, Billecart Salmon, Veuve Clicquot, Gosset, suben un poco más, y otros muchos como el Salon, el Dom Perignon, el Dom Ruinart, el Winston Churchill, Krug, y cuvés y bruts especiales de casi todas las marcas, superan los 100 euros.

Para sibaritas

Castillo de Ygay 2000. En el año 2000 las centenarias bodegas riojanas Marqués de Murrieta iniciaban una etapa de renovación. Primero el reserva Marqués de Murrieta, crearon un vino de autor, el Dalmau, y hace dos años, un blanco a base de viura, el Capellanía, con 20 meses de crianza, un vino elegante de producción limitada. Ahora le ha llegado el turno a un clásico de la casa, un tinto con 155 años de historia: el Castillo de Ygay. Un pequeño cambio en la etiqueta y en el estilo de elaboración arrojan este 2000 que acaba de salir al mercado. 87% de tempranillo y 13% de mazuelo, se ha criado 36 meses en barrica. Un gran reserva de nueva concepción, de nariz compleja, compotada y golosa. Muy equlibrado en boca, inicialmente frutal, con taninos pulidos y un final largo y profundo. Magnífico. 40 euros.Huevos de Pascua. Regalar huevos de Pascua es una tradición pagana retomada por el cristianismo que tiene lugar en Semana Santa. Desde el 11 al 24 de marzo las tiendas Almadecacao han montado en su galería del chocolate una exposición de huevos de chocolate, decorados artesanalmente en el obrador que poseen en Bilbao. Tamaños, texturas y colores distintos en pequeñas y golosas piezas entre 18 y 24 euros (caja de 9 huevos). Además, han preparado uno de los más grandes que existen en el país: un metro de altura y 20 kilos de peso, que sortearán entre los clientes. En Madrid, Velázquez, 41. Bilbao, Bidebarrieta, 9. Tel.: 902 430 057.Partagás 8-9-8 Cabinet Selection. Los habanos Partagás son los preferidos por los fumadores más experimentados, ya que tienen un sabor más acusado. El mítico 8-9-8 adquiere su nombre por la disposición en tres camadas (8,9,8 puros) dentro de la caja de 25 cigarros. De sabor levemente dulzón, con puntas especiadas y terrosas, esponjoso y con fuerte sabor a tabaco, posee una gran fortaleza y un magnífico tiro. Se trata de un cigarro muy aromático, con un intenso olor a tabaco y madera y ligeramente especiado. Es uno de los clásicos cubanos de la marca Partagás. Con un calibre medio (cepo 43) y vitola de Galera Dalia, es importante no confundirlo con el 8-9-8 que se contiene en una caja sin barnizar, que corresponde a la vitola Corona Grande y cepo 42. Su precio es de 9,45 euros.

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