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Empleo y Directivos

Entrenadores para mejorar la carrera

Es una tendencia al alza. Comenzó por la cúpula directiva y se ha extendido hasta la base de las empresas. En España hay más de 200 formadores que guían personalmente el rumbo laboral de los profesionales

Es una tendencia en auge. No hay un primer ejecutivo que se precie que no tenga a su lado a un coach, entrenador personal, formador, tutor o guía, que le aconseje sobre cómo debe mejorar su comportamiento profesional. Esta corriente se está extendiendo por todos los estamentos de las organizaciones. Comenzó por la cúpula de la pirámide, después se fue extendiendo a los mandos intermedios, y ahora está llegando a todos aquellos profesionales con potencial de desarrollo laboral. De hecho, la consultora de recursos humanos Adecco ha lanzado el programa Career Up, una apuesta por la formación y desarrollo de sus trabajadores. El objetivo es aumentar la empleabilidad de sus candidatos para que su vida laboral y por extensión, la personal, vaya mejorando. Con esta iniciativa, Adecco se compromete a ser socio de todos sus trabajadores actuando como consultor de sus carreras y motivarles en sus formaciones profesionales a través de cursos formativos que incrementen sus conocimientos, habilidades y destreza.

Emily Oratis, director de proyecto de Adecco Human Capital Solutions, asegura que con apoyo personalizado en el desarrollo de su carrera, cada uno de los candidatos puede alcanzar su máximo potencial profesional. 'Pensando en este objetivo, hemos creado un innovador programa de formación y desarrollo lanzado a nivel internacional'.

Con ilusión por avanzar en su carrera, llegó a su primera sesión de coaching Marien Serroukh. Le esperaba su entrenador, Alberto Gavilán, el encargado de conducir su carrera durante los próximos meses. Asistimos a ese encuentro. Ella llegó con ganas. 'Tengo mucha iniciativa y no quiero quedarme parada. Me gustaría mejorar. Sé que puedo hacerlo porque me gusta trabajar bajo presión y no puedo aburrirme en el trabajo. Necesito asumir responsabilidades', asegura. Cuando su tutor le pregunta cuáles son sus principales carencias, no lo duda: 'formación, más que experiencia'. Sabe que tener estudios de Formación Profesional (FP), en la disciplina contable, le abre las puertas de un departamento o de una compañía pequeña, pero sin asumir responsabilidades. Además, cree que dentro del área contable se requiere 'organización, y yo lo soy porque lo apunto todo, me gusta que todo esté perfecto.

El coaching es, según explica Viviane Launer, presidenta de ICF (International Coach Federation) y socia directora de Coaching & Development, 'como un espejo, te ves reflejado en él y a partir de ahí eres tú, y no el coach, quien decide lo que hay que hacer'.

Sobre el auge de este tipo de prácticas, asegura que se está desarrollando muchísimo en los últimos años. De hecho, hay más de 200 coach en España y más de 12.000 en el mundo. La asociación que Launer preside en España está dando de alta a unas 500 personas al mes en todo el mundo, de manera que prevén llegar a 18.000 miembros a finales de 2008. La ICF nació hace 12 años y es la única asociación que tiene afiliados en todo el mundo. 'En España hemos empezado más tarde, pero estamos recuperando muy rápido. Hace 12 años cuando llegué aquí, hablaba de coaching a las empresas y no tenían ni idea de lo que era', cuenta, 'en 2002 hicimos una conferencia en Sitges a partir de la cual se empezó a hablar en la prensa'.

Por teléfono

La especialidad, en cualquier caso, no tiene en nuestro país el mismo desarrollo que en Estados Unidos, donde ya ha surgido el coaching por especialidades, a distancia o por teléfono. Launer aconseja iniciar un proceso de coaching a los emprendedores, a los que se lanzan en una actividad nueva o a los que quieren sacar el máximo partido de sí mismos. 'Cualquier persona que sea directivo es importante que se conozca, que reflexione como puede mejorar las técnicas de liderazgo, ya que en cierta manera podrá acompañar mejor el desarrollo de sus colaboradores', explica.

En el caso del máximo directivo de una compañía, el coaching le permite tomar la distancia necesaria de los hechos para tomar decisiones. Launer explica que con frecuencia los directivos consideran una amenaza el hecho de que se les proponga para un proceso de entrenamiento, cuando en realidad se trata de una oportunidad para convertirse en un mejor gestor. 'El hecho de ser los mejores no debe hacer rechazar un proceso de coach. Nadie discute a Federer y a Nadal, y ellos tienen entrenadores para sacar su máximo potencial'. En cuanto a de quién parte la idea de realizar coaching, Launer asegura que de la empresa en la mitad de los casos y del propio ejecutivo en la otra mitad. En el primer caso, los resultados son públicos, mientras que si es el ejecutivo el que lo solicita de una manera personal no se comunican los resultados a la empresa.

Antes de iniciar un proceso de coaching se realiza un contrato en el que se especifica la duración del proceso y qué objetivos se quieren alcanzar. Normalmente, el entrenamiento suele dura entre seis meses y un año, con sesiones de una hora a tres horas cada quince días. 'Son pocas horas de intervención directa del entrenador pero con una duración en el tiempo.

Frente a aquellos que consideran que el coaching es como tener un psicólogo en la empresa, la presidenta de ICF España explica que el coaching se diferencia de una terapia psicológica en que ésta se inicia cuando las cosas van mal, 'tiene una connotación negativa', mientras que el proceso de coaching no se inicia porque haya ningún problema, 'se centra más en mejorar, en alcanzar objetivos'. Que el coach haya trabajado, dice esta experta, en una empresa previamente es una ventaja porque pueden comprender mejor los problemas del ejecutivo y pueden tener más credibilidad.

El proyecto Career Up está dirigido a dos grupos de candidatos: a todos los trabajadores de Adecco y a los profesionales seleccionados por las consultoras especializadas de la compañía. Adecco pone un entrenador en la vida laboral, que diseñará un itinerario de formación y de desarrollo profesional adaptado a los intereses y capacidades del candidato, de una duración de tres, seis o nueve meses en función de los objetivos propuestos. Este entrenamiento consistirá básicamente en formaciones presenciales y a distancia, con acceso a tutorías online y seminarios a través de su propio espacio web personalizado.

'Había tocado techo y lo que quiero es progresar'

El objetivo profesional de Marien Serroukh, madrileña de 25 años, con estudios de FP en Administración de grado superior, es aspirar a más, 'especializarme y realizar la prueba de acceso a la universidad'. Quiere estudiar Empresariales, le gustan los temas contables. Su experiencia laboral pasa por empresas como Mahou o Crono Express, donde sentía que 'había tocado techo y lo que quiero es progresar'. Para intentarlo, se ha puesto en manos de un coach, una especie de tutor o guía que, tras analizar su comportamiento y sus deseos laborales, estudia sus puntos fuertes y sus áreas de mejora, y le pone un tratamiento a seguir.Es lo que hizo Alberto Gavilán, con cinco años de experiencia en Adecco, en la dirección regional de Madrid y responsable de selección. Para empezar la evaluación es importante que Serroukh se sincere sobre sus vivencias laborales, 'sin miedo'. Es muy directa y habla claro: 'He comenzado a trabajar desde lo más bajo, como reponedora de productos y de cajera en Carrefour. He tocado bastantes ramas en las diferentes empresas en las que he estado'. El objetivo, dice Gavilán, es acompañar al profesional en su carrera, 'formándole, pero no sólo ayudándole a conseguir un empleo, sino también a mejorar'.La receta para Marien Serroukh es trabajar en el desarrollo de determinadas habilidades, como la comunicación, el trabajo en equipo. 'Aunque ya tienes experiencia en trabajar con otros compañeros, es importante potenciarlo más porque en los departamentos financieros, además de conocimiento, lo básico es el trabajo en grupo', dice Gavilán.Me gusta por...'valoro las sesiones de coaching porque son una ayuda en la carrera profesional para la gente que aspiramos a comernos el mundo. Muchas veces cuando la gente se queja en el trabajo no lo puedo entender. Yo soy ambiciosa y quiero progresar'.

'Tengo que aprender a gestionar situaciones conflictivas'

Juan Alfonso Aguilar tiene 36 años y un buen currículo académico y profesional. Es licenciado en Derecho, en Dirección Comercial, de Marketing y en Comercio electrónico. Su experiencia laboral pasa por puestos directivos, incluido el de la dirección general. Se encuentra en proceso de cambio y necesita, según David Hermida, su tutor y director nacional de fuerzas de ventas y promociones en Adecco, mejorar algunas habilidades. 'Se trata de revisar mi formación y ver en qué puedo mejorar para favorecer mi desempeño', afirma el pupilo, que ha trabajado en distintos tipos de organizaciones.Tras un repaso por las actividades que ha desarrollado, observa y analiza, con la ayuda de Hermida, que en ocasiones no ha manejado con destreza situaciones, problemas o crisis. 'Tenía que haber tenido más mano izquierda, y tal vez por mi inexperiencia no la tuve'.Reconoce que con 35 años el puesto de director general puede venir grande. Ahora opta a trabajar en una multinacional estadounidense y quiere pulir algunas destrezas. 'Quiero trabajar en una compañía que me ofrezca un proyecto sólido, donde pueda desarrollar mi experiencia y preparación, a la vez que asumir responsabilidades. Es importante marcarse en hitos'. Afirma que tiene que mejorar en idiomas, en conocimientos financieros, 'ya que soy de Letras y con los números no me siento seguro'. También señala que le gustaría aprender a 'manejar situaciones conflictivas'. Su tutor le recomienda aprender técnicas de liderazgo, 'como facilitador', de gestión y organización del tiempo, y de comunicación.'Nunca me imaginé que iba a hacer una reflexión tan detallada del comportamiento que he tenido en mi trayectoria', afirma.Me gusta por...A Juan Alfonso Aguilar pretende sacarle el máximo partido a las sesiones de coaching. 'Creo que son muy útiles porque en el día a día, y debido a la vorágine del trabajo, no nos da tiempo a pararnos y reflexionar sobre nuestras áreas de mejora y nuestras carencias'.

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