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Tribuna
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Otra manera de invertir en emergentes

Dado que contribuyen en un 66% al crecimiento mundial, los mercados emergentes se han convertido en unas verdaderas potencias económicas… y en una fuente de buenas inversiones financieras. Fondos e índices innovan para obtener un mayor rendimiento de estos nuevos paraísos.

Desde junio de 2006, el índice MSCI Emerging Markets ha doblado su valor, mientras que los mercados americano (S&P 500) y europeo (Euro Stoxx 50) avanzaban, respectivamente, un 27% y un 23%. ¿Son muy arriesgados los emergentes? Los mercados emergentes, normalmente muy sensibles a las crisis sistemáticas internacionales, han mostrado un comportamiento ejemplar durante la crisis subprime: una caída bursátil comparable a la de EE UU y Europa, y una rápida subida, llegando a alcanzar máximos históricos.

Todo hace pensar que los emergentes han vuelto a convertirse en el nuevo paraíso de los inversores, que los habían abandonado justo antes de la crisis de 1998. No sólo sus bancos no se han visto implicados en las actividades de titulización, sino que sus economías se han saneado desde esta fecha y pueden permitirse el lujo hoy de financiar el déficit corriente de países desarrollados. La mejora de las condiciones presupuestarias ha permitido a los Gobiernos acudir en apoyo de los bancos en situación de crisis. Las reservas de cambio abundan, las divisas se aprecian y la inflación está controlada. El crecimiento tiene tendencia a automantenerse en la medida en que la demanda doméstica se afianza.

Además, a la subida de las acciones en los mercados emergentes se ha unido por lo general una bajada de su volatilidad, en una cantidad mayor que en las economías desarrolladas, tal y como demuestra la disminución de las diferencias en los últimos 10 años entre los índices MSCI Emerging Markets y el MSCI World. Como consecuencia, el tándem rentabilidad/riesgo es más atractivo en los mercados emergentes.

Del mismo modo, los inversores han mejorado su conocimiento de los mismos. Los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) han suscitado muy rápidamente el interés de muchos gerentes de fondos. Sin embargo, mientras China continúa su desenfrenada expansión con un crecimiento de un 11,5% en el tercer trimestre de 2007, el peso industrial de Rusia disminuye a medida que se confirma su descenso demográfico. Evidentemente, los inversores han ido a buscar lugares cada vez más exóticos y lejanos para invertir, por lo que los bancos han creado fondos e índices Next (Next8, Next11) para acoger a los nuevos dragones e incluso a México, cuyas perspectivas macroeconómicas figuran entre las inversiones estratégicas a largo plazo.

Pero la nueva generación de índices y fondos se construye a corto plazo. La historia muestra que los mercados emergentes no se comportan de igual manera, dando lugar a una gran dispersión de los rendimientos. De este modo, la progresión de la rentabilidad es uno de los mayores atractivos de las acciones chinas a corto plazo. Animados por los buenos datos del primer semestre, los analistas siguen aumentando sus previsiones de beneficios sobre las acciones que integran el HSCEI: 36% más en 2007, mientras que en primavera tan sólo preveían una progresión del 14% para 2007 y del 21,5% en 2008 (IBES).

Por lo tanto, la previsión práctica a corto plazo, basada en las revisiones de las rentabilidades actuales y que tiene en cuenta los niveles de valorización, permite mejorar la rentabilidad de la inversión estratégica a largo plazo, lo que supone un aumento de la rentabilidad sin incrementar el riesgo. En efecto, el índice EMI Emerging Markets, creado y gestionado por Exane Derivatives, obtiene un rendimiento anual del 38,5% desde 1999 frente al 15,1% del índice MSCI Emerging Markets. Este índice, cuya cartera se revisa cada mes, selecciona a los cuatro países emergentes que registran el mejor momento en cuanto a sus revisiones de beneficios, de acuerdo con la opinión de los analistas y la disminución del precio máximo por acción respecto a sus valores históricos.

En resumen, tras su sorprendente recorrido en Bolsa, algunos inversores consideran que se ha producido un paralelismo con los años 1997-1998, antes de las dos crisis asiáticas. Según nuestra opinión, la situación ha evolucionado de manera radical gracias al saneamiento económico de estos países. Además, incluso si la composición de la cartera debe contemplar una exposición a los mercados emergentes, es cierto que hay que ser selectivo. La concentración de las inversiones en las BRIC y su posterior ampliación a los nuevos dragones representaban para muchos una primera etapa. En la actualidad, la tendencia a la baja de la volatilidad no ha podido eliminar los ciclos y el criterio del momento se presenta como preponderante en estos países, justificando las inversiones tácticas a corto plazo que vienen a complementar las inversiones estratégicas a largo plazo.

Laurent Roussel

Director adjunto del Research, Exane Derivatives

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