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Tribuna
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Una reforma fiscal novedosa

El domingo pasado el líder del Partido Popular lanzó las dos primeras ideas sobre la reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que se incluirá en su programa electoral.

La primera es la exención del pago del impuesto a todas las rentas del trabajo iguales o inferiores a 16.000 euros anuales. Lo cual equivale a eximir a todos los trabajadores y pensionistas que ganan aproximadamente 1.000 euros netos al mes en 14 pagas. Esta medida beneficiará a unos siete millones de contribuyentes que no harán distinción entre salario bruto y neto.

La segunda es una rebaja adicional para las rentas del trabajo que perciben las mujeres. Lo que beneficiará a más de 5,7 millones de mujeres que perciben rentas salariales. Es una medida de clara discriminación positiva a favor de la mujer española que trabaja fuera de casa.

Son propuestas muy nuevas que adaptarán nuestro sistema fiscal a la realidad de la sociedad española y ayudarán a resolver muchos problemas planteados hoy en la misma.

Con la rebaja de impuestos a los perceptores de menor renta se logran diferentes objetivos. En primer lugar, poner a disposición de los trabajadores de menor renta más recursos económicos para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo de estos últimos años, y el encarecimiento de la vivienda y los créditos hipotecarios.

En segundo lugar, nuestro sistema fiscal se ha quedado obsoleto. Es necesario incorporar a España a la última oleada de reformas fiscales de la OCDE que buscan adaptar los sistemas fiscales a un ambiente internacional mucho más competitivo, basados en impuestos más simples, más eficientes, con una distribución más justa de la carga tributaria y un mayor grado de cumplimiento de las obligaciones fiscales.

Esta es la base de reformas como las propuestas en Estados Unidos, en Reino Unido o los países nórdicos y que inspiran, al menos parcialmente, las propuestas en Francia, Alemania y algunos países de Europa Central.

Además permitirán impulsar el crecimiento económico eliminando la distorsión que supone la tributación por IRPF de los trabajadores de menor renta. De esta manera se elimina la brecha fiscal (la diferencia entre salario bruto y neto) de millones de trabajadores, se incentiva su participación en el mercado de trabajo (especialmente a jóvenes y mujeres), se aumenta su empleabilidad (al reducirse los costes de su contratación) e incrementando su capacidad de obtener más rentas (las horas extras o los ingresos adicionales por trabajo no tributan).

Asimismo, con esta propuesta se podrá disponer de un instrumento de amplio efecto social que permita actuar ante un escenario de desaceleración económica, alto endeudamiento de las familias, ralentización del consumo y, sobre todo, caída extraordinaria de las expectativas económicas de los hogares españoles.

La rebaja de impuestos a las mujeres quiere reconocer la realidad del doble esfuerzo que la mujer trabajadora realiza ya que en la sociedad actual una mayor parte de las cargas familiares siguen siendo realizadas por mujeres, que ya en gran medida se han incorporado al mercado de trabajo.

De esta manera se compensa económicamente la pérdida consciente de oportunidades laborales por la que opta un gran número de mujeres por necesidades de conciliación. Esto se produce especialmente en la etapa de fertilidad y cuidado de los hijos pequeños.

Además se mejora la competitividad y la eficiencia de nuestro sistema económico, aumentando la tasa de participación y la empleabilidad de la población femenina.

En definitiva, se logra hacer más eficiente nuestra economía al tiempo que se atiende a necesidades que la sociedad actual demanda. No es frecuente que las demandas sociales y las demandas de una economía globalizada y competitiva vayan de la mano, pero en este caso es así. Y, por esa razón, éstas son dos de las propuestas mejor recibidas de la reciente Conferencia Política del Partido Popular.

Álvaro Nadal Belda. Secretario de Economía y Empleo del Partido Popular

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