La productividad y las TIC
Tras dos años del Plan Avanza aparecen luces y sombras. Luces, la brecha digital se cierra al incorporarse ciudadanos a la sociedad de la información (SI), y sombras, la productividad no mejora, pues las acciones del plan para las empresas ni eran suficientes ni tenían el calado apropiado ni se establecieron métricas para conocer el impacto en productividad de dichas acciones. Para Autelsi es urgente desarrollar un plan específico para la mejora de la productividad, especialmente para pequeñas empresas, que diagnostique el problema y rentabilice las inversiones en TIC, y las complementarias en mejora de procesos, cambios organizativos y formación.
¦bull;Correlación del gasto en TIC y el crecimiento de la productividad. ¿Evidencia? Hay un consenso en que el desarrollo de la SI mejora la economía y el nivel de vida de los ciudadanos. Así lo reconocía el Plan Avanza: 'La única vía para asegurar crecimientos sostenidos de la renta por habitante a medio y largo plazo es el crecimiento de la productividad y la competitividad. Hoy en día existe una clara evidencia de la fuerte correlación entre gasto en TIC y crecimiento de la productividad'.
Efectivamente, en economías desarrolladas, operando cerca del pleno empleo, la productividad determina el crecimiento y bienestar. Pero la correlación TIC y productividad no es evidente. Irlanda, paradigma de país con crecimiento de productividad, gastó en TI en 2006 un porcentaje del PIB ligeramente superior a España, 1,6% frente a 1,5%, y en telecomunicaciones claramente menos. Y las TIC en España crecieron durante 1998-2006 al 13,6%, mientras que la productividad decreció durante el periodo 2002-2005.
Las acciones del Plan Avanza para las empresas ni eran suficientes ni tenían el calado apropiado
¦bull;¿Debemos entonces impulsar e invertir en TIC para aumentar la productividad? Creemos que sí. Las TIC ayudan a las empresas a ganar cuota de mercado a costa de otras menos productivas, a aumentar su oferta de productos y servicios y a innovar. Las TIC reducen ineficiencias en la utilización de capital y trabajo, por ejemplo, reduciendo la capacidad de los inventarios, y aumentan la productividad de los empleados, por el uso de herramientas ofimáticas, y su difusión establece redes de conocimiento que inducen efectos spill-over.
¦bull;Concepto de productividad, y el problema de la productividad en España. La productividad del trabajo es la relación entre PIB y horas trabajadas y sus cambios se explican por: cantidad y calidad del capital físico, calidad del trabajo -conocimiento y experiencia de los trabajadores- y productividad total de los factores (PTF). La PTF indica el conocimiento técnico y refleja los avances tecnológicos, la dotación de infraestructuras, el entorno competitivo, la organización y estructura empresarial y la adecuación de los canales de distribución, y es distinto al capital humano, utilizando una metáfora, equivaldría a la calidad de los libros de texto, mientras que el capital humano serían las horas que la población dedicó a estudiarlos.
En España la productividad se debe al trabajo, siendo discreta la contribución del conocimiento técnico. De hecho, durante 1995-2004 contribuyó sólo al 13% del crecimiento del PIB, mientras que en la UE-15 y EE UU fue casi el 50%. Y los sectores en expansión, construcción, hostelería y servicio doméstico, no fueron vehículos de difusión tecnológica, y el bajo nivel medio de sus trabajadores no favorecieron el crecimiento de la productividad.
¦bull;¿Dónde y cómo invertir en TIC para aumentar la productividad? Las mejoras de productividad se generan en las empresas, y las Administraciones deben contribuir favoreciendo la inversión y la innovación y mejorando la eficiencia de los servicios públicos. Los incentivos deben focalizarse en las empresas, fundamentalmente en industrias con ventajas comparativas en costes, como la de servicios, de mayor importancia relativa en España.
En 1995-2004, la mejora de la productividad se debió a transporte, telecomunicaciones, banca y suministro de electricidad, agua y gas. Sectores no intensivos en TIC, como construcción, explican el descenso general en el periodo, y un sector tan intensivo en TIC como el de servicios empresariales no contribuyó. Más del 94% de nuestro tejido empresarial son pymes y microempresas, que es donde las inversiones para mejorar el conocimiento técnico producirían un efecto decisivo. Urge mejorar la capacidad empresarial en este sector, y demostrarle el valor de las TIC a través de agentes de su confianza, como bancos, gestorías, consultoras y asociaciones.
Es necesario invertir en TIC para incrementar la productividad a través de mejoras en el conocimiento técnico, PTF, de nuestro tejido empresarial, pero su eficacia dependerá de inversiones complementarias que favorezcan estrategias competitivas, cambios organizativos, la cultura emprendedora, nuevos procesos a lo largo de la cadena de valor, la formación de los trabajadores y la innovación. Sin esto, el gasto en TIC mejorará los indicadores de la SI y se cumplirán agendas de convergencia, pero no aumentará la productividad, y lamentablemente seguirá vigente la paradoja de los ochenta: 'Se pueden hoy en día ver ordenadores por todas partes menos en las estadísticas de productividad' (Robert Solow, Premio Nobel en 1987).
Leandro Pérez Manzanera
Presidente de Autelsi (Asociación Española de Usuarios de Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información)