La gestión del tiempo, clave en la batalla de la productividad
Los expertos defienden la racionalización de los horarios, pero señalan que no todos podrán hacerlo por igual
Aspectos culturales como la impuntualidad generalizada o el éxito que la vida nocturna tiene en España, unidos a una organización del trabajo en la que el presentismo todavía tiene valor para muchas compañías, hacen que la gestión del tiempo y la racionalización de los horarios laborales sea una asignatura pendiente para los españoles. 'Se ha avanzado mucho, pero queda mucho camino por recorrer. Aún son una minoría las personas que trabajan en empresas flexibles', afirmó el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, Ignacio Buqueras y Bach, durante el II Congreso Nacional sobre este asunto que se celebró ayer en Madrid.
No deja de ser significativo el hecho de que España se encuentre en el último puesto entre los países de la Unión Europea que menor flexibilidad laboral tienen, con un porcentaje del 9% frente al 23% de la UE. Las jornadas interminables de trabajo son una realidad y, sin embargo, la productividad en España sigue estando a la cola de Europa. 'La productividad es un problema que debería preocuparnos a todos. La globalización es un aspecto positivo pero está cambiando completamente los factores productivos y las empresas deben adaptarse a la nueva situación', destacó Isabel Tocino, ex ministra de Medio Ambiente y consejera del Banco Santander.
La competitividad de las empresas pasa por aspectos como una buena conciliación de la vida laboral y personal de sus trabajadores. Los beneficios son claros: 'satisfacción de los trabajadores que producirán más y mejor, menores bajas laborales causadas por el estrés, clima laboral positivo y una fidelización de los empleados mucho mayor', apuntó la viceconsejera de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid, Carmen Álvarez Arenas.
España está lejos de la UE en flexibilidad laboral
¿Cómo llevarlo a cabo? El catedrático de sociología Julio Iglesias de Ussel destacó algunas medidas positivas como el trabajo por objetivos, los turnos laborales y una mayor autonomía para los trabajadores sobre su horario. A pesar de ello, este experto destaca que en España hay una gran ausencia de estrategias de gestión del tiempo. Lo que resulta paradójico en un contexto en el que las nuevas tecnologías trabajan a favor de estas iniciativas. Pero no todos pueden hacerlo igual. 'Se trata de racionalizar, no de uniformizar', señaló Luis González Seara, también catedrático de sociología.
Pero algunos lo están haciendo bien. Política de luces apagadas en Sanitas, creación de un grupo que revisa trimestralmente las medidas de conciliación en IBM, acercar el trabajo al domicilio a las madres (Caja Madrid), y jornadas intensivas (Iberdrola).
'Muchas veces un entorno profesional de prestigio es sinónimo de exigencia de entrega total al trabajo, y no hacerlo puede ser un impedimento para la carrera y entenderse como poca capacidad competitiva, pero este modelo tiene los días contados', señaló Javier Cremades, presidente del bufete Cremades & Calvo Sotelo. 'Aún hay gente dispuesta a esto, pero tenemos que fomentar una cultura distinta', añadió.
Ejemplo a imitar
¦bull;Responsabilidad social corporativa. Una de las empresas protagonistas en el II Congreso Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha sido sin duda Iberdrola. Más de un experto mencionó esta compañía como un importante ejemplo y un estímulo para las demás organizaciones y es que desde hace dos días Iberdrola es la primera empresa del Ibex 35 que ha establecido la jornada continua para todos sus trabajadores. Una jornada flexible que se desarrollará entre las 7.30 horas y las 15.30 horas, con una horquilla de entrada y salida de 24 minutos.La eléctrica señala que su objetivo es el de fomentar la conciliación y aumentar la productividad. Según recoge el Plan Estratégico 2008-2010 de Iberdrola, presentado el pasado mes de octubre por el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, la conciliación será uno de los ejes fundamentales de la política de recursos humanos de la empresa.