El BCE confía en la fortaleza de la economía europea
El producto interior bruto (PIB) de la zona euro aumentó un 2,5% interanual en el segundo trimestre, lo que supone una importante desaceleración respecto al trimestre anterior, cuando avanzó a tasas del 3,2%, según anunció ayer la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. Pese a esta ralentización, el BCE asegura que la actividad es aún robusta.
Las cifras parecen confirmar el menor vigor de la economía europea, tal y como habían pronosticado los analistas hace varias semanas. Freno que se está dejando sentir en las principales economías de la Unión.
El PIB de España creció en el segundo trimestre un 4% en tasa interanual, una décima menos que en el trimestre precedente, pero muy por encima de la media comunitaria. Dentro de las mayores economías de la UE, el PIB de Reino Unido aumentó un 3,1% en tasa interanual, seguido de Alemania (2,5%), Italia (1,8%) y Francia (1,3%).
Del resto de estados miembros de los que se tiene información disponible, los mayores incrementos interanuales correspondieron a Letonia (11%), Eslovaquia (9,4%) y Polonia (6,9%).
El presidente del Eurogrupo defiende al BCE de los ataques de París
El gasto final de consumo de los hogares aumentó un 0,5% en la eurozona y creció un 0,6% en la Europa ampliada, tras haberse mantenido estable en el caso de la zona euro y haberse incrementado un 0,2% en los veintisiete en el trimestre anterior. En cuanto a las inversiones, descendieron un 0,2% en la zona euro y un 0,1% en la Europa ampliada, tras haber registrado un incremento del 1,9% en ambas zonas en el primer trimestre.
Coincidiendo con la publicación de estas cifras, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo ayer que el crecimiento económico de la zona euro a nivel global continúa robusto, a pesar de la reciente volatilidad de los mercados financieros.
En su discurso, el presidente del banco emisor aconsejó a los inversores que diversifiquen a la hora de tomar sus decisiones de compra. Por su parte, el boletín mensual del BCE, también difundido ayer, destaca que este organismo está preparado para 'contrarrestar' los riesgos al alza para la estabilidad de precios, 'tal y como exige el objetivo primordial de la institución'.
Por otro lado, y frente a los ataques que periódicamente recibe el banco emisor europeo del Gobierno francés, el presidente del Eurogrupo (consejo de ministros de la zona euro) y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, defendió ayer un euro fuerte y la acción del BCE e instó a Francia a reducir su gasto público para cumplir con sus compromisos en materia de déficit.
En cuanto a la evolución del crecimiento económico al otro lado del Atlántico, ayer se publicó la revisión de las cifras del PIB estadounidense del segundo trimestre, que se incrementó un 1,9% anual.
La continuada caída del dólar en los últimos cinco años sigue teniendo un positivo efecto en la balanza comercial de EE UU. El déficit comercial se rebajó un 2,4% más de lo previsto en agosto, hasta sumar 57.586 millones de dólares. Es la sexta vez consecutiva que la diferencia entre exportaciones e importaciones se acorta. En lo que va de año el déficit alcanzó los 471.851 millones, lejos de los 517.450 millones del año anterior en el mismo periodo.
Las exportaciones crecieron un 0,4% hasta alcanzar un valor de 138.340 millones. Las importaciones cayeron en el mismo porcentaje hasta 195.920 millones. Los altos precios del crudo fueron los responsables de que el precio de las importaciones se mantuviera aún alto.