Lufthansa y Air France echan sus cuentas sobre Iberia
El presidente de Iberia ha mantenido contactos por separado con los números uno de Lufthansa y Air France, en los que discutieron las ventajas que cada uno de estos gigantes lograría si se fusionara con la española. Los interlocutores esperan expectantes a conocer los términos de la oferta de TPG y British por Iberia.
Fernando Conte ha mantenido al menos una reunión informal el pasado verano con el primer espada de la aerolínea alemana Lufthansa, Wolfgang Mayrhuber, en la que intercambiaron información y opiniones sobre el proceso de fusiones de compañías aéreas que está planteado.
Igualmente, el presidente de Iberia estableció en las últimas semanas un intercambio de opiniones sobre el mismo tema con su homólogo en Air France, Jean-Cyril Spinetta.
Fuentes de Iberia minimizaron la trascendencia de tales contactos al asegurar 'son habituales en las múltiples reuniones internacionales en las que coinciden'.
La prioridad en este momento es que TPG y British formalicen su oferta y que el consejo de Iberia se pronuncie sobre ella
Fuentes solventes vinculadas al proceso de venta de Iberia, sin embargo, han señalado que, sin que los interlocutores quisieran desvelar su estrategia, en los encuentros se intercambiaron mensajes que demuestran el interés con el que ambas competidoras siguen la peripecia de la venta de Iberia.
Lufthansa se mantiene puntualmente informada a través de un prestigioso bufete español contratado al efecto. A diferencia de las otras dos grandes aerolíneas europeas a las que, como a ella misma, se les señala como protagonistas del proceso de consolidación del sector, Air France y British Airways, la estrategia que se plantea la alemana le obliga a tomar la participación más amplia posible en el capital de la empresa adquirida. Quiere el control total y ello ser traduce en un esfuerzo financiero que, en el caso de Iberia, se le antoja demasiado importante.
El modelo de consolidación de Air France es similar el que ya ha aplicado con éxito en la integración con la holandesa KLM. El resultado es respetuoso con la marca, la implantación en los mercados y la sensibilidad nacional del país de origen de la adquirida, a la par que suaviza el desembolso a que se obliga el comprador.
Los presidentes de las aerolíneas coincidieron en que ahora es momento de esperar a que el grupo de TPG, British Airways, Vista, Ibersuizas y Quercus, formalice su oferta por el 100% del capital de Iberia. Sólo entonces podrán desvelarse otros movimientos.
Los expertos del consorcio de TPG no han tenido acceso durante el pasado verano a la totalidad de la información confidencial de Iberia. Por ello, lo más probable es que la oferta que presenten quede condicionada al conocimiento de la totalidad de los datos.
Parece difícil que en las actuales circunstancias de los mercados TPG y sus socios decidan aumentar el precio de referencia por acción fijado en 3,6 euros.
El consejo de la aerolínea ya advirtió en julio su insatisfacción ante una oferta soportada en tal cuantía y expresó también las reticencias por la falta de contenidos en el plan industrial.
Junto a estos puntos conflictivos, las fuentes conocedoras del proceso citadas señalan que los dueños españoles de Iberia están decepcionados por la posición que mantiene British Airways. Tanto en su condición de accionista como de integrante del consorcio ofertante, la aerolínea británica se niega a asumir un mayor protagonismo en Iberia del que ha tenido en los últimos diez años.
Fernando Conte indicó a los sindicatos de Iberia en una reciente reunión, que espera que TPG presente su oferta en la primera quincena de octubre y que, entonces, podrían desvelarse nuevas candidaturas.
Liderazgo en ingresos y pasajeros
La revista internacional de referencia en el sector de la aviación civil, Airline Business, publicó en el número de agosto su ranking anual de aerolíneas. Sobre estos datos correspondientes a 2006, en los que se reflejan los principales parámetros del balance de las 50 mayores compañías, se puede cuantificar el tamaño y posición global que adquirirían las empresas resultantes en los supuesto de una fusión de Iberia con Air France-KLM, de Iberia con Lufthansa, y de Iberia con British Airways.La unión de la española con el conglomerado aéreo franco-holandés situaría al grupo resultante en un liderazgo sólido a nivel mundial por ingresos. En pasajeros sería el segundo tras los 106 millones de Delta Airlines, igual que en el ranking por flota donde sería aventajado por los 673 aviones de American Airlines.La unión Iberia-Lufthansa otorgaría a la fusionada el liderazgo mundial en facturación, el tercer puesto en pasajeros, tras Delta y American Airlines (98 millones), y el cuarto en flota, tras American Airlines, Delta Airlines (434 aviones) y United Airlines (401).Las magnitudes de la fusión de Iberia y British Airways serían mucho más modestas. Cuarto puesto por ingresos, y sexto puesto por pasajeros y por número de aviones.