Incógnitas sobre el precio del cereal
Cuando el INE dé a conocer hoy los datos de la inflación, habrá que mirar con lupa la evolución de las rúbricas de los alimentos que tienen en los cereales la materia prima directa o uno de los componentes de su producción: harinas y pan, y también huevos, carne y leche. Puede que las subidas, correspondientes al mes de agosto, no sean preocupantes. Es lo deseable. Pero todo indica que lo van a ser en el IPC de septiembre. En agosto hemos asistido a numerosas llamadas desde diversas asociaciones de la industria de la alimentación para subir los precios. Todas han justificado las alzas (entre un 10% y un 20%) por el aumento en el precio de los cereales.
Es cierto que esos productos han sufrido abruptas subidas (han duplicado su precio en lo que va de año), pero no lo son tanto algunas razones a las que éstas se han atribuido. La primera falsedad es que la industria de los biocarburantes, que utiliza los cereales como materia prima para elaborar combustibles, es responsable de los precios al alza. Ayer APPA, la patronal de los biocarburantes, recalcó, con sentido, que el sector apenas compra el 2% de la producción y es más víctima que responsable del encarecimiento de los precios.
En segundo lugar, las subidas anunciadas por diversas patronales de alimentación no parecen estar proporcionadas al efecto real provocado por el aumento de sus costes. Es de agradecer por ello que Luis Berenguer, en su primer discurso al frente de la recién creada Comisión Nacional de la Competencia (CNC) -que sustituye a los antiguos Tribunal y Servicio de Defensa de la Competencia-, haya tenido mención especial a los anuncios 'coincidentes en el tiempo' de las asociaciones y organizaciones de alimentos alentando a sus asociados a subir los precios. No hay nada probado y sólo es una 'preocupación', pero también un primer paso para velar por la competencia. La mesa tutelada por Agricultura para seguir de cerca las alzas de los cereales puede ser otro. Y todos sin olvidar el profundo componente especulativo que sobrevuela el mercado de los cereales por el aumento de la demanda que se espera.