Cuando la escalada del crudo ya no es negocio para las petroleras
El precio del petróleo lleva cinco años y medio de subida ininterrumpida, con un avance acumulado del 260%. Desde que tocó suelo en enero, el crudo Brent, el de referencia en Europa, se ha apreciado un 37,8%. Las grandes petroleras, sin embargo, se están quedando muy lejos de cotizar en Bolsa esta pujanza. Repsol gana en el año un 9,6% y es de las mejores de las grandes. Total sube un 8,9%; BP, un 5,9%; Eni, un 5,2%. La subida meteórica de los costes de extracción, se han multiplicado por cuatro en los últimos dos años, está presionando los márgenes y el sector lo paga en sus cotizaciones.
'La escalada de los costes es un problema real para la industria', reconoce Merrill Lynch en un informe sobre el sector. 'El coste de producción de barriles de crudo extraídos de las arenas bituminosas de Canadá o en yacimientos situados a grandes profundidades ha crecido muy rápidamente en los últimos años, impulsado por costes laborales, de bienes de equipo y el propio precio de la energía'.
Por ejemplo, las tarifas de las plataformas petrolíferas de perforación submarina del golfo de México han pasado de unos 50.000 dólares diarios hace sólo dos años a superar los 350.000 dólares en la actualidad.
Mientras el Brent gana un 37,8% desde enero, las compañías europeas suben menos de un 10%
Mientras que los barriles extraídos en las arenas del golfo Pérsico siguen siendo rentables con un precio del petróleo inferior incluso a 10 dólares, el crudo canadiense (un país que se ha situado en muy poco tiempo con el nuevo gran proveedor del vecino EE UU) sólo da beneficios interesantes a partir de los 60 dólares por barril.
En un entorno global de mínima presión inflacionaria, 'las grandes petroleras son incapaces de capturar los beneficios de los altos precios del crudo', confirma Merrill Lynch. 'Por ejemplo, los precios de ejercicio de Shell están mucho más próximos al de un crudo residual y poco destilado, que al del gasoil de precios más elevados', explica la entidad estadounidense. La diferencia entre uno y otro puede llegar a ser de más de 30 dólares. 'El resultado de esta dinámica es que los márgenes se han incrementado sólo marginalmente, a pesar de la escalada del barril', concluye Merrill.
El petróleo parece alejado en estos momentos del máximo histórico de 78,3 dólares del año pasado, pero tampoco hay visos de que vaya a descender demasiado. Los futuros del Brent anticipan precios entre 70 y 73 dólares para los próximos 12 meses.