Sarkozy y Merkel se conjuran contra la 'parálisis' de la UE
El presidente francés se estrena con un viaje a Berlín para tratar el futuro europeo
La formalidad ganó ayer a la emoción en el traspaso de poderes entre el presidente electo de Francia, Nicolas Sarkozy, y su enemigo político y jefe de Estado saliente, Jacques Chirac. Siguiendo el rito que se impone en la investidura del presidente en el país galo, Chirac recibió a un triunfante Sarkozy en el Palacio del Elíseo en una lluviosa mañana, después del desfile de invitados que acudieron a la ceremonia de despedida. Tras media hora de entrevista, fue Sarkozy quien despidió a Chirac en el patio de honor del Elíseo. Antes de enfundarse en un coche oficial camino de su residencia de ciudadano ordinario, Chirac lanzó un último adiós a sus colaboradores presentes bajo la lluvia, que entonaron efusivos aplausos. Hubo incluso una lágrima furtiva, la de su hija Claude, directora de comunicación del gabinete de Chirac durante sus doce años de mandato.
Ya presidente en toda regla, Sarkozy fue vitoreado por 21 cañonazos de honor desde la explanada de los Inválidos, antes de dirigirse a sus 408 invitados y a toda Francia, a la que invitó en su discurso a 'la unidad para ser fuertes', para 'asumir los retos que se presentan'. El candidato de la ruptura se vistió ayer de presidente de la ruptura, con una exigencia 'de cambio' que rompa con el 'inmovilismo, con los comportamientos del pasado porque los problemas pendientes nunca han sido tan inéditos'.
Como muestra de que 'Francia está de vuelta en Europa', como dijo la misma noche de su victoria ante Ségolène Royal, Sarkozy se reunió ayer en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel. A la salida de la cita, su primera reunión oficial como nuevo presidente, Sarkozy afirmó que la prioridad pasa porque ambos países trabajen juntos para 'sacar a la UE de la parálisis' desde el rechazo al Tratado Constitucional en 2005. Sarkozy envió así una señal fuerte de compromiso con el debilitado eje franco-alemán tras el 'no' de Francia al tratado constitucional europeo. En Berlín ambos líderes acordaron unir fuerzas para dotarse de un nuevo marco constitucional con urgencia, antes de 2009. Merkel es favorable a la idea de Sarkozy de crear un 'minitratado'.
En el plano nacional, el ejecutor (primer ministro) de las reformas, orientadas a adelgazar el Estado, flexibilizar la ley de 35 horas de trabajo y reducir la deuda estatal, será con toda probabilidad François Fillon, quien ya cuenta con la experiencia de haber sido el conductor de la reforma de pensiones en 2003. Aquel año, Francia salió masivamente a la calle y se paralizó, sin éxito, en protesta por el alargamiento de la vida laboral.
No obstante, la imagen de derecha dura que Sarkozy se ha forjado en la campaña parece atravesar una pausa con la posible incorporación de destacados socialistas en el nuevo Gobierno.
Prioridades económicas
¦bull; Servicio mínimo. Una norma inexistente en el país galo. Sarkozy quiere instaurar el servicio mínimo en los transportes públicos y en la educación. Los sindicatos se han mostrado reacios a la propuesta.¦bull; Adelgazamiento del Estado. El futuro Gobierno intentará reducir el tamaño de la maquinaria pública. Para ello no se renovará el puesto de uno de cada dos funcionarios que se jubilen.¦bull; Flexibilización laboral de la semana de 35 horas. La norma, obligatoria por ley, quedará reducida con el aumento de la bonificación de horas extraordinarias.¦bull; Pensiones. El Gobierno igualará las condiciones de jubilación de determinados sectores públicos a las del privado, hasta ahora un asunto tabú.