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Emilio Rodríguez Cerezo

'El 57% de los algodoneros cultivaría transgénicos'

El estudio evidencia el impacto económico de estos cultivos, que ocupan más de 100 millones de hectáreas en el mundo. España es el mayor productor de maíz modificado en la UE, con el 30% del total de la superficie (55.000 hectáreas). Esta cifra podría aumentar si la UE autoriza alguna variedad de algodón, lo que representaría una salida a la crisis del sector en Andalucía.

¿Cuál es el verdadero impacto de los transgénicos en el mundo?

respuesta. La primera conclusión es que hay una evidencia en cuanto al impacto microeconómico positivo en los agricultores. Fuera de la agricultura, el balance no está tan claro porque no se sabe quién asumiría el coste de soportar dos cadenas de distribución y comercialización y cómo repercutiría en la sociedad. Hasta el momento hay cuatro grandes cultivos (soja, maíz, colza y algodón), que se están comercializando y están penetrando fuerte en el mercado.

En el estudio se apunta que el algodón modificado ha reducido el consumo de insecticidas.

El algodón es el segundo producto más importante, ya que se destina casi en su totalidad al textil. Consumía el 25% de los insecticidas del mundo. Con los transgénicos hemos conseguido un mejor control de plagas y un mayor rendimiento en grandes y pequeñas explotaciones.

¿Sería posible trasladar ese algodón a España?

En España no hay variedades transgénicas autorizadas, pero hemos hecho un análisis socioeconómico entre los productores andaluces, en el que el 57% de los consultados (el 75% de la superficie) estaría dispuesto a probar semillas de algodón transgénicas.

Los transgénicos eran la alternativa económica para los países en desarrollo, ¿por qué no han avanzado según lo previsto?

Los menos interesados en desarrollar el mercado son los países en desarrollo. Dudan sobre introducir los transgénicos en su agricultura porque temen que pueda alterar sus exportaciones, que es su única vía de ingresos. La pregunta que aún se hacen es si de verdad merece perder el mercado de exportación a cambio de mejorar la productividad interna.

Pero los países en desarrollo tampoco han avanzado mucho en esta materia

Estados Unidos estuvo a punto de aprobar el trigo resistente al herbicida, pero finalmente se echó atrás. China también ultimaba la autorización para comercializar semillas de arroz resistente a insectos, pero lo suspendió a la espera de tenerlo todo controlado en lo que se refiere a impacto medioambiental y a salud humana. En realidad solo falta la decisión política. El gran salto se producirá cuando se autorice el cultivo de variedades de trigo y arroz para usos alimenticios, ya que la mayoría de la producción mundial se dedica a alimentación animal o uso industrial. El problema es que esos dos cultivos pueden provocar una ruptura del mercado en dos partes y no está muy claro si eso sería rentable desde el punto de vista económico.

Según el informe, la soja es el transgénico que más beneficios da, ¿cuáles han sido las razones?

Es un cultivo muy extendido y su fuerte implantación no tiene que ver con el rendimiento, muy similar al no modificado. Lo que ofrece es más tiempo libre para el agricultor, al pasar de un sistema de control de cinco herbicidas a un solo producto y al reducir el tiempo de compra. A pesar de que la semilla modificada es más cara, el balance económico es neutro en términos de explotación agraria, aunque es favorable por el mayor tiempo libre.

Ingeniero agrónomo de profesión, ha dirigido junto al economista Manuel González Barbero un estudio para la UE sobre transgénicos, cuya primera semilla se plantó hace diez años. El informe valora su impacto económico positivo, sobre todo en el ámbito agrícola.

'España tiene el 30% del maíz modificado de la UE'

Rodríguez Cerezo y su equipo ultiman un estudio, que verá la luz dentro de dos meses, que han realizado sobre el impacto económico del maíz modificado en el sector agrícola español (para alimentación animal). España es el país de la UE con una mayor superficie de cultivo (55.000 hectáreas), lo que representa el 30% del total.La principal conclusión del informe, para el que se han analizado los cultivos de 400 plantaciones, asegura que las explotaciones que se han adaptado al transgénico ahorran de media 85 euros por hectárea al año. A juicio de Rodríguez Cerezo, éste es un resultado ' muy significativo teniendo en cuenta el estrecho margen de los herbáceos, aunque este valor no es igual en todas las regiones', señala.'En el otro lado, el agricultor que utiliza semillas modificadas paga más dinero por la semilla, aunque ahorra en herbicidas', dice.

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