Claves para seleccionar a una niñera perfecta
La observación y la entrevista personal de candidatas son necesarias
Mujer de 31 años, responsable, trabajadora y extravertida se ofrece como niñera. Diplomada en publicidad y relaciones públicas. Con tres idiomas. No fumadora'. Este anuncio podría ser la respuesta moderna a aquel reclamo que el estricto Mr. Banks, patrono de Mary Poppins, colgó en la prensa británica para contratar a la indiscutible reina de las niñeras. 'Se requiere niñera -decía Mr. Banks- firme, respetable, nunca insensata. Una niñera debe ser un general. Debe dar órdenes. Sus herramientas deben ser la tradición, la disciplina y las normas'.
Al igual que Mary Poppins, Mónica Hernández Verdión cuenta con sus propias herramientas, aunque más convencionales que las del personaje de P. L. Travers. La preparación académica, la responsabilidad y el afecto por los niños son el currículo que muestra al mercado en el que ofrece sus servicios y que se circunscribe fundamentalmente a Marbella. El precio: 10 euros por hora.
Hernández Verdión es exigente con sus patronos, de la misma forma que éstos lo son con ella. 'La gente cuando te entrevista quiere saber quién va a cuidar a su hijo, qué nivel cultural tienes, cómo vas a hablar a sus hijos. Y es lógico, porque los niños son como esponjas, lo absorben todo'. Es precisamente en la entrevista donde se plantea la gran cuestión para los padres: ¿tiene la persona que aspira al puesto las cualidades adecuadas para cuidar de un niño? 'A la hora de entrevistar a una niñera no hay nada mejor que tener preparadas algunas preguntas clave, para sacarle el mayor partido y tomar la decisión más acertada', explican desde el portal especializado iCanguro.
Una buena sugerencia consiste en pedir a la aspirante que explique cómo pasaría un día con los niños, qué tipo de actividades realizaría en función de la edad de éstos y si tiene imaginación y creatividad. Por supuesto, jamás deben faltar la experiencia y los informes. También es importante averiguar si cuenta con estudios superiores, si tiene nociones de primeros auxilios, si habla algún idioma, sabe cocinar e incluso tocar un instrumento. 'Entre las cuestiones que no se deben olvidar figura el hablar de la rutina que uno desee que lleven sus hijos, los principios de la niñera sobre la disciplina o aspectos como qué comida deben tomar los niños o si el niño duerme o no la siesta. A lo largo de la entrevista hay que hablar de la seguridad, para averiguar si la candidata entiende dónde están los peligros y qué haría para prevenirlos', recuerdan desde el portal infantil. Los expertos aconsejan fiarse del instinto y preguntarse si a la candidata parecen gustarle los niños o si es madura y responsable, además de sondear cuáles son sus valores y si estos coinciden con los de los padres.
El último filtro de selección: los niños
Quienes hayan leído (o visto) Mary Poppins recordarán que el inflexible anuncio escrito por Mr. Banks no llegó a su destino, sino que fue interceptado por los pequeños Banks y convertido en algo más o menos así: 'Se necesita niñera para dos niños muy buenos. La niñera que buscamos, la queremos sin verrugas; sin gruñir jamás, sabrá cantar. Con las mejillas sonrosadas, muy alegre y confiada. Que sepa hacer un buen pastel, silbar también; ha de darnos golosinas, no debe oler a naftalina (...)'. Sin llegar al extremo de permitir que sean los niños los que seleccionen a su niñera o que exijan que ésta sea sonrosada y destaque por su ausencia de verrugas, los expertos aconsejan observar atentamente cómo los pequeños acogen a la candidata y si se encuentran o no a gusto con ella. 'Ninguna niñera es perfecta, pero lo que sí está claro es que es imprescindible que tenga unas cualidades dignas de tener en sus manos el cuidado y la educación de un niño', recuerdan desde iCanguro. Esas cualidades pasan, antes de nada, por una condición sine qua non: deben gustarle los niños. 'Cuando no trabajo como niñera, sino sólo en mi empresa, noto que me falta algo. Me encantan los niños, elevan el espíritu', afirma Mónica Hernández Verdión. Además de su preparación académica y su dominio de tres idiomas, ese afecto por los niños es una de las mejores cartas de presentación de esta niñera. 'Conozco a una madre que lleva cinco años intentando contratarme, pero no quiere pagar lo que cobro por mis servicios. Los padres quieren una niñera perfecta, pero no quieren pagar por ella', concluye.