El miedo al futuro pesa sobre el sector
El verdadero reto que tienen por delante las empresas de telecomunicaciones es el de encontrar modelos de negocio que aporten ingresos. Las perspectivas de los servicios tradicionales de voz son de beneficios a la baja o de estabilidad en el mejor de los casos'. Así resumía esta semana un gestor de fondos la coyuntura de la industria europea de telecos. La cotización del sector ha concluido en pérdidas por tercera semana consecutiva (-0,43%). Tras un excelente desempeño bursátil, que les ha llevado a revalorizarse más de un 26,3% desde agosto, las telecos han tenido que afrontar ahora el temporal desatado por Deutsche Telekom el domingo pasado, al anunciar el segundo profit warning (advertencia sobre beneficios) de los últimos seis meses. La operadora alemana informó de que su beneficio bruto operativo (Ebitda) será de 19.000 millones, frente a la previsión inicial de un rango de entre 19.700 y 20.200 millones. Los expertos coinciden en que se trata de un problema particular de Deutsche Telekom, pero que también pone de manifiesto las complicaciones de un mercado, no solamente muy maduro, sino presa de una fuerte competencia.
'Hay que ser selectivos y la situación no es la misma en cada país, pero la foto global es la de un sector maduro, con un crecimiento muy moderado. Las posibilidades de crecer más empiezan a limitarse exclusivamente a la adquisición de otras operadoras', expone Luis Padrón, de Fortis. El banco suizo Credit Suisse pronostica que la industria de telefonía experimentará un crecimiento ligeramente superior al 1% este año, para pasar luego a ser inferior al 0,5% durante los tres años siguientes.
Ante este panorama, los expertos empiezan a anticipar un año bursátil aburrido para el sector. 'Estamos neutrales', admite Álvaro Urién, de la sociedad de valores Fineco. 'Los flujos de caja son elevados, pero estables y el sector parece ahora bien valorado. Es cierto que fue excesivamente castigado el año pasado y que, en un entorno bursátil negativo, las telecos podrían hacerlo bien, porque todas las noticias negativas ya están descontadas en las cotizaciones', admite este analista. 'Pero también es verdad que estamos expuestos a otro profit warning en cualquier momento', advierte Urién.
'Ese es el problema de una compañía como Telefónica: tiene una buena gestión, una buena imagen de servicio y un potencial de revalorización fácil del 10% o incluso el 20% si se tiene en cuenta el negocio de O2 (Reino Unido) y América Latina, pero le pesa el sector, le pesa el no potencial de los demás', apunta Álvaro Alonso, de Inversis. 'Siempre hay alguna compañía creando incertidumbres y mientras eso suceda, será difícil que haya grandes entradas de dinero, que son las que hacen subir en Bolsa a un valor', corrobora Luis Benguerel, operador de Interbrokers.
'La situación en el mercado sigue siendo difícil, fuete competencia, presión en los márgenes e ingresos planos', diagnostica Jerôme Schupp, analista de Banque Syz, que desgrana las claves que determinarán la cotización de los valores: captación de nuevos clientes, crecimiento de los ingresos por usuario, control de los costes, rentabilidad por flujo de caja y programas de recompras de acciones.
Un gestor señalaba esta semana que el problema es que 'muchas de las cosas que se esperaba que funcionasen, no lo han hecho. En particular, la telefonía de tercera generación'. La gran transformación de las telecos ha sido la de convertirse en una suerte de utilities, al estilo de las eléctricas: gran capacidad para generar flujos de caja, pero poca para proporcionar emociones en Bolsa.
El mercado premia la gestión de Telefónica
Sin llegar al extremo de un gestor que afirmaba este viernes 'me compro Telefónicas y me fumo un puro de lo tranquilo que me quedo', el hecho es que inversores y analistas respaldan a la operadora española. La compañía lleva cinco sesiones consecutivas al alza (una subida del 1,1%) y gana casi un 4,5% en el año.'Telefónica mantiene una valoración atractiva a pesar del reciente rally bursátil subió un 28,3% en 2006, gracias al elevado crecimiento estimado en beneficios, una buena diversificación geográfica, una atractiva política de retribución al accionista y una elevada generación de caja', resume Alberto Morillo, analista de Consulnor.Los últimos resultados publicados por Telefónica ponen de manifiesto esta diversificación geográfica. En el acumulado del tercer trimestre de 2006, España representaba el 38% de los ingresos por región; América Latina, un 35%; Europa, un 26% y el resto del mundo, un 1%. En principio, está previsto que la compañía presente el balance del año pasado el próximo 1 de marzo.'Telefónica tiene un equipo de gestión magnífico y eso es básico en una industria como ésta. El equipo ha sabido reaccionar muy bien ante los problemas de la línea fija, introduciendo la banda ancha para Internet', valora Jaime Villalonga, gestor de Morgan Stanley. 'Eso sí, cuando un valor como éste ya figura como sobreponderado en todas las carteras de las grandes casas de inversión, es difícil que proporcione fuertes revalorizaciones', avisa este especialista.El apalancamiento necesario para comprar la británica O2 hizo de Telefónica la operadora más endeudada de Europa. Pero Morgan Stanley prevé que el ratio deuda neta sobre Ebitda se sitúe este año en un rango razonable de 2,2 veces y caiga hasta 1,8 veces el año que viene. La compañía ha fijado en 1.500 millones el límite neto de inversión en nuevas adquisiciones, dentro de su compromiso de mantener unos ratios de deuda manejables.