Sanidad rompe con las cadenas de restauración por el 'caso Burger King'
Sanidad endurece su lucha contra la obesidad
La obesidad engulle cada año en España la nada despreciable cantidad de 3.000 millones de euros. O lo que es lo mismo, el 7% del gasto sanitario total. Uno de cada dos españoles adultos pesa ya más de lo recomendable y el 8,5% de los niños y jóvenes españoles es obeso. Hace una década el sobrepeso era un problema estético, hoy se ha convertido en un lastre económico y de salud. Para nadie es un secreto que ser obeso incrementa de forma notable el riesgo de padecer trastornos cardiovasculares, diabetes y cáncer, y puede llegar a mermar hasta 10 años la esperanza de vida.
'Si no se lucha activamente se convertirá en un problema de salud pública. En Europa, sólo Gran Bretaña nos adelanta en obesidad infantil'. Lo dijo ayer la ministra Elena Salgado durante la presentación del libro Nutrición, actividad física y prevención de la obesidad y antes de anunciar nuevas medidas para prevenir este problema entre los jóvenes y los menos jóvenes.
La titular del departamento de Sanidad anunció que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria tendrá nuevas competencias para planificar, coordinar y desarrollar estrategias que fomenten la información, la educación y la promoción de la salud en el ámbito de la nutrición y la obesidad. A partir de la entrada en vigor de la nueva Ley de Consumo, la agencia no sólo estará legitimada para acudir a los tribunales siempre que considere que una empresa pone en peligro la seguridad alimentaria de los ciudadanos, también cuando una publicidad engañosa sobre las propiedades saludables de los alimentos atente contra la salud pública.
La obesidad se ha convertido en una cruzada para la ministra, pero no hasta el punto de atentar contra el derecho a la asistencia sanitaria. Ayer, Salgado negó rotundamente que su equipo se haya planteado en algún momento adoptar medidas como las que se están discutiendo en Reino Unidos para restringir el acceso al Sistema Nacional de Salud a fumadores, alcohólicos y obesos que hayan dado muestras reiteradas de no querer cambiar de hábitos de vida. 'No hay que olvidar, recordó la ministra, que estamos hablando de enfermos', refiriéndose a la noticia que ayer publicaba el rotativo británico The Independent.
Sin embargo, Salgado no quiso concluir su comparecencia sin anunciar que el affaire Burger King ha terminado por distanciar al Ministerio de Sanidad y a la patronal de comida rápida, Fehrcarem, que en 2005 se comprometió, entre otras cosas y por convenio, a no publicitar raciones gigantes como aportación a las medidas tomadas para prevenir la obesidad en el marco de la llamada estrategia Naos. Por esta estrategia, la industria alimentaria española se comprometió reducir paulatinamente los porcentajes de sodio, sales y grasas trans (causantes del colesterol) de los alimentos.
Sanidad ha decidido denunciar este convenio por los 'reiterados incumplimientos' de uno de los asociados, concretamente Burger King. Esto significa que a partir de ahora Burger King y la citada federación no son considerados colaboradores de la Estrategia Naos y el pacto 'se estima nulo'.
Una vez roto el acuerdo, el ministerio suscribirá convenios con las empresas que integran esta federación a título individual. Las primeras compañías que han firmado han sido Vips y McDonald's, 'lo que demuestra, dijo la ministra, que no existe ninguna animadversión por mi parte hacia la industria de las hamburguesas'.
Tres millones de niños obesos en Europa
La dieta obesogénica se caracteriza por una amplísima disponibilidad de alimentos y bebidas, la mayoría manufacturados, con alto contenido energético, rica en grasas saturadas y trans, sal, azúcares refinados y baja calidad nutricional, en raciones cada vez más grandes, altamente sabrosas y poco saciantes, de fácil preparación culinaria y relativamente económicas. En esta dieta la comida rápida y las bebidas blandas están sobredimensionadas.Dicen los expertos que todos estamos expuestos a caer en la comida fácil, pero el consumo de esta dieta por niños y adolescentes se ve favorecida por múltiples factores, como su mayor disponibilidad económica y de autonomía para la selección, compra y consumo de alimentos y bebidas, el gran número de oportunidades para consumirla durante todo el día y en cualquier lugar y la influencia creciente y omnipresente de la publicidad y el marketing.La consecuencia es que en la Unión Europea hay más de 14 millones de niños y adolescentes con sobrepeso y 3 millones son obesos. Eso significa que uno de cada cuatro niños pesa más de lo que es aconsejable para la salud.Los expertos responsabilizan a los gobiernos, la industria y los padres de la obesidad de los más pequeños y dan en el libro que ayer presentó Elena Salgado, Nutrición, actividad física y prevención de la obesidad, un puñado de recomendaciones a cada uno de ellos para evitar la pandemia del siglo XXI.Consejos para los padres. Lo primero, sin duda, es aumentar sustancialmente el consumo de frutas, vegetales, grano entero, legumbres, frutos secos y pescado en el hogar. Fuera las grasas trans, de las que están llenas los productos manufacturados y las bolsas de aperitivos. La comida en familia y en casa, dicen los expertos, también beneficia a la salud, así como evitar comer entre horas. Mejor agua y leche para beber que refrescos azucarados y por supuesto evitar usar los alimentos como premio y castigo.Un ambiente obesogénico se caracteriza por el uso preferencial de los vehículos de motor. La vida saludable favorece la caminata, el uso de escaleras y la bicicleta. Está demostrado que la televisión y las nuevas tecnologías favorecen el sobrepeso, entre otras cosas, porque están llenas de anuncios que fomentan el consumo de alimentos ricos en grasas trans y bebidas azucaradas. Médicos y nutricionistas recomiendan que los niños no tengan televisión en su habitación y que hagan ejercicio físico con regularidad. El juego al aire libre es la mejor manera de prevenir esta enfermedad.