La cruzada de Salgado
La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, se ha propuesto acabar, o al menos reducir considerablemente, la lacra de la obesidad. Un problema sanitario de primer orden, especialmente para las generaciones más jóvenes. Pero también un problema de calado económico. Atenderlo supone unos 3.000 millones anuales, es decir, el 7% del gasto sanitario en España. Para abordar la cuestión, Salgado ha tomado dos caminos. En primer lugar, dotarse, a través de la recientemente aprobada Ley de Consumo, de los mecanismos legales precisos para actuar contra las empresas que pongan en peligro la salud alimentaria de los ciudadanos. En segundo, romper el convenio suscrito con la patronal de comida rápida que recogía un pacto sobre el uso de materias que aumenten el colesterol y sustituirlo por convenios individuales, como los cerrados con Vips o McDonald's. La ministra está, una vez más, en la línea correcta.