Hacienda acerca la lupa a las casas
La inspección de Hacienda se propuso hace un año acercar la lupa a uno de los sectores con más crecimiento, inflación de precios y opacidad fiscal de los últimos ejercicios: el inmobiliario. Los primeros resultados anunciados ayer por la Agencia Tributaria revelan avances espectaculares; pero hay que ponerlos en su justa dimensión, dado que la acción inspectora se desarrollaba en un terreno virgen y con abundancia de negocio. Da la impresión de que el recorrido de la labor fiscalizadora en el sector sigue siendo colosal, puesto que únicamente se avista la punta de un enorme iceberg fraguado en los últimos ocho años.
En un vasto intento de confección casi registral, por otra parte accesible si el catastro está convenientemente actualizado, Hacienda ha logrado que 4,3 millones de contribuyentes revelen que tienen al menos una segunda vivienda, y que 1,36 millones reconozcan obtener ingresos del alquiler de algún inmueble, ya sea residencial o comercial. De proseguir a este ritmo, terminará conociendo, como es su intención y su obligación, la vida tributaria de cada metro cuadrado del país, sea urbano o rural, edificado o no. Pero llama la atención que, a juzgar por los propios datos del Ministerio de la Vivienda, una parte notable del parque inmobiliario residencial sigue en zona de sombra para Hacienda, pues las casas no principales detectadas en el censo que maneja el departamento que dirige María Antonia Trujillo superan los siete millones.
La lupa se ha acercado al proceso inicial de la urbanización, desde las juntas de compensación a las promotoras, donde la generación de plusvalías coloca el primer eslabón de una cadena fácil de seguir. Pero Hacienda no debe descuidar otras actividades, porque, aunque el cumplimiento de las obligaciones fiscales está en una de las cotas más altas a juzgar por la evolución de los ingresos, y en buena parte por la presión fiscalizadora, la tecnología evasiva fiscal y financiera suele ir más deprisa que los funcionarios de la inspección.