La actividad del Fogasa repunta a pesar de la buena marcha del empleo
Los beneficiarios del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) han aumentado un 18% este año. La buena marcha del empleo no ha reducido los casos de impagos de empresas a sus trabajadores.
En contra de todo pronóstico, el enorme dinamismo del mercado laboral y de la economía en general, no ha reducido los casos en los que las empresas dejan de pagar los salarios a sus trabajadores, por declararse en quiebra, o simplemente al atravesar dificultades financieras.
Más bien ha ocurrido lo contrario. Entre enero y mayo (últimos datos disponibles), los beneficiarios de prestaciones del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) -que abona los salarios y las indemnizaciones impagadas por las empresas a sus empleados- han aumentado un 18%, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo.
En concreto, un total de 32.496 trabajadores cobraron estas prestaciones frente a los 27.573 que las recibieron en el mismo periodo del año anterior. Consecuentemente, también aumentó el importe global de estas ayudas, que pasó de 90,5 millones de euros en los primeros cinco meses del año pasado a 119 millones en el presente ejercicio.
La prestación media recibida por cada trabajador asciende en lo que va de año a unos 3.700 euros. Y el número de empresas que dejó de pagar a sus empleados entre enero y mayo pasado ascendió a 12.066, un 9% más.
Tres de cada cuatro trabajadores resultaron impagados porque su empresa se declaró insolvente, mientras que los restantes (7.538 empleados) acudieron al Fogasa provenientes de un Expediente de Regulación de Empleo.
Además, el 80% de los trabajadores que resultaron afectados por impagos pertenecían a empresas de menos de 24 trabajadores.
Todos estos datos concuerdan con las cifras de sociedades mercantiles que se han disuelto entre enero y junio pasado, que suman 747, un 13% más que en ese periodo del año anterior.
En cualquier caso, el gasto del Fogasa aumentará en los próximos meses por las mejoras de las prestaciones introducidas en la última reforma laboral. Así, en caso de salarios adeudados, la cuantía máxima de salario abonable pasa del doble al triple del Salario Mínimo Interprofesional (SMI); se eleva el número máximo de días abonables de 120 a 150 días y se incluye la parte proporcional de las pagas extras.
Para las indemnizaciones por despido la base de cálculo pasa de 25 a 30 días por año trabajado y se amplía el tope de la indemnización del doble al triple del SMI.