Hipotecarse por segunda vez
Las vacaciones suelen ser un momento tentador para hacer planes de compra de una segunda vivienda. Aquellos que hayan descubierto en sus paseos estivales por la playa o la montaña el rincón perfecto en el que pasar los próximos veranos han de saber que las hipotecas que se conceden para la compra de una segunda vivienda llevan aparejados, en términos generales, unos tipos de interés más elevados que para la residencia habitual y unas condiciones de financiación más exigentes.
Los clientes que solicitan una segunda vivienda suelen tener prácticamente pagada su primera casa y disfrutan de un poder adquisitivo mayor, ingresos estables y un excedente presupuestario con el que permitirse el lujo de adquirir otra casa, una vez cubierta la necesidad de la vivienda habitual. Además, tienen que contar con que la segunda vivienda no tiene ventajas fiscales y no sirve para desgravar en la declaración de la renta.
Fuentes financieras reconocen que el tipo de interés que se aplica a las hipotecas de segunda residencia suele ser superior al de la primera hipoteca, entre 0,25 y 0,50 puntos más caro, según estiman en Caja Duero. Sin embargo, más allá de la norma general, algunas entidades bancarias aseguran esforzarse en que las condiciones para segunda vivienda no sean mucho más gravosas que para la hipoteca habitual. Tal es el caso de Caja Madrid, que ofrece las mismas condiciones de partida en sus hipotecas para primera y segunda residencia, con una financiación del 85% del valor de tasación a un plazo máximo de 30 años.
BBVA mantiene el mismo tipo de interés, pero endurece las condiciones de financiación, de modo que concede créditos por el 70% del valor de tasación de la vivienda, frente al 100% de su hipoteca habitual, y reduce el plazo de amortización de 40 a 30 años. De hecho, las hipotecas para una segunda vivienda se conceden a plazos generalmente inferiores.
Banco Popular recorta el plazo de amortización de los 30 años de la primera hipoteca a los 20 años de la segunda. Santander, aunque financia hasta el 80% del valor de tasación de la casa, ofrece un plazo máximo de amortización de 25 años, que se reduce a 20 años para los clientes no residentes, uno de los nichos de negocio más prometedores en la concesión de hipotecas de segunda vivienda. Barclays, una de las entidades más activas con clientes extranjeros, ofrece a los no residentes hipotecas a un plazo máximo de 30 años y una financiación del 80%.
La banca online, la más agresiva en precio para la primera vivienda, también ofrece tipos de interés más reducidos en segunda residencia, si bien los plazos de amortización son más cortos y rondan un máximo de 20 años, con una financiación que oscila entre el 80% y el 60%.