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5D. Guía para el inversor

Cómo sacar partido a la mejor racha de salidas a Bolsa en siete años

Antes de comprar títulos de una compañía que se estrena en Bolsa conviene leer bien el folleto y analizar resultados y valoraciones

Salir a cotizar a Bolsa es el sueño de muchas empresas. El objetivo prioritario es conseguir financiación para la expansión del negocio, pero también se busca un reconocimiento a nivel nacional e internacional. 'Es una manera de promocionarte a buen precio. Hay muchos millones de personas que siguen la Bolsa y saben que las empresas que quieren salir a cotizar han tenido que cumplir unos requisitos financieros y de seguridad jurídica', explica Javier Barrio, de CM Capital Markets.

La mejora que ha tenido la renta variable en los últimos tres años y medio -el Ibex ha subido un 92%- ha sido terreno abonado para las salidas a Bolsa en 2006. Seis empresas han saltado ya al mercado (Renta Corporación, Parquesol, Grifols, Astroc, GAM y Técnicas Reunidas) y otras tres lo harán antes de que finalice el mes (BME, Lanetro y Riofisa). La oferta más extensa desde 2000.

Todas las OPV se han concentrado entre abril y julio. 'Históricamente está demostrado que el mejor momento para realizar una OPV es a finales del primer semestre', comenta Barrio. Parquesol y GAM tuvieron la mala suerte de debutar con pérdidas, del 5,43% y del 7,48%; el resto reportó unas plusvalías a los inversores que oscilaron entre el 1,47% de Técnicas Reunidas y el 15,7% de Grifols.

El primer día de cotización es importante, pero el resultado depende mucho de cómo transcurra el periodo anterior, el que se inicia con el visto bueno del folleto de la OPV por parte de la CNMV. Durante este tiempo, el interés de los potenciales accionistas por la compañía que va a salir a Bolsa se mide por la demanda de títulos. Aquí confluyen muchos factores: la valoración, los riesgos de negocio y las previsiones de resultados, entre otros.

Pero hay algo que la propia empresa no puede controlar o definir, que es el hecho de que el entorno bursátil se vuelva en su contra.

El Ibex cerró mayo con un recorte del 4,64%. Todas las Bolsas del mundo iniciaron el día 10 una corrección tras la penúltima subida de tipos de interés de Estados Unidos, al 5%, y que la Reserva Federal dejara en el aire sus próximas actuaciones. Los inversores empezaron a hacer caja y la volatilidad de los mercados se disparó a niveles de más de un año. A mayor incertidumbre, menor apetencia por papel nuevo. Y eso fue lo que pasó con las dos últimas empresas que presentaron sus ofertas.

GAM tuvo que rebajarla un 32% en el tramo internacional ante la escasa respuesta de los fondos foráneos. El precio definitivo de la OPV se situó por debajo de la horquilla inicial (8,25 euros, frente a una banda orientativa de 9 y 12 euros).

Técnicas Reunidas se vio forzada a hacer prácticamente lo mismo, y redujo el rango de precios una media del 20%. 'A mí me parece positivo lo que han hecho. Antes si no cubrías una oferta, cancelabas la transacción. Ahora se ha perdido ese tabú. Los inversores se han vuelto más exigentes, pero aceptan que los precios iniciales se tengan que rebajar y a los emisores no les importa tener que hacerlo', explica Inma Ramos, directora de Equity Capital Markets en BNP Paribas.

Efectivamente, el mercado parece estar conforme con las últimas actuaciones. GAM y Técnicas Reunidas acumulan rentabilidades del 13,9% y 8,47% desde sus estrenos en Bolsa. Son de las más bajas (Astroc y Grifols suben el 107% y 44%), pero las hay que están en negativo, que es el caso de Renta Corporación y Astroc, que pierden el 16% y 27%.

Entre las empresas que han salido a Bolsa hay más elementos comunes que diferenciadores. Tres pertenecen al sector inmobiliario, lo que convierte a la Bolsa española en la segunda con mayor número de este tipo de compañías por detrás de la del Reino Unido. 'Yo encuentro dos motivos que explican esta avalancha. Uno es el querer hacer caja después de unos años de bonanza y el otro, la percepción de que el futuro va a ser menos positivo; las tasas de crecimiento de los últimos años son insostenibles en un entorno de tipos de interés al alza', según opina Javier Barrio.

Pero muchos inversores comienzan a estar saturados de tanto papel inmobiliario. Es un fenómeno que se está produciendo en toda Europa, pero en países como Alemania, Francia y Holanda ya ha habido cancelaciones en las dos últimas semanas de junio. En la Bolsa española hay 13 inmobilarias y con Riofisa subirá el número a 14.

'Otro elemento común con Europa es el tamaño de las empresas, con valoraciones por debajo de los 1.500 millones de euros', dice Inma Ramos. Al respecto, Javier Barrio, señala que 'las entidades grandes de verdad ya están casi todas en Bolsa. Obviamente queda El Corte Inglés, pero tiene tal capacidad de obtener financiación, que no le hace falta estar en Bolsa. Las empresas más pequeñas tienen menor disposición de negociación financiera'.

También, la mayoría de las compañías ha optado por no incluir tramo minorista en sus OPV; ha sido sólo el caso de Renta Corporación y Técnicas Reunidas. Los particulares tienen ahora una nueva oportunidad con BME y Riofisa. 'Puede parecer que los grandes quieren repartirse entre ellos mismos el pastel, pero no es así. A los emisores les resulta más rápido y barato hacer una oferta sólo a institucionales', comentan desde CM Capital Markets.

GAM es la que más capital ha sacado a Bolsa, un 55,2% con 12.500.000 acciones, y la que más ingresos ha obtenido (332 millones). Pero la OPV de mayor tamaño será la de BME, que se estrena el 14 de julio, y que arranca con una valoración inicial entre los 2.200 y los 2.800 millones de euros.

El importe de las seis primeras OPV del año asciende a 1.434 millones. Esta cifra coloca a la Bolsa española entre las menos activas. En EE UU se han producido 124 estrenos por 17.791 millones de euros. Países como Holanda, Reino Unido, Japón, Francia, Italia y Alemania están también por delante. 'La reactivación de salidas a Bolsa se produjo en 2004, en 2005 se paró y en 2006 ha tenido esta pequeña erupción. El desfase con Europa obedece un poco al trámite que tienen que seguir las pequeñas compañías; tienen que tener una estructura societaria determinada, un gobierno corporativo, necesitan adecuar sus resultados a normas internacionales... Todo esto lleva su tiempo y si es una pequeña compañía tarda más', subraya Inma Ramos.

El balance que hacen los analistas con las nuevas compañías de la Bolsa es, en líneas generales, 'positivo'. Esta percepción optimista se mantiene de cara a los próximos estrenos, el de BME, Lanetro y Riofisa. La valoración de estas dos últimas (entre 773 y 1.031 millones, y 812,4 y 947,8 millones), parece adecuada para el mercado. Otra cosa es el medio plazo.

BME saldrá a un máximo de 33,50 euros por acción (2.800 millones), en la parte alta de la banda orientativa. Jordi Padilla, de Atlas Capital, reconoce que este precio es elevado, pero en cualquier caso está justificado 'por su capacidad de crecimiento, la posibilidad de que se incorpore al Ibex y la percepción de que la OPV tendrá una buena acogida'. Aparte, está también el hecho de que participe en el movimiento de concentración que vive el sector. BME reconoció en el folleto de la OPV que ha tenido contactos con Deutsche Börse para negociar una posible fusión.

Con vistas al segundo semestre, parece que el mercado estará más tranquilo. 'Por el tiempo que necesitas, como muy pronto habría una oferta en octubre', apunta Inma Ramos. La experta no descarta que la Bolsa reciba en los próximos meses otra inmobiliaria y alguna compañía relacionada con el sector de medios de comunicación o de telecos.

'La percepción de la OPV ha cambiado. El inversor busca ahora crecimientos muy fuertes y va a cuestionarlo para comprar. Pero hay una vía más fácil para obtener una rentabilidad, que es buscarla vía dividendos', dicen en BNP Paribas.

Por su parte, Javier Barrio recomienda leer los folletos registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y fijarse en ratios como el PER, veces que el precio de la acción contiene el beneficio, o el V/Ebitda, relación entre el valor de la compañía y el beneficio bruto operativo. 'También es importante buscar asesoramiento, aunque muchas veces los bancos están comprometidos con la OPV'. 'El particular interesado en una oferta debería seguir también la prensa que se le hace a la compañía', dice.

Hechos notables de las últimas seis salidas a bolsa

Previsión de doblar el beneficio en tres añosRenta Corporación articuló su salida a Bolsa mediante una OPV, para dar liquidez a sus accionistas, y una OPS, para captar recursos con los que comprar nuevos inmuebles. La compañía fijó el precio de salida (29 euros) con la ayuda de su coordinador, Morgan Stanley, sin consultar a un experto externo. A día de hoy la acción está por debajo de la parte baja de la banda de precios inicial (entre 25 y 30 euros). En un gesto de confianza, un mes después del estreno, su consejero delegado, Luis Hernández, anunció la compra de 110.000 títulos en el mercado. El núcleo duro, que aún controla más del 50% del capital, se ha comprometido a no vender títulos en un plazo de 180 días desde la OPV. La empresa tiene un plan estratégico 2005-2008 con el que pretende doblar el Ebitda y el beneficio neto. Su política de retribución pasa por repartir el 30% de las ganancias (menos que Metrovacesa y Colonial pero más que Fadesa). Su deuda financiera neta aumentó en el primer trimestre hasta los 389 millones de euros.Caja Burgos compró en enero un 18% más baratoDe las seis empresas que han salido a Bolsa en 2006, Parquesol es la que peor comportamiento acumula, al caer un 27,7%. La empresa fijó el precio para estrenarse en el parqué con ayuda de su colocador, UBS, y sin consultar a un experto externo. La banda inicial de precios fue de entre 25 euros y 20 euros, aunque al final debutó el 4 de mayo a 23 euros. Parquesol reconoce en su folleto de OPV que el 21 de febrero Caja Burgos compró el 5% del capital a 18,8 euros por acción, un 18% por debajo de la valoración de la OPV. La familia Fernández Fermoselle se ha comprometido a no reducir su paquete por debajo del 50,1% en dos años. Parquesol prevé destinar el 35% de sus beneficios a dividendos. La compañía, antes salir a Bolsa, tenía ya comprometidas inversiones por 284 millones de euros para 2006. En el primer trimestre de 2006 el resultado neto creció un 230%, hasta los 12 millones. La deuda subió un 6% hasta los 475 millones. Parquesol no incluye en su folleto previsiones de beneficios futuros.Un crédito limita el reparto de dividendosTras su fallido intento de salir a Bolsa en 2004 (fijó un precio máximo de 3,3 euros, un 33% más barato que la valoración con la que debutó el pasado 16 de junio), Grifols firmó en 2005 un crédito sindicado de 225 millones de euros. Este préstamo incluye una cláusula en relación al pago de dividendos. La compañía señala en el folleto que es su intención mantener una política de retribución del 15% del beneficio consolidado. Sin embargo, reconoce que el crédito 'prohíbe' el reparto de dividendos por un importe anual superior al 10% del beneficio bruto, 'salvo que la ratio deuda financiera / Ebitda hubiera sido igual o inferior a tres'. El crédito impide también que la familia Grifols (32% del capital) rebaje su participación por debajo del 10%. La compañía, que comercializa hemoderivados, reconoce que sus ingresos futuros dependerán en gran parte de su acceso a las fuentes de plasma en EE UU, que representan el 81% de sus necesidades. Esto hace que también sea sensible al tipo de cambio.El presidente ha vendido el 4,4% tras la OPVEl valor de Astroc se ha doblado dos meses después de su salida a Bolsa. Fue una OPV pequeña (25% del capital) y hasta cierto punto bajo control ya que antes del estreno, Caixa Galicia y Banco Sabadell se habían comprometido a comprar el 5% cada una. El único oferente fue el presidente de Astroc, Enrique Bañuelos. Tras recaudar 193 millones de euros en la OPV, Bañuelos ha seguido vendiendo títulos en el mercado, concretamente un 4,4% adicional. La última venta se realizó el 14 de junio a 10,8 euros (salió a Bolsa a 6,4 euros). Las ventas pueden continuar ya que si bien Bañuelos se compromete en el folleto de OPV a que su participación no baje por debajo del 51% antes de un año (ahora tiene el 70,6%), también reconoce que se ha comprometido, 'siempre y cuando las condiciones de mercado lo hicieran aconsejable', a que en un plazo no superior a 12 meses tras el registro del folleto, puede vender 'hasta un 20% adicional', bien mediante una OPV, una OPS o la combinación de ambas opciones.Llegan accionistas tras la baja demanda inicialEl 9 de junio GAM salió a Bolsa a 8,25 euros por acción, por debajo de la banda fijada inicialmente (entre 12 euros y 9 euros) debido a la escasa demanda de una oferta dirigida sólo a institucionales. Sin embargo, la acción se ha recuperado (sube un 13.9% desde el estreno) al calor de la llegada de accionistas de referencia al capital de la empresa de alquiler de maquinaria. Primero fue la BBK quien comunicó a la CNMV la compra del 5%, le siguió la entrada del hedge fund Ako Master, con el 6,1%, posteriormente la gestora Fidellity reveló que se había hecho con el 7%, y el último accionista de referencia en unirse al proyecto ha sido la familia Hinojosa (ex dueña de Cortefiel) con la adquisición del 5%. GAM reconoce en su folleto que no pagará dividendos este ejercicio. La empresa incluye como uno de sus riegos la dependencia de su presidente y consejero delegado, Pedro Luis Fernández, para el que se ha establecido un plan de incentivos relacionado con el precio de la OPV y la posterior marcha de la acción.Baile de valoraciones en un firma con alta cajaEl mercado ha asistido a un gran baile de valoraciones antes de la salida a Bolsa de Técnicas Reunidas. El 5 de octubre de 2005, el Santander vendió su 38% a 4,47 euros por acción. Sin embargo, la primera banda de valoraciones que fijó la compañía para su OPV fue de entre 25 y 20 euros. La baja demanda forzó posteriormente a Técnicas Reunidas a reducir sustancialmente su banda, situándola entre los 19 y 17 euros. æpermil;ste último fue finalmente el precio elegido para hacer el debut bursátil. Al contrario que la mayoría de las OPV de 2006, donde las empresas presentan un elevado endeudamiento, la empresa de ingeniería cuenta con una atractiva caja. A 31 de marzo de este año su posición neta de tesorería alcanzaba los 251 millones de euros. La compañía explica en su folleto que su objetivo 'en relación con el ejercicio cerrado a 31 de diciembre de 2006 y los ejercicios siguientes es lograr distribuir un dividendo de entre el 40% y el 50% del beneficio neto consolidado'.

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