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Yell recibe ocho ofertas de compra por TPI Latinoamérica

Nada apunta a que Yell desee vender el negocio latinoamericano de TPI, pero si quiere hacerlo no tendrá problema alguno. La británica dice haber recibido ocho ofertas de compra por estos activos y en el acuerdo firmado por Telefónica las restricciones a la reventa se suavizan para esa zona. La española tendría derecho de tanteo.

Fue el propio consejero delegado de Yell, John Condron, quien disparó las especulaciones sobre una posible venta del negocio de TPI en Latinoamérica. En una conferencia organizada por Merrill Lynch a mediados de mes, el ejecutivo sorprendió a analistas y gestores de fondos con el anuncio de que ha recibido ocho ofertas para comprar estos activos, y eso que la opa sobre TPI acaba de comenzar y la compañía no será propiedad de Yell hasta finales de julio.

La todavía filial de Telefónica obtiene el 21% de sus ingresos y el 13% de su Ebitda del otro lado del Atlántico, donde opera en cuatro países: Argentina, Chile, Perú y Brasil. Sin embargo, los 139 millones de euros de facturación de estos negocios en 2005 supondrán sólo un 3% del resultado de Yell, una vez integrados en la editora británica de páginas amarillas.

Aunque Condron no habló de venta y dijo aludir a las ocho ofertas como muestra de la fortaleza y el valor de esos activos, Yell se ha asegurado de que, en caso de que quiera desinvertir, las puertas estén bastante abiertas.

La operadora española se reserva el derecho de tanteo ante posibles desinversiones

Así consta en un documento oficial de la británica donde se detallan los compromisos asumidos por la vendedora -Telefónica- y la compradora -Yell- para el presente y el futuro de TPI. Según estos acuerdos, la compradora no podrá 'revender, asignar o transferir' acciones o activos significativos de TPI a otra firma que provea servicios de telecomunicaciones en ninguno de los países donde opera Telefónica. El plazo de duración de este compromiso es de tres años desde la materialización de la venta de TPI.

Pero este pacto tiene una salvedad. Simplemente, no es de aplicación en determinados países de Latinoamérica. A cambio de la ausencia 'de restricciones', dice el documento de Yell, Telefónica se ha reservado 'el derecho de tanteo' sobre los activos que hipotéticamente se pongan en venta.

'Expresiones de interés'

Yell reiteró ayer que las declaraciones de su consejero delegado tenían por objetivo transmitir a los analistas el valor de TPI y que las ofertas a las que aludían los gestores presentes en la conferencia de Merrill Lynch son 'potenciales expresiones de interés'. Añaden, asimismo, que en ningún momento habló Condron de la posibilidad de vender el negocio latinoamericano a corto plazo. Y recuerdan que TPI tiene posiciones de liderazgo en regiones de ese continente con alto crecimiento.

En la compañía española también descartan la desinversión, pero en el sector consideran que no sería una mala opción a medio plazo. Estas fuentes apuntan a que los primeros cambios pueden darse en Brasil, donde Yell podría vender la filial de TPI o cerrarla, por los resultados que ha conseguido desde su lanzamiento. Esta participada es la única de la zona que sigue luciendo pérdidas en la última línea de su cuenta de resultados.

Por el momento, Latinoamérica en su integridad está incluida en los planes de negocio de Yell para los próximos años. De hecho, la británica tiene la esperanza de que estos activos lideren el ranking por ritmo de crecimiento en los próximos años. Según las previsiones comunicadas el día en que Telefónica y Yell concretaron la operación, los ingresos procedentes de esta zona crecerán a una tasa cercana al 12% hasta 2008, según la británica, una cifra sólo superada por internet.

En cualquier caso, Yell no es la única que ha asumido compromisos en la compraventa de TPI. También Telefónica ha accedido a no adoptar determinadas decisiones, como la reincursión en el negocio de las páginas amarillas. Ahora que ha comprado TPI, Yell no quiere más competencia.

Por un periodo de tres años, la operadora española 'se abstendrá directamente o por medio de terceros' de 'iniciar o desarrollar' cualquier actividad relacionada con la edición de guías, en una prohibición que alcanza España, Brasil, Argentina, Chile, Perú, Italia y Francia.

Por supuesto, Telefónica podrá seguir prestando servicios de atención telefónica en estos países, entre otras cosas porque forma parte de sus obligaciones con algunos gobiernos. También hay otra excepción. La prohibición quedará congelada si Telefónica compra un operador de telecomunicaciones que estuviera ya presente en los servicios de edición de guías publicitarias.

Un plazo de 24 horas para traspasar el consejo

Los consejeros de Telefónica en TPI se mantienen en sus puestos, pero sólo hasta que Yell tome las riendas. El presidente de la editora de Páginas Amarillas, Javier Aguilera, y el resto de los consejeros que representan a Telefónica tendrán 24 horas a partir de la liquidación de la opa para convocar 'a la mayor brevedad posible' una reunión del máximo órgano de administración. Según las cláusulas del acuerdo, el objetivo de ese consejo será el nombramiento de nuevos vocales y en él los representantes de Telefónica deberán presentar su renuncia para que Yell pueda cubrir sus puestos. Por supuesto, la británica podrá aceptar o no estas dimisiones. Entre los compromisos firmados entre ambas, Yell ha prometido que no formulará reclamación a acción alguna contra Telefónica 'por razón de vicios ocultos en TPI'. Eso sí, podrá acudir a los tribunales si observa 'dolo o negligencia grave'.

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