Más Clark Kent que Superman
El desplome bursátil de las últimas semanas y el extraordinario aumento de la volatilidad se han convertido en una prueba de fuego para numerosos hedge funds o fondos de inversión libre, como los ha denominado la legislación española reciente.
Estas sociedades poco reguladas, que gustan de apalancarse para maximizar sus beneficios, han vivido una edad de oro en los últimos años. El sector maneja ya un volumen superior al billón de euros repartido en más de 9.000 fondos.
Cientos, si no miles de estas sociedades, se han creado en los últimos tres años, coincidiendo con un momento benigno para los mercados de valores. Valga como ejemplo la revalorización del 68% que acumula el índice MSCI World desde el 31 de diciembre de 2002.
Es decir, que hasta las caídas de la pasada semana, muchos de estos fondos no habían lidiado todavía con un mercado verdaderamente negativo.
Los hedge funds tienen como virtud que son capaces de obtener rentabilidades positivas en cualquier situación de mercado, tanto buena como mala. Pero, como en las mejores familias, habrá sociedades más virtuosas que otras y unos gestores con más pericia que otros.
Y aunque es de suponer que los hedge funds van por libre, al final tienden a seguir al mercado más de lo que muchos afirman.
Así que cuando se publiquen los resultados de rentabilidades obtenidas durante el mes de mayo, será interesante comprobar quiénes han sido capaces de salvar los muebles y quiénes se han visto atrapados en la espiral de descensos y volatilidad.
Como señalaba esta semana un artículo publicado en el Chicago Tribune, al final va a resultar que la gran mayoría de los hedge funds no son el superman de los fondos, sino tan sólo un Clark Kent cualquiera, mortal como tantos otros fondos de inversión.