Francia quiere endurecer la ley para poder escoger a los inmigrantes
El Parlamento francés inició ayer el debate sobre la ley de inmigración ideada por el ministro de Interior, Nicolas Sarzkozy, quien estos días está en el ojo del huracán por el caso Clearstream, en el que se acusa al primer ministro, Dominique de Villepin, de haber involucrado falsamente a varios políticos en el cobro de comisiones ilegales, entre ellos a Sarzkozy.
La ley defendida ayer por el titular de Interior y que será votada en el Parlamento la próxima semana, pretende instaurar una inmigración 'escogida'. El texto endurece las condiciones de entrada y de permanencia de extranjeros en Francia y rompe con una política hasta ahora basada en el reagrupamiento familiar, para dar la prioridad a una inmigración ligada al trabajo.
Así, un extranjero deberá esperar 18 meses (en lugar de un año) para reagrupar a su familia. Además, deberá demostrar un salario mínimo al margen de las prestaciones sociales. El Ejecutivo establecerá cada año los sectores más necesitados de mano de obra y abiertos a inmigrantes especializados en ellos.