La Caixa cambiará los estatutos para que Fornesa siga en el cargo
La Caixa ya ha comenzado a preparar el camino para prolongar el mandato de Ricardo Fornesa como presidente de la entidad. La caja tendrá que reformar sus estatutos y elevar el límite de edad, actualmente fijado en 75 años, con el objetivo de garantizar que Fornesa, de 74 años, pueda continuar otros dos ejercicios más como máximo ejecutivo de la entidad. Su mandato cumple en el primer semestre de 2007.
Fue el pasado 27 de enero cuando el director general de La Caixa, Isidre Fainé, aprovechó una reunión con cerca de 600 directivos de la caja para pedir a Ricardo Fornesa que continuara como presidente de la entidad después de concluir su actual mandato. Una propuesta que Fornesa no sólo agradeció, sino que en ese mismo momento aceptó encantado. 'Me deja perplejo... Se lo agradezco mucho. Y si puedo seguir de presidente, pues me parece muy bien', comentó.
Fornesa, que tomó las riendas de la caja el 20 de marzo de 2003 tras la forzada marcha de Josep Vilarasau, tendría que dejar su cargo el próximo año al rebasar el límite de edad de 75 años que establecen actualmente los estatutos de la caja.
Ayer, Fainé volvió a expresar de manera contundente su respaldo a la continuidad de Ricardo Fornesa al frente de la entidad. 'æpermil;ste es mi deseo', afirmó, y reconoció que La Caixa acometerá las reformas necesarias de sus estatutos para asegurar la permanencia del actual presidente.
Un largo proceso
El proceso puede durar entre seis y ocho meses, ya que requiere primero el consenso de los grupos políticos presentes en los órganos de gobierno de la caja (consejo de administración y asamblea), la votación de la asamblea y, por último, el visto bueno de la Generalitat.
Por eso, es probable que la entidad haya iniciado ya los primeros contactos. Fuentes de la Generalitat, sin embargo, aseguran que no tienen constancia este procedimiento.
Ricardo Fornesa cumple los 75 años el próximo mes de noviembre, por lo que será en la asamblea ordinaria que la entidad celebrará en el primer semestre de 2007 cuando tendrá que llevarse a cabo su relevo o su ratificación. Para repetir otro mandato, La Caixa tendría que haber preparado el camino con antelación y elevar el tope de edad de jubilación del presidente.
Antecedentes
La última modificación de los estatutos de La Caixa se llevó a cabo en enero de 2003, con motivo de los cambios introducidos por la Ley Financiera y su incorporación a la ley de cajas catalana.
Precisamente, en esta reforma uno de los puntos más polémicos fue el de la edad. Convergencia i Unió (CiU) forzó la retirada del hasta entonces presidente de La Caixa, Josep Vilarasau, al incluir un artículo que limitaba la duración del mandato de los consejeros a 20 años. Una medida que derivó en la jubilación forzosa de Josep Vilarasau con 71 años, que se retiró tras 23 años como director general y cuatro como presidente. Fornesa, amigo de Vilarasau desde la adolescencia (ambos estudiaron el bachillerato en La Salle Bonanova de Barcelona), contaba entonces con la misma edad que Vilarasau. Actualmente, Vilarasau ocupa la presidencia de la Fundación de La Caixa.
La ley de cajas catalana, sin embargo, permite bastante flexibilidad a cada caja de ahorros para fijar o no un tope de edad para sus altos cargos, aunque matiza que 'mientras no se establezca, este límite es de 70 años'.
En su momento, La Caixa acordó fijar la edad máxima para formar parte del consejo y la comisión de control en 75 años.
Otras entidades catalanas adoptaron otras soluciones. Caixa Terrassa, por ejemplo, optó por imponer un límite de 70 años para el cargo de presidente y de 65 años para el de director general.
La caja gastará 303 millones en obra social
La entidad destinará este año 303 millones a obra social, lo que supone un 25% de su beneficio recurrente. Esta cifra representa un aumento del 20% frente a los 255 millones de 2005. Un 52% del presupuesto se canalizará a programas socioasistenciales, que concentrarán 160 millones. En medio ambiente y ciencia gastará 53 millones, mientras que en iniciativas culturales invertirá 70 millones y en programas educativos, 20 millones. En 2005, uno de cada cuatro españoles (12,5 millones) se beneficiaron de estos programas.