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5d. Hipotecas

Otro empujón para el tipo fijo

Las cifras lo dicen todo. El elevado número de préstamos a tipo variable que hay en España (el 97%) sitúan a nuestro país entre los que mayores riesgos asumen ante las alzas de los tipos de interés. La afirmación no es nueva, pero a medida que se tensa la curva de los tipos oficiales, más voces se suman a las que llevan tiempo apelando a la prudencia.

El último ha sido el Banco de España, que en el apartado denominado Portal del cliente bancario, ha publicado una serie de recomendaciones relativas a varios productos financieros entre ellos, las hipotecas a tipo variable. En este punto, además de explicar los riesgos que se asumen con su contratación (aumento de la cuota por el alza de tipos), propone algunas soluciones para mitigarlos como la suscripción de préstamos mixtos o la contratación de un seguro frente a alzas del precio del dinero.

De forma casi paralela, La Caixa presentaba esta semana un préstamo que permite combinar el tipo variable con el fijo en el porcentaje que desee el cliente y del cual resulta un tipo medio ponderado que es el que efectivamente se aplica al préstamo. Esto es, si el prestatario decide que su hipoteca tenga el 70% del importe a tipo fijo (la banda establecida por la entidad y que dependerá de la vinculación es de entre el 4,75% y el 5,65%) y el 30% a tipo variable (los índices y los diferenciales también variarán según el cliente), la tasa será la ponderación de ambos. A juicio de la entidad, este préstamo evita, en parte, la exposición directa a las oscilaciones de los tipos. La fórmula no es nueva, popular en Suecia en España lo comercializa Caja Inmaculada, bajo la denominación de Fórmula 2, y aplica el 50% del importa a tipo fijo (entre el 4% y el 4,75% en función del plazo y con descuentos para jóvenes), y el 50% a tipo variable (euribor más 1,25 puntos).

Además de esta opción, la caja catalana ha ampliado el abanico de facilidades para aplacar el efecto de un precio del dinero más alto, ofreciendo la posibilidad de elegir entre modalidades como cuota constante o creciente, periodos de carencia o tiempos de espera (en los que no se abonan ni capital ni intereses) ante situaciones críticas. Aunque no es la única entidad preocupada por el efecto que un alza continuada podría tener en los que pagan mes a mes sus préstamos, la iniciativa ha sido aplaudida.

Desde la Asociación Hipotecaria (AHE), donde se critica la rigidez de la legislación española en el mercado hipotecario -entendiendo que ésta constriñe a los usuarios a optar sólo por el tipo fijo o el variable- consideran que estos productos y otros también flexibles responden a la preocupación de las entidades y a su intento de aportar valor añadido a los créditos. 'Las entidades están intentando proteger a los ciudadanos en los límites que les deja la legislación y algunas de las iniciativas persiguen este objetivo', mantienen desde la AHE, donde siempre han defendido que el producto más barato no tiene porqué ser el mejor para todos los perfiles.

Hipotecas que permiten retrasar un determinado porcentaje al final del periodo de amortización, o las que mantienen una cuota constante y las alzas o bajas se repercuten en un aumento o reducción del plazo de amortización son fórmulas que, según los expertos, disminuyen la exposición directa a los tipos.

No obstante, conviene estudiarlas en función de cada necesidad, o, quizás contratar directamente un tipo fijo. Algo más altos que los variables, las entidades todavía no han subido sus tasas y aún se pueden contratar préstamos a 30 años al 4,9% o de 10% al 4%.

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