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Horarios

Las empresas son inflexibles porque no se fían de los empleados

La racionalización de los horarios pasa por lograr una relación madura basada en la responsabilidad

En relación con el asunto de la flexibilidad de horarios, el director de recursos humanos de España, Portugal, Grecia, Israel y Turquía de IBM, Pablo Pastor, da en el clavo con una sola frase: 'La felicidad se trae de casa, la empresa no debe destruirla y, si puede, tiene que mejorarla'. Cada vez es más intenso el debate acerca de la necesaria conciliación entre la vida laboral y la profesional, y algunas empresas, asociaciones y organizaciones civiles e incluso la administración pública intentan ponerse de acuerdo para lograr que los horarios (uno de los aspectos clave en este asunto) se asemejen a los del resto de países de la Unión Europea. Nadie duda de que sea imprescindible dar este paso, aunque aún quedan algunas trabas que superar.

El problema de las empresas, según el presidente de la Comisión Nacional para la racionalización de los horarios españoles, Ignacio Buqueras, es que tienen la idea equivocada de 'pensar que la racionalización es reducción', mientras que, por el contrario, facilita un aumento de la eficacia del personal.

En IBM, compañía distinguida como Empresa Flexible 2004, piensan exactamente lo mismo. En una conferencia organizada por la escuela de negocios IDE-Cesem, en la que se trató este asunto, Pablo Pastor explicó que su compañía dota a los trabajadores de horarios que pretenden ser compatibles con la vida personal. 'Nuestros empleados poseen flexibilidad de entrada y de salida y también para las vacaciones', dijo. La conciliación, así, resulta bastante más fácil.

Según los expertos, las empresas temen que reducir los horarios afecte a la competitividad

Competencia

Pero, como apuntó Buqueras, el temor de las compañías se centra en la pérdida de productividad. En relación con ella entran en juego tres pilares, que son 'las responsabilidades, las obligaciones y la flexibilidad', según detalló Pastor, a lo que se puede añadir la confianza en el trabajador. Así, el empleado sabe qué es lo que tiene que hacer e invertirá las horas necesarias para sacar adelante este trabajo. Si es competente, no serán muchas. De hecho, 'la productividad -afirmó el director de recursos humanos de IBM- no es el número de horas que uno trabaja sino lo que hace en cada hora que trabaja'.

La madurez en la relación entre empresa y empleado es fundamental. 'Todos deben sentirse dueños del resultado, tanto los directivos como los trabajadores', expuso Pastor. Y la empresa, por su parte, debe perder rigidez y mostrarse atractiva porque captar a los mejores, dentro de unos años, será difícil. 'Va a haber una necesidad de talento en el mercado por encima del que va a aportar el crecimiento normal de la población', explicó Pastor, que añadió que este atractivo se lograrán a través de 'los horarios, la forma de trabajar, la comunicación...'. La empresa debe convertirse en 'una ONG que casa sus necesidades con las de los trabajadores'. La cultura de conciliación de una empresa, según creen en IBM, debe girar en torno a tres puntos: trabajo por objetivos y resultados, tecnología, y ejemplo por parte de la dirección, ideas con las que coincide Buqueras. De esta forma se consigue ser más atractivo para los empleados, motivarlos y mejorar su productividad.

Actuar de manera equivocada produce consecuencias que pueden ser muy negativas para la empresa y para los empleados; algunas las enumeró en la conferencia la presidenta de Placement y de la Federación Española de Mujeres Directivas, Pilar Gómez Acebo: para la empresa, aumento del absentismo y la rotación; reducción de la productividad; dificultad para contratar a los mejores; y empeoramiento de la imagen interna y externa; para los empleados, miedo a la pérdida del puesto de trabajo, estrés, agotamiento y aburrimiento. Y la situación en España no es halagüeña, como expresó Ignacio Buqueras: 'El español es el que pasa más tiempo en su lugar de trabajo y el que menos productividad tiene, junto con Portugal y Grecia'.

LAS CIFRAS

1800 horas trabajan al año los españoles, de las cuales aprovechan sólo el 61%, según Proudfoot Consulting

53.360 millones de euros anuales es el coste del trabajo perdido en España. El dato es de la Universidad de Groningen

53% del absentismo se solucionaría con la racionalización de horarios. Pasaría lo mismo con el 60% de las depresiones y el 62% de la ansiedad

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