Lluvia de millones en forma de 'bonus' en Wall Street
Nueva York es una ciudad atípica en EE UU. Una de las cosas en las que va a contracorriente es en el sector inmobiliario. Cuando en otras regiones se llega al fin de la temporada de ventas en diciembre, en Nueva York se vive un pico que se mantiene hasta primavera. Los artífices de éste fenómeno inversor son los empleados de la máquina financiera de Wall Street, que antes de que acabe el ejercicio reciben el bonus, una retribución variable que puede suponer en muchos casos entre 2 y 12 veces los salarios bases y que este año, según todas las previsiones, marcará un récord.
De acuerdo con la revista Trader Monthly, muchos de los jóvenes empleados de la banca de Wall Street van a tener uno de sus mejores años, si no el mejor. Hay motivos para ello. Por un lado, la mejora de los resultados de un sector propulsado este ejercicio por la vuelta de las fusiones y los buenos rendimientos en negocios específicos como la intermediación energética, y por otro, la fuerte competencia que ha habido este año en contrataciones de personal.
El año pasado, la oficina del interventor de Nueva York estimó que los bonus alcanzarían los 15.900 millones de dólares, pero a la vista de los resultados que las firmas están presentando, las estimaciones sobre los cheques de fin de año de cerca de 160.000 empleados del sector han sido revisadas al alza. Aunque estos trabajadores son el 5% de la población, son los responsables del 20% de los ingresos totales.
La apuesta de Options Group, una consultora y cazatalentos de Wall Street, es que en los bancos grandes el bonus sea entre un 15% y un 20% mayor que el año pasado. El ejercicio anterior en el que la lluvia de millones se convirtió en un diluvio fue el 2000, cuando la burbuja permitió que los bonus sumaran 19.500 millones de dólares. Un informe de Merrill Lynch prevé que la industria de las firmas de bolsa (incluidas las entidades que están fuera de Nueva York) invertirán unos 32.000 millones en retribuir a sus empleados.
El cálculo final es difícil, ya que algunas entidades, como por ejemplo Credit Suisse First Boston, no hacen públicos sus bonus hasta febrero. Normalmente, las cantidades, ligadas al rendimiento y cuestiones subjetivas, son secretos a voces en las oficinas. Las retribuciones que sí se van conociendo son las de los primeros ejecutivos. Goldman Sachs, ha informado a la SEC que ha compensado a su consejero delegado, Henry Paulson, con unos 37 millones en acciones y stock options (opciones sobre acciones), después de que la entidad registrara su segundo año récord de beneficios. En 2004, se le abonaron 29,8 millones, de los que 600.000 dólares correspondían a su salario base. Los primeros cinco ejecutivos de Goldman, incluyendo a Paulson, reciben la suma de 80,3 millones en acciones y opciones, frente a los 67,4 millones de 2004. Richard Fuld, consejero delegado de Lehman, se ha hecho con 14,9 millones en acciones restringidas y opciones, y Morgan Stanley pagará a John Mack 11,5 millones. A su directora Zoe Cruz, algo más: 14 millones.
El jugoso premio de John Mack
La crisis al frente de Morgan Stanley ha hecho de este un año atípico en la firma que cierra el ejercicio con un consejero delegado, John Mack, que ha estado en su puesto cinco meses. Pese a ello, el comité de compensaciones ha decidido que su retribución fuera de 28 millones de dólares. El propio Mack pidió un prorrateo de esta cantidad por lo que la cifra queda en 11,5 millones.