Marks & Spencer gana su pleito a la Hacienda británica
El Tribunal de Justicia europeo forzó ayer otro paso hacia un sistema fiscal más coherente en los 25 países de la UE. Los jueces, en un caso impulsado por Marks & Spencer, han reconocido a las multinacionales el derecho a deducirse en su país de origen las pérdidas registradas en otro cuando no hayan sido compensadas fiscalmente en ese país tercero.
La Comisión Europea, que había apoyado las tesis de la multinacional de distribución británica Marks & Spencer, celebró ayer el resultado del juicio, aunque reconoció que el veredicto no es tan claro como habían esperado. Bruselas destacó, no obstante, que 'sentencias como estas resaltan la necesidad de que los Estados miembros se coordinen en materia fiscal'.
Los jueces comunitarios han reconocido el derecho de las empresas a desgravarse en su país de origen las pérdidas sufridas en otro Estado, pero para hacerlo deberán demostrar que han agotado la vía de compensación fiscal de esas pérdidas en el país donde se produjeron.
Los ministros de Economía de la UE temen que este tipo de fallos judiciales socave poco a poco su soberanía fiscal y les aboque a una armonización a la que varios países se resisten. Los jueces han buscado esta vez el equilibrio y han reconocido también el derecho de los Estados a defenderse de la evasión fiscal y a impedir que una multinacional traslade sistemáticamente a su país de origen (o a otro con tasas de imposición más alta) las pérdidas en que incurra su actividad en todo el mercado europeo.
La empresa debe demostrar que ha agotado la vía de compensación
Pero la sentencia, que responde a una consulta del Tribunal superior de Inglaterra y Gales, advierte que esas medidas defensivas van en contra de las normas del Tratado de la UE y, por tanto, sólo puede admitirse en casos excepcionales.
Los jueces comunitarios creen que debe haber otros métodos menos drásticos que la negativa a priori de reconocer ciertos beneficios fiscales, como fue el caso que se encontró Marks & Spencer cuando intentó deducirse en Reino Unido las pérdidas sufridas en Alemania, Bélgica y Francia. La sentencia señala que la adopción de medidas menos restrictivas 'requiere en cualquier caso la armonización de normas a través de la legislación comunitaria'.
La armonización fiscal, sin embargo, necesita la unanimidad de los 25 Estados miembros. El Reino Unido es uno de los países más reacios a avanzar en esa dirección. Pero curiosamente son multinacionales británicas las que están poniendo de manifiesto las incoherencias de la fragmentación actual .
Ayer mismo, el Tribunal de Luxemburgo celebró también una audiencia sobre la reclamación de Cadbury Schweeppes contra el Tesoro británico, que obliga a la multinacional a declarar en su país los beneficios que obtiene en Irlanda (donde los tipos de imposición son mucho más bajos). Londres afronta una demanda similar por parte de Vodafone.
El resto de las haciendas públicas tampoco escapan a estas reclamaciones. Solo Alemania, Bélgica y Holanda afrontan en total 25 casos relacionados con la fiscalidad directa. Y cada sentencia repercute en el sistema fiscal de los Estados miembros donde existan discriminaciones similares a las denunciadas por una empresa o particular. En el caso de Marks & Spencer siete países se dieron por aludidos y acudieron al juicio en apoyo del Reino Unido.
El fallo judicial no afecta a España
La sentencia del Tribunal europeo sobre la reclamación de Marks & Spencer contra la negativa del Tesoro británico a aceptar la deducción fiscal de las pérdidas registradas en otros países de la UE no afecta a España, ni en términos generales ni en el caso particular de la multinacional británica. Marks & Spencer vendió todos sus activos en España a El Corte Inglés, y la venta resolvió el capítulo fiscal de la empresa británica con la hacienda pública española.Expertos en fiscalidad indican que la legislación española tampoco se verá afectada por la sentencia de ayer, dado que permite a las empresas deducirse año a año la depreciación de sus activos. Pero los jueces ya han condenado a España por una aplicación errónea del prorrateo del IVA en actividades subvencionadas, una sentencia que puede costar a Hacienda cientos de millones de euros. Y el recurso de Cadbury Schweeps contra la normativa fiscal británica también puede repercutir, según los expertos, en la legislación española si el Tribunal falla en contra del Reino Unido.