_
_
_
_
Crónica de Manhattan
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Capital sí, rentas no

El hombre que hace un año proclamó: 'He ganado capital político y voy a utilizarlo' dijo el pasado viernes en un discurso en (Norfolk) Virginia: 'Gracias por darme la oportunidad de salir de Washington'.

Entre el George W. Bush que ganó las elecciones y el que el viernes se dirigía a unos militares en Virginia hay gran diferencia en un año. La primera es que las elecciones del 2 de noviembre las ganó por goleada y ahora su popularidad está en el 40%.

La semana pasada fue desastrosa. La que Bush llama 'guerra contra el terrorismo' en Irak se cobró su 2.000 víctima mortal americana y la contienda ganó visibilidad. Su candidata al Tribunal Supremo tuvo que retirarse por las presiones del ala más conservador de su partido y el viernes, I. Lewis Libby, el asesor de su vicepresidente, dimitió tras ser acusado de obstruir a la justicia, falso testimonio y perjurio en un caso relacionado con la manipulación del espionaje que ayudó a lanzar la guerra contra Irak.

Sólo el nombramiento, adelantado, del candidato a presidente de la Fed, Ben Bernanke, fue bien recibido.Los demócratas no son aún un problema para Bush. Peor es que varias facciones de su partido, desde los más socialmente conservadores hasta los prudentes fiscalmente, están revueltos, y más aún los que buscan repetir escaño en el Congreso en 2006 que están olvidando la otrora incuestionable lealtad a Bush.

Los problemas no se han trasladado a los mercados, lo que es habitual ya cuando hay un escándalo en Washington (no pasó con Nixon, ni con Reagan, ni con Clinton) y el viernes celebraban un inesperado y elevado crecimiento económico.

Pero los economistas no saben si este alejamiento se mantendrá. Bob Hormats, de Goldman Sachs, comentaba en la CNBC que un presidente débil no es bueno para Wall Street. Kim Wallace, de Lehman Brothers, aseguraba que la agenda económica ya ha sido retrasada y no hay perspectivas de cambio pero sí de efectos secundarios.

El miércoles, en el Club Económico de Washington, el presidente repasó su agenda en un discurso que salvo por la mención a los huracanes podría haberse datado en la campaña electoral o antes ya que los objetivos eran casi los mismos. Un año de baja rentabilidad.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_