La bancarrota de Delphi pone en un aprieto a General Motors
La bancarrota del fabricante de componentes de automóviles Delphi, anunciada el sábado, no ha podido producirse en peor momento para General Motors, su ex matriz y que tiene aún un importante vínculo financiero con su antigua filial. Las acciones del famoso fabricante de automóviles cayeron, el lunes, cerca de un 10% , afectadas por una bancarrota que podría implicarle unos gastos de hasta 11.000 millones de dólares, unos 9.135 millones de euros.
Esto es así por la relación entre ambas. Delphi era filial de GM hasta 1999, cuando empezó a cotizar en bolsa y se independizó, aunque se firmó un acuerdo entre ambas por la que GM se responsabilizaría de los costos de pensiones de una parte importante de sus ex trabajadores si Delphi se declaraba en bancarrota antes del año 2007, como acaba de suceder.
Aunque todavía no se sabe qué parte de estas obligaciones deberá cubrir GM, el hecho de que puedan llegar a 11.000 millones de dólares ha hecho que la agencia Standard & Poor's rebajara su calificación de riesgo de la compañía. Otro golpe lo ha dado un analista del Bank of America, Rod Tadross, que ha elevado al 30% la posibilidad de que GM se tenga que declarar también en bancarrota.
Hoy son ya muchos quienes creen que GM podría verse obligada a pedir la protección de las leyes de bancarrota a raíz de esos costes por la quiebra de Delphi, que se suman a los altos costes de salud de sus empleados y a una importante bajada en las ventas en los últimos meses.