Las aerolíneas estadounidenses Delta y Northwest declaran suspensión de pagos para sobrevivir
La tercera compañía aérea estadounidense, Delta Airlines, y la cuarta, Northwest Airlines, se han sometido a la protección de las leyes de quiebra, el "Capítulo 11" del derecho mercantil estadounidense, para poder sobrevivir. Delta, que se enfrenta a una deuda de más de 20.000 millones de dólares, quiere emprender con la suspensión de pagos un ambicioso plan de reestructuración.
Delta y Northwest siguen así el paso de las dos aerolíneas de EE UU más importantes, United Airlines, que a fines de 2002 se declararon en suspensión de pagos -aún espera remontar la situación- y US Airways, que el año pasado se vio obligada a presentar su segunda declaración en dos años, al no poder con la competencia de las nuevas aerolíneas de bajo coste, la cuenta de pensiones de sus jubilados, y las caídas de los ingresos.
Delta ha perdido alrededor de 10.000 millones de dólares en los últimos cuatro años, pese a las distintas medidas de reestructuración anunciadas que llevaron al despido de 24.000 empleados. Por su parte, Northwest se ha visto obligada a hacer lo mismo, afectada por los altos costes laborales y la escalada de los precios del petróleo.
El capítulo 11 de la ley de bancarrota permite a las compañías que así lo solicitan continuar operando normalmente sin necesidad de cumplir el pago de las deudas contraídas con sus acreedores hasta que el juez federal encargado del caso analice cuáles son las medidas necesarias para reestructurar la compañía.