Conocer los 'hedge funds'
El mayor control por parte de los reguladores ha atenuado la peligrosidad para el equilibrio del sistema financiero atribuida a los 'hedge funds', según el autor. æpermil;ste anima a probar los beneficios de invertir en estos productos pero siendo conscientes de los riesgos en que se incurre y sin pensar que se compra la panacea
Es un hecho probado que la introducción de productos basados en hedge funds (fondos de inversión alternativa) una cartera compuesta únicamente por bonos y acciones mejora su rentabilidad y reduce su riesgo. Sin embargo, últimamente las noticias sobre estos fondos no han sido muy favorables. Casualmente este hecho coincide con un periodo de rentabilidades más bajas que las esperadas y con la aparición del nuevo reglamento de instituciones de inversión colectiva que hace posible el acceso de un público más amplio a este tipo de inversiones.
Para que los potenciales inversores no se pierdan los beneficios por la apertura de la ley ni desechen este estilo de inversión, es necesario aclarar la reciente situación de rentabilidades bajas. En los últimos tres años los hedge funds han experimentado un incremento espectacular en el volumen de activos gestionados. Se han duplicado hasta alcanzar el billón de dólares. Los fondos de fondos hedge son sus mayores clientes y los que, en gran parte, explican este notable aumento. No obstante, esta cifra no llega ni a un 3% del volumen de los activos financieros mundiales. Además, resulta ridícula si la comparamos con los flujos que mueven ciertos bancos centrales en algunos mercados como el de divisas.
A pesar de estos datos, muchos analistas no dudan en cargar las tintas contra los hedge funds a la hora de explicar los altos precios del petróleo, la caída del dólar o el famoso enigma de Greenspan y, en un increíble ejercicio profético, el próximo gran desastre en los mercados financieros mundiales.
Si bien es cierto que en 1998 el colapso del LTCM, un hedge fund gestionado por, entre otros, algunos premios Nobel, saltó las alarmas sobre su potencial peligrosidad para el equilibrio del sistema financiero mundial, mucho ha sucedido desde entonces. Todas para bien, desde el punto de vista del control de riesgos.
Por otra parte, los bancos son mucho más conscientes de los peligros que ciertas operaciones entrañan y tienen sistemas mucho más sofisticados, tanto en la valoración de activos como en las llamadas al margen.
Recientemente el presidente de Bear Stearns y el consejero delegado de JPMorgan tildaban los rumores de 'exagerados en un 99%'. Ninguno de ellos prevé sufrir pérdidas derivadas de la que pudieran tener ciertos hedge funds. Roger Ferguson, vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, sostenía también que los hedge funds 'no suponen una fuente de inestabilidad ni parece probable que lo supongan en el futuro'. La obligación en 2006 de registrarse ante la SEC de muchos fondos hedge americanos no hace más que reforzar la idea de que las cosas están cambiando y que los gestores van a soportar un mayor escrutinio por parte de los reguladores.
A pesar de las caídas de abril (los fondos hedge europeos promediaban un -0.5%, el peor mes desde agosto de 1998, si miramos los resultados obtenidos en los últimos seis meses o a un año, no encontramos razón para tanto pesimismo. En esa media negativa de abril se obvia la dispersión de los resultados. Mientras que el peor fondo hedge (monogestor-monoestrategia) caía un 18%, el mejor subía un 10%. Esta situación resalta la importancia de la selección de los gestores y las estrategias. No todas son ganadoras en los diferentes periodos que atraviesa la economía ni podemos esperar que los gestores no cometan fallos y sean adivinos.
De la misma manera, el acceso a información sobre flujos en los activos componentes de las carteras y el tener una visión clara sobre qué estrategias se comportan bien en cada momento del mercado es fundamental para evitar sorpresas desagradables. No obstante, todos aquellos inversores que se acerquen por primera vez al mundo hegde deberían hacerlo a través de fondos de fondos.
En esencia, el fondo de fondos es un animal poco peligroso en la jungla de las inversiones. La diversificación en gestores y estrategias protege el capital y traslada la responsabilidad de la toma de decisiones a los profesionales de la selección de gestores. Véase el comportamiento de los fondos de fondos en los mismos periodos a los que antes nos referíamos: el mejor fondo de fondos multiestragia europeo sube un 5,15% a tres meses, mientras que el peor cae un 1,2%.
En definitiva, no todo es tan malo hoy día en el mundo hedge ni todo era tan bueno en el pasado. Han cambiado las circunstancias: más jugadores, más dinero y mayor regulación. Hay que probar los beneficios derivados de invertir en estos productos; pero conscientes de los riesgos en que incurren y sin pensar que compran la panacea.