Nicklaus cuelga los palos en el British Open
Los mejores golfistas del mundo se citan desde hoy en Saint Andrews (Escocia), en la 134 edición del British Open. Por sus calles han caminado los grandes mitos de este deporte, desde el viejo Tom Morris a Harry Vardon, Bobby Jones, Arnold Palmer y Jack Nicklaus, que pondrá el punto final a su carrera en el Grand Slam. El Oso Dorado, ganador de 18 grandes, el doble de los que ha logrado Tiger Woods, se retira a los 65 años de edad después de imponerse en tres British.
'Todo lo que soy se lo debo al golf. Nada de lo que haga a partir de ahora me llenará tanto. Creía que estaba preparado para este momento, pero a medida que se acerca siento que las fuerzas me flaquean ante las muestras de cariño de la gente. Sé que me desmoronaré cuando en las dos primeras vueltas enfile la calle del hoyo 18 y todo el público me aplauda', dijo Nicklaus, al que acompaña su hijo Steve como caddie.
Un momento especial en un marco único que han intentando adecuar a los nuevos tiempos. El viejo recorrido del Old Course de Saint Andrews puede acabar destrozado víctima de los avances que en los últimos años han llegado al golf. Bolas que van lejos y tienen un mejor control y dirección de vuelo, propulsadas por unos palos construidos bajo un estudiado diseño y elaborados con aleaciones empleadas en la fabricación de las naves espaciales, todo para evitar las peligrosas trampas de arena que se esconden en el camino. 'Hemos cambiado para mejorar', se defiende Peter Dawson, director ejecutivo del Royal & Ancient Golf Club de Saint Andrews.
Se han levantado muchas voces en contra de los cambios que se han introducido, particularmente alargar algunas calles, para que de nuevo entraran en juego aquellos elementos que habían quedado obsoletos por culpa de los avances tecnológicos. Los puristas no aceptan que se haya tocado el diseño del Old Course, que consideran monumental y los organizadores ven inadmisible que algún jugador, como Tiger Woods en el año 2000, no visitara ni un solo búnker a lo largo de los 72 hoyos que disputó. Ni tampoco que fuera capaz de ganar con sólo 269 golpes -19 bajo par-, que constituyen un récord en el British, ni que saque ocho golpes de ventaja a sus perseguidores más cercanos.
Los dos días previos al torneo, Woods ha entrenado en solitario. Lo ha hecho a las seis y media de la mañana, el primero de los 156 participantes. Así elude a los fans y tiene más tiempo para practicar. Incluso ha enviado alguna bola al búnker para dominar la sensación si, por fin, cae en una de esas peligrosas trampas que pueden complicarle el camino. Los expertos creen que es el favorito y que la única defensa que le queda a Saint Andrews, modificaciones incluidas, es el viento, que si azota con fuerza puede complicarle las cosas.
Españoles en juego
Tiger jugará las dos primeras vueltas junto a José María Olazábal. 'Le pediré que me dé unos metros de ventaja', bromeaba el vasco ante la mayor potencia del número uno. El suyo será el encuentro más destacado. El tercero será Robert Allenby.Miguel Ángel Jiménez tiene otro partido estelar, será con el estadounidense John Daly, ganador hace diez años en St. Andrews. El tercer jugador será Stuart Appleby. Otro debut de lujo es el de Sergio García, quien jugará junto a Tom Lehman. El tercer jugador del grupo es el irlandés Paul McGinley.El madrileño Ignacio Garrido, al que no le gustan demasiado este tipo de campos, se enfrentará al estadounidense Chris Riley y al amateur escocés Eric Ramsay, vencedor del Campeonato de Australia de su categoría.