Motivarse para no caer en el desánimo
Los expertos aconsejan analizar si la insatisfacción es un problema personal
Cuando una persona asume casi siempre las tareas más cotidianas en el trabajo con desagrado o es incapaz que las críticas que realice en el ámbito laboral no sean destructivas debe examinar si su actitud se debe a un mal clima generalizado en su empresa o es un problema personal. Esta es la recomendación que dan asesores laborales y psicólogos especializados en esa materia, especialmente si se quiere intentar dar un giro de 180 grados a esa posición y avanzar en la automotivación.
'Para poder detectar que el problema está en nosotros y no en el entorno podemos chequear cuál es el nivel de satisfacción de nuestros homólogos y compararlo con el nuestro', señala Belén Basteiro de Norman Broadbent (firma consultora de recursos humanos). 'Es la única manera de consensuar si somos nosotros los que estamos viendo faltas donde no las hay o se trata de un descontento general por las condiciones de la compañía, el departamento o el jefe'. destaca.
Sergio Cardona, del centro de estrategia Cardona Labarga, manifiesta que 'esa es la cuestión más importante que es preciso plantearse antes de adoptar medidas'. No obstante, afirma que hay que partir de la convicción de que 'en líneas generales no se está muy contento en el trabajo'. Cree igualmente que es preciso detectar cuál es el tipo de problema sobre la base de que hay dos componentes que pesan en los sentimientos ante el trabajo. Uno son 'los externos (dinero, jefes, compañeros y sistema de trabajo), que no son en muchas ocasiones los que fallan; y otros los internos (rutina, falta de objetivos...)'. Cuando la crisis se debe a estos últimos es más fácil que 'se esté emocionalmente mal' o que surja ese sentimiento de 'no saber que es lo que pasa'.
Eduardo García Bilbao, director de la clínica Psiconova de Madrid, afirma que 'hay parámetros para medir el clima laboral' e igualmente es posible detectar qué es lo que falla cuando la desmotivación se produce sólo en uno o varios casos individuales. 'Si el ambiente es normal, si los compañeros están más o menos bien, pero tú te sientes mal o segregado hay que analizar a que se debe'. 'Cuando las empresas están correctamente dirigidas, a veces la desmotivación personal se debe a la incapacidad para asumir las responsabilidades inherentes al puesto de trabajo', manifiesta el psicólogo Eduardo García. 'Pero el resentimiento es también uno de los factores más importantes', puntualiza. Es una actitud que puede arrastrarse de otros trabajos y se puede enquistar sino se intenta superar, destaca el director de Psiconova.
Para Gustavo Piera, director para España de TMI, el gran problema de la desmotivación personal en el trabajo es que no se debe a un único problema, sino un cúmulo de aspectos y detalles'. Y puntualiza que el trabajador a veces sólo piensa en el dinero, que es un factor muy importante, pero que en sí no evita que se puedan producir otras insatisfacciones. 'No hay que renunciar a otros temas', añade. En una línea similar, Sergio Cardona indica que, en ocasiones, 'no se hace nada para enriquecer el propio trabajo'. 'Si te planteas que no te pagan por pensar, te equivocas y es fácil que alimentes la desmotivación'.
La gerente de Norman Broadbent aporta su consejos para el caso de que se asuma que el problema es básicamente personal. 'Se debe hacer un análisis exhaustivo para buscar qué ha originado ese malestar. Seguramente será un cúmulo de situaciones, pero lo más probable es que todas ellas se deban a un tema que es el que preocupa y el que hace verlo todo mal', asegura.
Eduardo García Bilbao manifiesta que, en esa situación, es recomendable acudir a los jefes, que van a valorar positivamente que la persona afectada se quiere enfrentar a la desmotivación, que además normalmente ya la han detectado. 'Si la empresa está dirigida con flexibilidad es bueno solicitar un cambio de cometido, tal vez a un puesto que permita más la creatividad', afirma. 'Pero si no hay posibilidad de afrontar el problema, si no se pueden aplicar soluciones personales o a través de los directivos de la empresa, es mejor ir buscándose otra trabajo'.
Cómo recuperar la capacidad de entusiasmo
¦bull; Innovar y enriquecer la labor diaria es una de las recomendaciones que Sergio Cardona da a las personas que se sientan desmotivadas. 'Siempre hay que intentar cambiar las cosas y asumir riesgos. Esta es a una buena fórmula', resalta. Y como otros expertos dice que, en algunos casos, es mejor irse de la compañía, 'ya que el trabajo no se debe odiar'.¦bull; Evitar el agobio. Antes de entrar en el trabajo puede ser útil hacer una pequeña preparación mental. Si el desempeño de las obligaciones laborables es estresante, conviene establecer pequeñas pausas, indica Eduardo García Bilbao. 'En definitiva es bueno desvincularse algunos momentos para encontrar la estabilidad', aconseja.¦bull; Fijarse metas alcanzables, graduales y que produzcan satisfacción, es otra de las vías que aporta el director de Psiconova para mejorar el sentimiento ante el trabajo. En su opinión, es positivo 'aportar soluciones creativas, así como tener una actitud pro activa: tomar el control para no verse víctima del trabajo'. 'æpermil;ste hay que verlo como un reto y no como una desgracia', asevera.¦bull; Pedir ayuda. 'Aunque todo depende del nivel de confianza que se tenga con los jefes, no hay que dudar que ellos son las únicas personas que dentro de la organización puede hacer algo por ayudar y conseguir la motivación de la persona afectada', advierte Belén Basteiro, de Norman Broadbent.¦bull; Acudir a los expertos Sergio Cardona añade que no hay que renunciar al coaching, es decir, a pedir ayuda a los expertos en preparación personal si se está inmerso en un problema laboral de esas características. 'Aunque es la propia persona la que debe definir que es lo que quiere hacer con su vida'.¦bull; Buscar qué es lo que falla. Gustavo Piera, director de TMI, señala que para evitar los problemas de inseguridad que pueden conducir a la desmotivación también es preciso analizar si se es la persona adecuada para un determinado cometido. 'Se tiene que ser inteligente para emplear las fuerzas adecuadas y además para no hacer críticas innecesarias a los jefes'. Eso no es un buen negocio'.