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Comercio

China limitará hasta 2007 su exportación de textiles a Europa

China ha aceptado limitar sus exportaciones de textiles hacia Europa, poniendo fin a la amenaza de guerra comercial entre las dos potencias por el desproporcionado aumento de los últimos meses. El acuerdo tasa los incrementos hasta 2008, fecha de la total liberalización, y abarca todas las categorías que estaban siendo investigadas por la Comisión.

La Comisión Europea ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno chino para limitar el crecimiento de las entradas de productos textiles desde ese país hasta 2007. Tras reunirse en Shanghai durante diez horas con el ministro de Comercio chino, Bo Xilai, el comisario europeo Peter Mandelson afirmó que el pacto 'permite un incremento razonable de las exportaciones textiles chinas a la UE en el periodo 2005-2007, a la vez que da tiempo a la industria textil europea para ajustarse'. De esta forma, Europa desecha la posibilidad de imponer restricciones unilaterales, que podrían haber afectado a partir del lunes a las camisetas y al hilo de lino, y más tarde a otras siete categorías de productos, lo que a su vez habría desencadenado una guerra comercial.

Mandelson y Bo enviaron un recado a Estados Unidos, al afirmar que Pekín y Bruselas 'han dado una lección a otros' que optan por la vía de la confrontación. Según el comisario de Comercio, el acuerdo cubre todas las categorías de productos que estaban siendo investigadas por la UE, y aportará 'claridad, seguridad y predictibilidad' al comercio textil bilateral hasta que se liberalice definitivamente, en 2008.

El pacto llega después de meses de disputas, a raíz del fuerte incremento de las exportaciones textiles chinas (valoradas en 16.000 millones de euros en 2004) desde que el 1 de enero se pusiera fin al sistema de cuotas, vigente durante más de tres décadas. Haciéndose eco de las presiones de la industria, tanto Europa como EE UU apelaron a una cláusula del ingreso de China en la OMC, que permite restringir los incrementos de entradas si amenazan con perturbar gravemente el sector.

Sin embargo, la estrategia fue distinta en los dos grandes bloques: EE UU, con una capacidad exportadora limitada en su industria textil, decidió unilateralmente volver al sistema de cuotas respecto a siete tipos de producto. La Unión Europea, segundo exportador textil mundial, apostó por la vía diplomática, para evitar una guerra comercial que dificultase el acceso a un mercado de potencial casi ilimitado.

En medio, China dio un pequeño respiro hace un mes, al anunciar que instauraría un impuesto a la exportación para limitar 81 categorías de productos, lo que fue interpretado por Europa y Estados Unidos como un gesto de buena voluntad. Buena, pero fugaz: una semana después, sin haber llegado a implantarlo, Pekín dio marcha atrás, tachando a los otros dos bloques de violar las normas del libre comercio.

A falta de conocer los extremos del acuerdo, queda pendiente la evolución de las exportaciones de calzado chino, que se multiplicaron por siete en el primer cuatrimestre y pueden suponer un nuevo capítulo en la disputa. Aunque aquí no hay una cláusula concreta a la que acogerse, la Comisión advirtió el lunes de que 'actuaría' si se confirmasen las acusaciones de dumping venta por debajo del coste sobre estos productos. Como adelantó Cinco Días, cientos de empresarios del sector se manifestarán el miércoles en Bruselas, antes de que Mandelson reciba al presidente de la patronal europea, Rafael Calvo.

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