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CincoSentidos

La pasión egipcia de Jordi Clos

Jordi Clos (Barcelona, 1950) adquirió la primera pieza de su colección cuando tenía 19 años en Luxor, durante su primer viaje a Egipto. Se trataba de un ushebti de terracota, una pequeña estatuilla que formaba parte del ajuar funerario de los egipcios. Estuvo cuatro días negociando el precio con el dueño, que aceptó rebajárselo con la única condición de que no volviera por allí nunca más. 'Creo que fueron 350 dólares', dice Clos.

Su pasión por el mundo faraónico había empezado por casualidad cuando tenía 12 años y tuvo que escoger entre hacer un trabajo escolar sobre Grecia, Roma o Egipto. Eligió esta última opción atraído por 'los faraones, las momias y las pirámides' y 43 años después posee una colección de 1.000 piezas de arte, que se puede visitar en el museo que la Fundación Clos tiene en Barcelona (calle Valencia 284).

El propietario de la cadena Derby Hoteles asegura que algunas de las obras de su colección, como la estela de Cleopatra, son 'de tal nivel' que cualquier museo internacional quisiera tenerla en sus vitrinas. Por eso cuenta divertido que a algunos especialistas, cuando visitan el museo, les llama la atención aquella pequeña pieza de terracota que aparece etiquetada con el número uno, 'claro que les parece raro, no es de la calidad de las otras, pero está expuesta porque es la primera que conseguí y le tengo mucho cariño', cuenta.

Pero Egipto no es la única pasión de Clos, tiene otra: la empresa. 'Siempre he tenido vocación de emprendedor y, por suerte, cuando llegó el momento tomé la santa decisión de estudiar economía en lugar de arqueología. Ser empresario me ha permitido tener la fundación, no hubiera podido hacerla siendo arqueólogo', asegura. A los 20 años creó su primera empresa, 'una especie de pequeña fábrica de diseño mobiliario'. A los 28 trabajaba en la reforma de un hotel cuando tuvo la oportunidad de entrar en el accionariado de Derby adquiriendo la parte correspondiente a un socio que desinvertía. En 1992 inauguró el hotel Claris en Barcelona con una sala en la que se exponían 60 piezas egipcias. La muestra generó tanta expectación que se decidió crear un museo abierto al público.

En la actualidad la cadena, 100% propiedad de Clos, tiene 12 establecimientos en Barcelona y Madrid y uno en Londres y da empleo a 800 trabajadores. 'Tengo un equipo muy potente, en el que delego siempre que viajo para asistir a subastas de arte', cuenta Clos, que insiste en que no tener socios empresariales ni intención de salir a Bolsa, 'ha propiciado una filosofía empresarial especial gracias a la ausencia de tensiones'. El hotelero posee además otra firma dedicada a construir lofts en edificios industriales rehabilitados.

El quinto museo más visitado de Cataluña

El Museo Egipcio de Barcelona, el quinto más visitado de Cataluña, recibe 350.000 visitas al año. El empresario Jordi Clos, presidente de la Fundación Arqueológica Clos, asegura que es el único importante que no recibe subvenciones y no tiene pérdidas. La entrada al museo cuesta seis euros y la fundación lo financia con las ganancias de otras de sus actividades, como viajes a Egipto y a otros países con interés arqueológico.De las 1.000 piezas que tiene la colección de arte, sólo la primera fue comprada en el país de origen, una vez prohibida la venta allí, las demás se han adquirido en subastas. Clos asegura que sería imposible conseguir la misma colección empezando ahora.

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