Bruselas recorta el crecimiento de la zona euro hasta el 1,6%
Las secuelas de la ralentización económica del segundo semestre de 2004 y la incesante escalada de los precios del petróleo han obligado a la CE a revisar drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento para la zona euro. Este año ya sólo se espera alcanzar el 1,6%, lejos del 2,3% augurado hace doce meses.
Almunia se embarcó ayer en una disertación extremadamente técnica que no consiguió camuflar el dramatismo de unos datos que colocan de nuevo las expectativas de crecimiento de la zona euro entre las menos halagüeñas de la economía mundial.
El comisario europeo de Economía obvió durante su larga presentación de las previsiones de primavera de la Comisión la evidencia más relevante de esa convalecencia: que su previsión de un crecimiento del 1,6% del producto interior bruto para la zona euro en 2005 es un 20% menor que el 2% augurado por él mismo hace sólo seis meses. Y eso que, entonces, la CE ya había rebajado (desde el 2,3%) su pronóstico para este ejercicio.
La misma tendencia a la baja sigue la previsión de crecimiento para el conjunto de la Unión Europea, que baja del 2,3% al 2%. En contraste con estas cifras, la CE eleva seis décimas, hasta el 3,6%, su pronóstico para EE UU.
Almunia reconoció, además, que los datos de la zona Euro son susceptibles de empeorar si se materializan los riesgos apuntados en su informe. A saber, un nuevo encarecimiento del petróleo (sus cálculos se basan ya en un precio medio del barril de 50,9 dólares este año y 48 dólares en 2006), vaivenes bruscos del tipo de cambio (Bruselas parte de la hipótesis de una cotización media del euro a 1,32 dólares) o persistencia de la desconfianza del consumidor. 'Espero que mi pesimismo no se confirme y pueda ofrecerles unas previsiones mejores el próximo otoño', dijo Almunia.
Pero el principal riesgo, aunque no mencionado como tal, quizá sea que la Comisión cifre sus esperanzas de crecimiento para la zona Euro en una aceleración de la demanda interna que no acaba de llegar. El anterior comisario, Pedro Solbes, erró repetidamente su apuesta por la recuperación basada en esa variable nunca confirmada. Almunia dice ahora percibir la presencia de esa aceleración de la demanda en los datos del segundo semestre de 2004, aunque cree que no se traducirá en resultados fehacientes hasta finales de 2005. La zona euro alcanzaría entonces su crecimiento potencial (en torno al 2,5%). Bruselas atribuye las reticencias del consumidor a la incertidumbre por algunas reformas del mercado laboral que todavía no han dado sus frutos. La confianza podría deteriorarse aún más si la escalada de los precios del petróleo provoca un rebrote inflacionista. Un riesgo, que por ahora, Bruselas no percibe porque cifra la inflación para 2005 en el 1,9% y dos décimas menos en 2006.
España acusa los desequilibrios
España seguirá creciendo en 2005 y 2006 por encima de la media de la zona euro, según las previsiones publicadas ayer por la Comisión Europea. Bruselas incluso revisa al alza una décima su pronóstico para este año, que sitúa en el 2,7%. La misma cifra se repetiría en el próximo ejercicio.Aun así, la economía española presenta, a juicio de la Comisión Europea, crecientes síntomas de desequilibrio, agravados por una pobre productividad que 'sólo crecerá un 0,6% anual durante el período analizado'.Ese factor y el persistente diferencial inflacionista (un punto por encima de la media) mantienen el crecimiento de las importaciones muy por encima del de las exportaciones. 'Se espera que el déficit comercial alcance el 7,7% del PIB en 2005 y el 8,3% en 2006', alerta la Comisión. Este desequilibrio merma ya un 1,1% el PIB español.El ritmo de creación de empleo continuará siendo 'vigoroso', según la CE, pero 'concentrada en los sectores donde la productividad es baja, como construcción y servicios'. Bruselas calcula que la tasa de paro en España seguirá en torno al 10,4%, casi dos puntos por encima de la media de la zona Euro (8,8%).La unión monetaria ha superado el batacazo de 2001 y 2002 con una tasa de empleo casi intacta. Bruselas considera que esa resistencia durante el bache económico hace que, en estos momentos, la recuperación no se esté traduciendo en una contratación masiva. 'Muchas empresas tienen todavía una cierta reserva de trabajadores a su disposición', explica la CE. Además, la reciente reforma del sistema de desempleo en Alemania, para integrar la asistencia social, 'ha inflado' el número de parados registrados en ese país.Bruselas prevé un aumento de un millón en el número de empleados en la zona euro durante 2005 y de 1,3 millones en 2006. Como consecuencia, la tasa de paro se reducirá ligeramente hasta el 8,5%.