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Columna
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El mercado de trabajo español sigue siendo diferente

La Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat) ha comenzado a publicar datos trimestrales de la Encuesta sobre las Fuerzas de Trabajo (EFT), que incluye a la Encuesta de Población Activa (EPA) española, mientras que hasta este año sólo se publicaban datos anuales. Los datos disponibles se refieren al tercer trimestre de 2004 y se pueden comparar con los del trimestre anterior y un año antes.

La disponibilidad de los nuevos datos de Eurostat, que coincide con el inicio de la negociación entre el Gobierno y los interlocutores sociales en materia de reforma del mercado de trabajo, parece una ocasión propicia para insistir (ver Cinco Días de 17 de noviembre de 2004) en algunos de los problemas estructurales básicos del mercado de trabajo español en relación con otros países de la Unión Europea, en concreto de la zona euro (UEM), problemas que, sin duda, serán objeto de atención de la citada negociación.

La primera cuestión que llama la atención es que, aunque la tasa de actividad (porcentaje de la población activa respecto a la población de 15 a 64 años) masculina es relativamente elevada, únicamente superada dentro de la zona euro por Irlanda y Holanda, la femenina sigue siendo baja.

En efecto, la tasa de actividad femenina española (el 56,6% en el tercer trimestre de 2004) es la más baja de la UEM tras Italia y Grecia. Como consecuencia de estas disparidades, y aunque el diferencial de la tasa de actividad femenina entre España y el área euro se ha reducido en el último año (de 4,9 puntos a 4,4 puntos), éste sigue siendo elevado y reflejo de una participación de la mujer española en el mercado de trabajo todavía escasa. La diferencia entre las tasas de actividad masculina y femenina en el tercer trimestre de 2004 asciende a 23,8 puntos porcentuales en España y a 17 puntos en el promedio de la zona euro.

También la tasa de ocupación (porcentaje de la población ocupada en relación con la población de 15 a 64 años), que ha aumentado en España en el último año (1,2 puntos) el doble que la de la UEM (0,6 puntos), tiene un comportamiento bastante diferente entre hombres y mujeres. Así, mientras que en hombres la tasa de ocupación es más elevada en España que en la UEM (74,1% y 70,0%, respectivamente), en las mujeres es bastante más reducida (48,4% en el primer caso y 54,9% en el segundo).

Asimismo, en el empleo se producen diferencias entre España y la UEM según el tipo de contrato y la duración de la jornada. En cuanto al tipo de contrato, sobresale la elevada importancia en España de la contratación temporal, medida por la tasa de temporalidad (porcentaje de asalariados ocupados con contrato temporal). Dicha tasa (31,2%) es la más alta de la zona euro (también de la UE-25); algo más del doble que la del promedio de la zona. Como ocurre en la mayoría de los países, la tasa de temporalidad femenina es más elevada que la masculina, aunque la diferencia es superior en España (4,9 puntos) que en la zona euro (1,9 puntos).

En cambio, según la duración de la jornada, sobresale la escasa participación relativa en el total del empleo a tiempo parcial en España, al representar únicamente el 8,5%, el porcentaje más bajo, después de Grecia, dentro de la zona euro y menos de la mitad de la media de dicha zona (17,5%).

Por último, en lo que respecta a la tasa de paro, para la que Eurostat publica datos mensuales, con base en los datos trimestrales de la EFT y las variaciones mensuales de las cifras de paro registrado en las oficinas de empleo, el último dato disponible es el de enero. Según este dato, la tasa de paro de España es la más alta de la zona euro (y también de la antigua UE-15), con el 10,3%, y la tercera de la UE-25, después de Eslovaquia (16,5%) y Polonia (18,2%), superando, pese al mayor descenso en el último año de la tasa de paro española, al promedio de la UEM y la UE-25 en 1,5 puntos porcentuales en los dos casos.

Sin embargo, existen importantes diferencias según sexo, ya que en enero, mientras que en los hombres la tasa de paro de España (7,5%) se iguala con la de la zona euro y se sitúa por debajo de la correspondiente a la UE-25 (7,9%) -a diferencia de lo que ocurría un año antes, en que era ligeramente superior la española-, en las mujeres la tasa de paro sigue siendo netamente superior (14,3%) a la de la UEM (10,4%) y también a la UE-25 (10%).

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