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'Plan Ibarretxe'

Zapatero a Ibarretxe: 'Me opongo a un plan que no es de todos'

José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió ayer a facilitar las 'más altas cotas de autogobierno' para el País Vasco en el pleno del Congreso donde se esperaba un rechazo rotundo al plan soberanista del lendakari Ibarretxe.

Sesión histórica en el Congreso de los Diputados si se atiende a la expectación creada por la intervención del lendakari, al firme rechazo previsto a su plan de libre asociación con España (la votación seguía sin producirse al cierre de esta edición) y a la oferta realizada por el presidente Zapatero para elevar el autogobierno del País Vasco al margen del proyecto independentista del PNV.

Ibarretxe expuso su programa escoltado por buena parte de la dirección de su partido y miembros de su Gabinete tripartito. En síntesis, defendió las mismas tesis que expuso a Zapatero el pasado 13 de enero en La Moncloa: advertencia de que será 'el pueblo vasco el que decidirá su futuro', disposición a encontrar con el Gobierno central y las fuerzas políticas un 'punto de encuentro' para alcanzar una 'convivencia amable con España' y compromiso para seguir contribuyendo a las cargas del Estado mediante el sistema del cupo.

A todo ello sumó ayer un mensaje a la Unión Europea y la comunidad internacional: 'Soy el representante del Parlamento de un país que quiere que se escuche democráticamente a los ciudadanos'.

La novedad en el debate la aportó Zapatero, con la oferta de un 'acuerdo histórico y definitivo' para alcanzar las 'más altas cotas de autogobierno' para el País Vasco, al margen de la propuesta de Ibarretxe. Desde este prisma, el presidente mantuvo que el rechazo al plan 'no es una victoria ni una derrota para nadie, sino el inicio de un nuevo proyecto de convivencia para Euskadi que ha de tener el respaldo de todos'. 'Si vivimos juntos, juntos debemos decidir', sostuvo.

La contundencia la puso el líder del PP, Mariano Rajoy. 'Los promotores de este plan no buscan el diálogo, sino el acatamiento. No reclaman un debate, sino la claudicación. Nos traen el certificado de defunción de nuestras normas de convivencia y pretenden que pactemos el entierro'. Rajoy recordó que Ibarretxe no puede convocar referéndum sin autorización de Las Cortes. 'Si lo hace prevarica y se sitúa fuera de la ley', añadió. En su opinión, el plan 'desmantela toda la arquitectura del Estado español'.

El 90% de la Cámara tenía previsto oponerse a la propuesta del lendakari. El PSOE y el PP coincidieron en su rechazo al proyecto con IU, Coalición Canaria y la Chunta Aragonesista. El lendakari obtuvo el respaldo del PNV, de CiU, ERC y los tres votos de EA, Nafarroa y el BNG. Los diputados de IV pensaban abstenerse.

Ardanza, invitado

El debate transcurrió en un clima de solemnidad y respeto institucional. Numerosos diputados del PP acudieron solícitos a saludar a Ibarretxe, cuyo discurso fue seguido desde la tribuna de invitados por buen número de dirigentes políticos vascos.

También fue presenciado por el ex lendakari y actual presidente de Euskaltel José Antonio Ardanza, quien llegó acompañado del presidente del Senado, Javier Rojo. Ardanza promovió en 1998 un plan de pacificación del País Vasco que fue rechazado y que dio lugar al 'acuerdo de Lizarra'.

Rajoy avisa de que si Ibarretxe convoca un referéndum incurriría en prevaricación

El plan reclamaba amplias competencias estatales

El llamado plan Ibarretxe, cuyo rechazo se esperaba ayer en el Congreso, reclamaba para el Gobierno vasco competencias exclusivas sobre puertos, aeropuertos, ferrocarriles, políticas activas de empleo, ordenación del turismo, regulación del sistema financiero, seguros y mercado de valores, política de transporte y Seguridad Social, entre otros campos de la actividad pública e institucional.Entre las competencias más controvertidas que reclamaba figura la del desarrollo y la ejecución de la legislación básica estatal en materia de Seguridad Social, así como la gestión de su régimen económico. El Gobierno vasco aspiraba con ello a disponer de una normativa propia para el establecimiento de una estructura que coordinara todos los servicios relacionados con el bienestar y la Seguridad Social en el ámbito de la comunidad autónoma.¿Cuáles hubieran sido las consecuencias económicas de este plan? Hay cálculos para todos los gustos pero el catedrático de Economía Miker Buesa tiene hechos algunos estudios en los que considera que se produciría un encarecimiento de las exportaciones vascas, al tener que pagar aranceles y asumir costes de transacción, y una creciente deslocalización de empresas, pues tenderían a eludir esos costes y, sobre todo, a preservar sus mercados en el resto de España. En opinión de Buesa, las secuelas de ambos fenómenos pasarían por una pérdida de actividad y de empleo cuya valoración establece entre el 10,5 y el 19,9% del PIB, y entre 89.000 y 178.000 puestos de trabajo.

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