El comercio también se apunta a la ola de la transparencia
El mayor interés de la sociedad por la responsabilidad corporativaha impulsado el llamado comercio justo
El comercio justo se basa en la transparencia de las transacciones y en medio de la ola de buen gobierno que azota al mundo empresarial este tipo de comercio alcanza cada vez mayores cotas de protagonismo.
No se trata de un descubrimiento reciente. En Europa el comercio justo nació en la década de los 60 como una alternativa a las desequilibradas relaciones comerciales existentes entre el Norte y el Sur del Planeta. Su principio fundamental es garantizar a los productores una compensación justa por su trabajo, así como unas condiciones laborales dignas y respetuosas con el medio ambiente.
Son precisamente las reglas básicas de la responsabilidad social corporativa. Un movimiento que ha comenzado a calar en a gestión diaria de la mayor parte de las grandes empresas en todo el mundo.
La mayor parte de los productos procedentes del comercio justo se comercializan a través de las llamadas tiendas solidarias. Los primeros comercios de este estilo se abrieron en España en 1986, una en Andalucía y otra en el País Vasco.
Hoy son muchos más los puntos de venta en los que es posible encontrar este tipo de productos, pero lo más importante es que comienzan a ocupar también un espacio en las estanterías de los comercios tradicionales.
Algunos artículos como el café, el chocolate o la miel son los que, con más facilidad, se venden en los establecimientos convencionales. Y cada vez se pueden encontrar con más facilidad. En Holanda, que fue el primer país europeo en abrir una tienda solidaria en 1969, el café de origen solidario se puede encontrar en el 90% de los supermercados y alcanza una cuota de mercado del 2,6%. En Suiza esta cifra asciende al 5%. La tendencia recorre Europa y España no es ajena a ella.
Buena parte de este incipiente éxito se encuentra en la labor realizada por las ONG que, como Setem, Manos Unidas, Ayuda en Acción, Sodepaz, Intermón Oxfam, Médicos sin Fronteras, Global Humanitaria o la Red de consumo solidario llevan tiempo haciendo campaña para que los consumidores conozcan las ventajas del comercio justo y los comercios se animen a ofrecer estos productos a sus clientes.
Algunas de ellas han aprovechado precisamente la Navidad para recomendar a los consumidores que sustituyan los regalos tradicionales por los procedentes del comercio justo o, en su caso, por una aportación económica a algún proyecto humanitario.
Algunas ONG como Intermón Oxfam disponen de más de 30 tiendas, pero además ofrecen en su web la posibilidad de comprar productos procedentes del comercio justo.
Global Humanitaria, bajo el lema convierte tu compra en gafas para América Latina también cuenta en su página web con productos de artesanía y complementos.
Otras asociaciones, como Veterinarios Sin Fronteras oferta también originales ideas para regalar, ropa y otros artículos solidarios.
Médicos Sin Fronteras tiene en su página web camisetas y mochilas para financiar sus iniciativas.
So sólo algunos ejemplos porque la mayor parte de estas organizaciones ofrece tanto a empresas como a particulares la posibilidad de comprar arte, libros, música u otro tipo de objetos que pueden convertirse en regalos diferentes y a la vez permiten colaborar en diversas campañas humanitarias.
La extensión del fenómeno del comercio justo ha ido además acompañada por el desarrollo de mecanismos de control de su procedencia. Se trata de sellos de garantía que avalan el producto y permiten su venta en comercios tradicionales.
España no dispone aún de un sello de garantía, pero previsiblemente se desarrollará durante los primeros meses del próximo año ya que aún falta por determinar qué organización se encargará de gestionar en registro.
Los distintos sellos de garantía que han surgido en diversos países pioneros en la generalización del comercio justo se han integrado bajo la denominación Flo, que corresponde a las siglas en inglés de organización de etiquetado justo.
El café se pone a la cabeza de la venta solidaria
No se trata de algo nuevo. Ya en 1964, durante la Conferencia para el Comercio y el Desarrollo de Naciones Unidas (Unctad) se oyó por primera vez el grito de ¡Comercio, no ayuda! Pero lo cierto es que el desarrollo del comercio justo está empezando a dar sus primeros pasos, al menos en España.Y como sucede en muchos otros países el café se ha situado a la cabeza de los productos de comercio justo que más se venden no sólo en los comercios especializados, sino a través de los canales de venta tradicionales y también de los más recientes.De hecho, cerca de 40 empresas de vending han firmado ya acuerdos con la organización no gubernamental Setem para la distribución de café de comercio justo en sus máquinas, lo que desde principios de año ha supuesto que más de 60.000 personas han tenido acceso a este producto en instituciones, empresas y la Administración, con un consumo efectivo de más de 16 toneladas. De acuerdo con los datos de Setem, Cataluña es la comunidad autónoma en la que el comercio justo tiene más éxito y donde esta organización lleva ya varios años trabajando en la distribución de este café. Sólo en 2003 las máquinas que dispensan café justo en esta comunidad autónoma distribuyeron dos millones de consumiciones, o lo que es lo mismo, 14.000 kilos de café.Pero esta cifra ya se ha superado sólo durante los primeros meses de este año. Las más de 400 máquinas certificadas en Cataluña han servido 13.000 kilos de café, por lo que en la actualidad ya hay unas 60.000 personas con acceso a café procedente del comercio justo en su puesto de trabajo.También en Madrid se han incrementado las ventas con respecto al año pasado. En 2003 se vendieron 2.483 kilos de café de comercio justo. Pero en el primer semestre de este año la cifra había alcanzado ya los 2.786 kilos.El café del comercio justo garantiza salarios y condiciones de trabajo dignos, una relación comercial a largo plazo con los productores, erradicación del trabajo infantil y la desigualdad de género, dedicación de parte de los beneficios a la comunidad y productos de calidad y respetuosos con el medio ambiente.De acuerdo con los datos de esta organización, las ventas de café se han incrementado en los principales países del mundo a un promedio de casi el 10% anual. Este crecimiento ha sido muy desigual. Cuatro de los estados considerados maduros en el comercio justo (Alemania, Dinamarca, Holanda e Italia) vendían en 2000 unas cifras similares o inferiores a las de 2003. Pero entre los países de mayor crecimiento se encuentran dos grandes mercados tradicionales, como son Reino Unido y Francia, además de Noruega y España. En los cuatro casos el crecimiento experimentado por la venta del café procedente del comercio justo en los últimos años ha sido muy significativo.Setem recuerda que el café es la materia prima que más divisas mueve en el mundo con excepción del petróleo. Unos cien millones de personas dependen de este sector.