Francia gastará 15.000 millones para promover la cohesión social
El Parlamento francés adoptó ayer el proyecto de ley de la cohesión social, un ambicioso plan para combatir la creciente fractura social en el país, que pone el acento en el empleo, la vivienda y la igualdad de oportunidades.
Con 23 votos a favor y 11 en contra, el texto fue aprobado por la comisión mixta paritaria, tras el visto bueno dado por el Senado la pasada semana, lo que equivale a la aprobación definitiva del mismo. La gobernante UMP y la centroliberal UDF votaron a favor, mientras que la oposición de izquierdas lo hizo en contra.
Con una inversión de 15.000 millones de euros en cinco años, este 'plan de cohesión social' ha sido elaborado, a iniciativa del presidente, Jacques Chirac, por el ministro de Empleo, Jean-Louis Borloo, que lo ha definido como una 'revolución'. Entre las prioridades del llamado 'plan Borloo' está 'la rehabilitación del trabajo', cuando el paro afecta actualmente al 9,8% de la población activa.
La creación de un millón de 'contratos de futuro', destinados a los beneficiarios del llamado ingreso mínimo de inserción, y la tutela y acompañamiento de 800.000 jóvenes en dificultades para encontrar empleo son algunas de sus medidas más importantes.
También destaca la construcción de 500.000 viviendas sociales entre 2005 y 2009 como otro de los objetivos más ambiciosos. Otras medidas, como el refuerzo del control de los parados y la aplicación de sanciones para quienes rechacen un empleo, fueron objeto de fuerte polémica. Tras la oposición frontal de los sindicatos, el Gobierno reformó la normativa sobre despidos económicos y las reestructuraciones, con ocho artículos relativos a la anticipación de las mutaciones económicas y la creación de un derecho de recolocación personalizada para asalariados.