El milagro español
Cuál es el lugar que ocupa España en la nueva Unión Europea de 25 países? ¿Hemos logrado la ansiada convergencia? ¿En qué destacamos y dónde están nuestras deficiencias? El INE ha elaborado un estudio en el que intenta responder a estas preguntas, analizando 25 indicadores básicos sobre economía, demografía, empleo o sociedad.
El documento pone de relieve avances significativos en factores como la economía (España es la quinta potencia de la UE y en 2004 anotará diez años consecutivos de crecimiento superior a la media) o la renta per cápita. Pero estamos a la cola en formación: sólo el 63,4% de los jóvenes de entre 20 y 24 años habían completado un nivel de formación secundaria superior en 2003, trece puntos menos que la media europea.
Más del 20% del PIB en inversión privada
Una de las variables que mejor representa los cambios experimentados por la economía española es el porcentaje de inversión privada. El año pasado el cociente entre la formación bruta de capital fijo y el PIB se mantuvo en el entorno del 22%, lo que representa el quinto valor más alto de toda la UE, únicamente superado por República Checa, Letonia, Eslovaquia y Estonia.Pero es que si el estudio se ciñera a la antigua UE-15, España ocuparía el primer lugar.Por contra, el flujo de inversión directa extranjera en términos de PIB ha descendido en España del 8,2% alcanzado en 2000 al 3% en 2002. Irlanda, con el 11,3% del PIB, presenta la cifra más elevada, seguida de Eslovaquia (8,1%). Por su parte, únicamente Malta, con un -5,2%, ha tenido valores negativos en este indicador.De nuevo, España registra un pero y ése no es otro que el retraso que aún acumula en el gasto en Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (I+D). A pesar de que ese gasto superó por primera vez el 1% del PIB en 2002, España está lejos de la media europea, del 1,93%. Así, hay países que gastan bastante más dinero: Suecia y Finlandia, un 4,2% y 3,4% respectivamente.
El tercer país con más médicos
En los indicadores sociales, España también obtiene buena nota en áreas como la sanidad, atendiendo a variables claves como el número de médicos colegiados por cada 100.000 habitantes o la tasa de mortalidad infantil.España contaba en 2001 con un total de 441,7 médicos colegiados por cada 100.000 habitantes, un registro sólo superado por Grecia, con 454, e Italia, con 603 facultativos por cada 100.000 habitantes.Sin embargo, España, junto con Chipre y Reino Unido, lideran la clasificación de países con menor número de camas por cada 100.000 habitantes, con 365, 404 y 408 respectivamente.Pero si hay un indicador referido al área de la sanidad que mide el nivel de desarrollo de un país, ése es la tasa de mortalidad infantil, medida como número de niños fallecidos menores de un año por cada 1.000 nacimientos. España, con una tasa de 3,2 por mil, es el tercer país de la nueva Unión, sólo superada por Suecia y Finlandia.En cuanto a la estructura que caracteriza a la población española, ésta no difiere en gran medida del resto de países de la Unión Europea. Existen, sin embargo, algunas variables destacables como la entrada masiva de inmigrantes, que está ayudando a compensar la baja natalidad, y la mayor longevidad de la población, sobre todo entre las mujeres.España es el segundo país de la Unión Europea con menor porcentaje de menores de 15 años (el 14,4%), mientras las personas mayores de 65 alcanza ya el 17,1% de la población.La esperanza de vida media para los ciudadanos de la UE es de 81,1 años para las mujeres y 74,8 para los hombres. Las españolas, con casi 84 años, tienen la esperanza de vida más alta de la Unión, seguidas de francesas e italianas. Los españoles, con 77,2 años, se sitúan en segunda posición, por detrás de los suecos, con 77,9 años.Sin embargo, España no es una excepción en materia de envejecimiento de la población. Si algo caracteriza a la demografía de la nueva Unión Europea, es la pérdida de peso relativo de la población más joven.
Mejora de la productividad laboral
La productividad de la economía española es inferior a la media de la antigua UE de 15 socios, pero supera a la de la UE a 25. Este indicador, que refleja la eficiencia del sistema económico de un país y su competitividad en relación con otras economías, mantiene una clara tendencia ascendente en el caso español. Pero la productividad por empleado de la UE en su conjunto sigue siendo relativamente baja comparada con la de Estados Unidos, debido sobre todo a la diferencia en el número de horas trabajadas.Los países de la UE con mayor productividad son Luxemburgo, Irlanda y Bélgica, mientras en el extremo opuesto se encuentran Letonia, Estonia y Lituania. Si la comparativa se hace por hora trabajada, España se sitúa 16 puntos por debajo de la media comunitaria.Uno de los factores que ha frenado el aumento de la productividad española ha sido la transformación del mercado laboral, con la incorporación masiva de mujeres e inmigrantes, ocupados mayoritariamente en trabajos poco cualificados. La tasa de empleo ha pasado del 46,9% en el año 1995 al 59,7% en 2003. Un dato que, sin embargo, todavía es inferior a la media de la UE, que es del 62,9%.