'Conocer la propiedad es clave para el desarrollo'
Alabado por revistas como Time o The Economist y por políticos como Bill Clinton o Vicente Fox, de Soto es una autoridad en temas de desarrollo sostenible
Nacido en Arequipa (Perú, 1941), Hernando de Soto lleva más de dos décadas asesorando a Jefes de Estado de países en desarrollo a implantar reformas institucionales. Su objetivo, incorporar a la ley y aportar poder a las personas excluidas del mercado. El último en pedir su consejo ha sido Hamid Karzai, presidente de Afganistán. De Soto acaba de visitar España para pronunciar una conferencia organizada por la Fundación Ecología y Desarrollo, en Zaragoza.
Pregunta ¿La tierra, para el que la trabaja?
Respuesta La propiedad no es sólo tierra. Es el contrato social que rige la relación de los seres humanos con los activos. No se puede hacer ninguna redistribución si antes no se sabe cuál es la situación de la propiedad. Después están las teorías políticas y económicas, perfectamente respetables; yo hablo de un paso previo: el reconocimiento del derecho.
'Menos del 30% de la población vive en un entorno con reglas que se cumplen'
P ¿Cree que el derecho de propiedad genera riqueza por sí mismo?
R Aporta un plus sobre el activo en sí. Ser propietario de una casita o de un pedazo de tierra otorga unos derechos anejos, como el de pedir un crédito con esa garantía, que luego se puede utilizar para montar un pequeño negocio. Lo importante de la propiedad es poder combinarla con otras cosas para aportar valor y dinamizar la economía.
P ¿Cuál es el mayor obstáculo para el desarrollo de los países pobres?
R La falta de un sistema de derecho. La redistribución, la utilización de bienes como garantía para obtener créditos... No existe inversión si no se ofrece propiedad a cambio de ella. Todo esto puede funcionar si hay reglas del juego que se aplican a todos por igual, el sistema en el que se basa la economía de mercado. El problema es que menos del 30% de la población mundial vive en un entrono en el que hay reglas que se cumplen y en las que todos creen: casi todos los ciudadanos del tercer mundo y de los países de la antigua Unión Soviética viven al margen de un sistema legal real.
P Algo se habrá avanzado en los últimos años...
R No lo crea. La ausencia de reglas perjudicaba menos antes, porque los pueblos vivían aislados. Con el comienzo de las grandes migraciones y la globalización, el viejo sistema ya no vale. El gran enemigo del desarrollo de los pueblos es la ignorancia de lo que representan las instituciones de cara al progreso económico. Es un tema que no se estudia en las facultades de leyes ni en las de economía.
P ¿Y la ayuda exterior?, ¿puede hacer algo respecto a este problema?
R Igual que se asiste a los países en desarrollo sobre cómo crear microcréditos, luchar contra el SIDA o preservar los recursos naturales, se les podría ayudar a construir buenas instituciones legales. Sería muy útil, aunque ahora mismo no está de moda y no aparece en las agendas de la ayuda internacional. Los programas de asistencia están mucho más orientados a la ayuda física, tangible, a corto plazo. Pero el asunto es importante. Le pongo un ejemplo: la familia del ex-presidente del Perú, Alberto Fujimori, llegó a mi país en los años 30. ¿Por qué? Porque entonces Perú tenía dos veces la renta per capita de Japón. Después, los nipones se dotaron de instuciones adecuadas para iniciar un cambio que les ha llevado a ser cinco veces más ricos que Perú.
P ¿Quiénes impiden el cambio en la actualidad?
R En los estudios que hemos realizado llegamos a la conclusión de que el mayor enemigo no son las clases poderosas, sino las burocracias, los que se ocupan del régimen de propiedad (registradores, notarios), que se resisten a modernizarlo. Por eso la solución es de orden político, más que económico. Hasta que no nos demos cuenta de eso, nos estaremos dirigiendo a interlocutores inadecuados.
'Un sistema legal serio parte de la democracia'
Uno de los libros escritos por Hernando de Soto lleva por título una sugerente pregunta: ¿Por qué el capitalismo triunfa en el oeste y fracasa en el resto de los sitios? El autor tiene una teoría clara al respecto.Por qué funciona el modelo sólo en algunas zonas del planeta?Uno de los factores más importantes para el funcionamiento de la economía de mercado es la confianza, la previsibilidad de los acontecimientos, la seguridad de que los compromisos tienen un respaldo institucional fiable. Una encuesta reciente refleja que el 65% de los noruegos confían en sus conciudadanos, mientras apenas un 6% de los brasileños hace lo propio. Seguro que hay factores culturales que explican esta disparidad, pero también hay uno institucional. La confianza, además de los hechos, la dan las instituciones. Y sin confianza no hay progreso.¿Cómo se puede establecer esa seguridad? ¿Se puede confiar en nuevas leyes?La mayoría de los pobres tiene una pequeña vivienda y alguna máquina para trabajar la tierra, pero no puede utilizarlos para ganarse una renta o pedir un préstamo. La propiedad de facto se basa en la protección de mafias o jefes de tribu. Hay que convencer a la gente de que la ley les protegerá mejor y que, si alguien discute su propiedad, prevalecerá la justicia. En último término, una justicia fiable depende de la democracia, la base de cualquier sistema legal serio.
El 'capital muerto' de los pobres
Uno de los estudios realizados por ILD muestra que el 92% de los inmuebles existentes en Egipto no tienen propietario legal, mientras el 88% de los negocios permanecen al margen del sistema. En total, de Soto calcula en 185.000 millones de euros el capital no disponible en manos de los pobres, seis veces el total de depósitos existentes en los bancos del país. Casi todas las relaciones comerciales suceden al de forma extralegal.