Preparar la casa contra el frío
Los hogares modernos cuentan cada vez con más recursos para combatir el frío. Sin embargo, muchos de ellos son desaprovechados en la práctica por una planificación incorrecta . Y es que la preparación de las casas ante la estación invernal constituye una ineludible necesidad para aumentar el confort y evitar el despilfarro energético.
Un considerable número de ciudadanos no ha asimilado que la calefacción constituye uno de los principales gastos domésticos durante una cuarta parte del año y uno de los factores de mayor impacto sobre el consumo energético y la contaminación. La concienciación resulta imprescindible para actuar correctamente, ya que los comportamientos individuales repercuten sobre la comunidad de vecinos y, en un segundo plano, sobre el conjunto de la población.
Cuando uno se ha decidido a acondicionar su casa para hacer frente a los rigores del invierno, lo primero que debe hacer es revisar toda la instalación de la caldera y limpiar el serpentín y el filtro del gas. Los radiadores deben ser sometidos a una rigurosa inspección previa, a fin de detectar fugas que incrementen el consumo y mermen la efectividad.
Acondicionar un chalé requiere una mayor inversión
Aurelio García, técnico analista de la fundación Ecología y Desarrollo de Zaragoza, subraya que una buena preparación de la casa ante el frío debe tener en cuenta los impactos contaminantes. 'Resulta necesario revisar las salidas de humo y limpiar los quemadores'.
Se debe también comprobar diariamente el manómetro de llenado de agua del circuito cerrado y controlar la temperatura de funcionamiento de los radiadores. Encargar a un equipo técnico la inspección de las instalaciones de calefacción cada dos años resulta una medida muy conveniente, ya que, además de incrementar el confort y el ahorro energético, también contribuye a garantizar la seguridad física de usuarios e inmuebles.
Sin embargo, por muy bien que funcione la calefacción, su efectividad puede verse prácticamente anulada si no se adoptan medidas complementarias para acondicionar el entorno. Endesa está realizando una campaña de concienciación para comprobar que no existen grietas ni fisuras en el entramado de carpintería por las que pueda escaparse el calor y entrar el frío. Resulta imprescindible que las ventanas encajen perfectamente.
Todas estas medidas adquieren una particular relevancia cuando se trata de proteger contra el frío una vivienda aislada, cuyo prototipo más generalizado son los chalés de las afueras de las ciudades. Estos propietarios deben saber que cuantos menos vecinos existan mayores serán las dificultades y la inversión para conseguir una temperatura adecuada. Una vivienda aislada suele necesitar el doble de recursos para calentarse que la incluida en un bloque.
Las casas aisladas deberán buscar el apoyo de recursos bioclimáticos que propiciarán un mejor calentamiento y reducirán los costes. Entre estos elementos es aconsejable la plantación de barreras vegetales para protegerse de los vientos dominantes y orientar y distribuir las habitaciones en función de los impactos y usos de habitabilidad.
En los últimos años ha cobrado una especial importancia el aislamiento térmico de los edificios. Quienes vayan a adquirir una casa, deben informarse sobre la importancia otorgada por los arquitectos a esta cuestión, ya que un aislamiento deficiente puede provocar pérdidas de energía calórica por techos, paredes y ventanas de hasta el 50%, lo que tiene un impacto similar en la factura de la calefacción.
Un truco muy práctico y efectivo consiste en vigilar la humedad relativa existente en el interior de la vivienda, ya que este factor influye considerablemente en la sensación de calor en el cuerpo humano. Un índice humedad relativa entre el 50% y el 70% y una temperatura de 20 grados proporcionan un ambiente adecuado.
Consejos Lo que no hay que olvidar
Comprobar el buen estado de todos los elementos del sistema de calefacción. Los radiadores deben ser vigilados uno a uno y controlar que no goteen.Revisar la salida de humos y limpiar los quemadores.Vigilar diariamente el manómetro de llenado de agua y la temperatura de funcionamiento de la instalación.Revisar las juntas y sellados de la carpintería.Asegurarse de que las ventanas encajan perfectamente y no dejan pasar el frío ni salir el calor.Exigir un buen aislamiento técnico del edificio.Atender a la humedad relativa en el interior de la casa.Instalar barreras vegetales de protección contra los vientos dominantes, especialmente si se habita en un chalé aislado, sin vecinos.